Antiguos grabados en Göbekli Tepe serían el calendario lunisolar más antiguo del mundo

Las marcas en un pilar de piedra en un yacimiento arqueológico de unos 12.000 años de antigüedad en Turquía probablemente representan el calendario del sol y la luna más antiguo del mundo, creado como un memorial a un devastador impacto de cometa.

Antiguos grabados en Göbekli Tepe serían el calendario lunisolar más antiguo del mundo.

Pilar 43 en el Recinto D, Göbekli Tepe. Crédito: Alistair Coombs.

Las inscripciones en Göbekli Tepe, en el sur de Turquía, un antiguo complejo de recintos similares a templos adornados con símbolos tallados intrincadamente, podrían registrar un evento astronómico que desencadenó un cambio crucial en la civilización humana, afirman los investigadores.

El estudio, publicado en la revista Time and Mind, sugiere que los antiguos habitantes fueron capaces de registrar sus observaciones del sol, la luna y las constelaciones en forma de un calendario astronómico, creado para llevar un control del tiempo y marcar el cambio de estaciones.

Pilares en Göbekli Tepe. Crédito: Claire Murdoch.

Un análisis reciente de los símbolos en forma de V tallados en los pilares del sitio ha encontrado que cada V podría representar un solo día. Esta interpretación permitió a los autores del estudio contar un calendario solar de 365 días en uno de los pilares, compuesto por 12 meses lunares más 11 días adicionales.

El solsticio de verano aparece como un día especial separado, representado por una V llevada alrededor del cuello de una bestia con aspecto de pájaro, que se cree que representa la constelación del solsticio de verano en ese momento. Otras estatuas cercanas —posiblemente representando deidades— también han sido encontradas con marcas en V similares en sus cuellos.

Detalle del centro del Pilar 43 en Göbekli Tepe. Crédito: M.B. Sweatman et al., Time and Mind, 2024.

Dado que se representan tanto los ciclos de la luna como los del sol, las inscripciones podrían constituir el calendario lunisolar más antiguo del mundo, basado en las fases de la luna y la posición del sol, y que precede a otros calendarios conocidos de este tipo por muchos milenios.

El apocalipsis del Dryas reciente

De acuerdo a los investigadores, los antiguos habitantes podrían haber creado estas inscripciones en Göbekli Tepe para registrar la fecha en que una lluvia de fragmentos de cometa impactó la Tierra hace casi 13.000 años, o en el 10.850 a.C.

Se sugiere que el impacto del cometa desencadenó una mini edad de hielo que duró más de 1.200 años, extinguiendo a muchas especies de grandes animales. También podría haber provocado cambios en el estilo de vida y la agricultura que se piensa están vinculados al nacimiento de la civilización poco después en el fértil creciente de Asia Occidental.

Las partes superiores de estos pilares presentan numerosos conjuntos de cúpulas (hoyuelos). En esta foto, se observan las del Pilar 32 que, aunque están muy erosionadas, suman 29. Esto sugiere que podrían haberse utilizado para contar los días del ciclo lunar. Crédito: Claire Murdoch.

Otro pilar en el sitio parece representar la corriente de meteoros de las Táuridas, que se cree que es la fuente de los fragmentos de cometa, y que dura 27 días, emanando de las direcciones de Acuario y Piscis.

El hallazgo también parece confirmar que los antiguos eran capaces de registrar fechas utilizando la precesión, el bamboleo en el eje de la Tierra que afecta el movimiento de las constelaciones en el cielo, al menos 10.000 años antes de que el fenómeno fuera documentado por Hiparco de la antigua Grecia en el 150 a.C.

La primera religión del mundo

Las inscripciones parecen haber mantenido su importancia para la gente de Göbekli Tepe durante milenios, lo que sugiere que el evento del impacto pudo haber desencadenado un nuevo culto o religión que influyó en el desarrollo de la civilización.

El hallazgo también apoya la teoría de que la Tierra enfrenta un aumento en los impactos de cometas a medida que su órbita cruza el camino de fragmentos de cometas circundantes, que normalmente experimentamos como corrientes de meteoros.

El Pilar 43 de Göbelki Tepe está dividido en dos secciones por filas de símbolos en forma de V y pequeños símbolos de caja. La parte inferior, principal, tiene un símbolo de disco circular sostenido sobre el ala de un ave de presa. Debajo de este símbolo de ave hay un símbolo de escorpión. Si el disco circular representa el sol, como se espera, entonces los símbolos de animales probablemente representan constelaciones. En particular, el escorpión nos recuerda a la constelación griega de Escorpio. Su posición relativa al disco circular claramente apunta a una interpretación astronómica. Crédito: M.B. Sweatman et al., Time and Mind, 2024.

«Parece que los habitantes de Göbekli Tepe eran observadores meticulosos del cielo, lo cual es comprensible dado que su mundo había sido devastado por un impacto de cometa», comentó el Dr. Martin Sweatman, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo, quien dirigió la investigación.

«Este evento podría haber desencadenado la civilización al iniciar una nueva religión y motivar desarrollos en la agricultura para hacer frente al clima frío. Posiblemente, sus intentos de registrar lo que veían son los primeros pasos hacia el desarrollo de la escritura milenios más tarde», concluyó.

Fuente: TyF/Phys. Edición: MP.

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