Los distintos consejeros delegados de los principales fabricantes europeos llevan un tiempo dando toques de atención a la Unión Europea para que sus líderes busquen soluciones al problema que están teniendo a la hora de cumplir con los objetivos de descabornización exigidos desde Bruselas. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, reconoce que la falta de ayudas ‘en casa’ obligará a llevarse más inversiones al extranjero, especialmente a Marruecos.

Recortar los precios de los coches eléctricos, y en general de todos, se ha vuelto vital para poder competir con la ofensiva que ha llegado desde China en forma de vehículos cero emisiones de bajo coste, y contra los que las marcas europeas se ven incapaces de competir.

Piden ayuda desde hace tiempo, pero no hay respuesta

Los fabricantes europeos piden ayuda a los legisladores, pero reconocen que ya es tarde para poder remedia a una realidad, en la que firmas como BYD o MG están controlando los mercados. Y lo más preocupante ya se está viendo en China, pero es cuestión de tiempo de que esa gravedad se traslade a Europa.

De ahí que en las últimas semanas, Carlos Tavares haya venido avisando de que habrá cambios en sus proveedores, y más compras en Marruecos, pero también en Turquía, donde el coste de fabricación y todo en general es más barato.

El consejero delegado de Stellantis ya recalcó en su momento que el objetivo de su inversión de 300 millones de euros iba a ser la planta de Kenitra, en Marruecos. Quieren que este país sea «el tercer motor de Stellantis» y generar 2.000 puestos de trabajo. Un hecho que se produce al reconocer el propio Tavares que Marruecos «es un país con unas condiciones magníficas para invertir».

La realidad paralela, es que dichas instalaciones marroquíes nutrirán de piezas a las plantas europeas, como la de Vigo, en España. Pero los fabricantes se encuentran con una situación de inviabilidad de producción en territorio europeo, que obliga a prescindir de trabajadores cada cierto tiempo, motivo por el que piden ayuda a los gobernantes europeos.

Uno de los últimos problemas con los que se han encontrado las marcas en España, es que el Gobierno ha prorrogado el Plan Moves III hasta final de año, pero sin escuchar a las voces del sector, que reclaman ayudas directas y la eliminación del IVA en los coches eléctricos, algo que finalmente no se producirá. Si bien es cierto que los incentivos podrían entregarse a la hora de la compra en la próxima de edición de las ayudas para vehículos eléctricos en 2025, algunos creen que podría ser demasiado tarde.

También falta por ver lo que ocurre cuando se pongan en marcha los nuevos aranceles de importación a los coches chinos a partir del 4 de julio, que ya se sabe que serán algo más reducidos que los anunciados inicialmente.

Y podrían reducirse todavía más, o incluso eliminarse, porque el Gobierno chino amenaza con represalias inminentes si no hay un acuerdo de entendimiento entre ambas partes, y se ponen en marcha estas tasas previstas.

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