Lo que sucede en el cáncer es que algo libera las células cancerosas del control normal que ejerce el campo del cuerpo. Los motivos por los que las células escapan al control son varios, y no creo que puedan generalizarse, porque varían en cada tipo de cáncer y también entre animales y plantas. Lo que sí tienen en común las células es que la mayoría de ellas poseen la capacidad de dividirse, si bien normalmente lo hacen dentro de unos límites que garantizan la buena salud del cuerpo. Las células cancerosas, en cambio, se dividen y crecen sin control. Podríamos decir que las células cancerosas han escapado al control ejercido por el campo mórfico del cuerpo, o que el propio cáncer, el tumor, tiene su campo mórfico particular que compite con el del cuerpo para el crecimiento de una región concreta.
¿Cómo se puede romper la pauta de conducta o funcionamiento que marca un campo superior? ¿Cómo puede hacerlo una célula?
Los campos superiores influyen sobre los inferiores a través de la resonancia. Supongamos que la célula cancerosa del campo inferior sufre una mutación que modifica las proteínas de su membrana. Como consecuencia de ese cambio proteico, la membrana celular vibra de otra forma, tiene un patrón de actividad diferente, y puede que ya no resuene en sintonía con el campo que rige esa parte del organismo. Así pues, puede escapar a ese control simplemente perdiendo la resonancia a causa de una mutación genética o de la acción de un agente químico sobre la membrana. La célula modifica su comportamiento porque ya no está en sintonía con el campo que la rige. En definitiva, es una pérdida de sintonía provocada por factores como agentes químicos o mutaciones.
¿Qué opina de la afirmación de que siempre tenemos libertad de elección? Si nuestra conducta no sólo se ve influenciada por la predisposición genética, sino también por los campos mórficos individual, familiar, cultural y colectivo, ¿somos realmente libres? ¿Cómo se pueden romper unas pautas de conducta sólidamente establecidas y crear otras nuevas?
El determinismo rígido sobre el que se basaba la ciencia es una ilusión. En la naturaleza no hay nada rígidamente determinado, a excepción, quizás, de unos cuantos sistemas simples y máquinas artificiales. La mayor parte de los procesos naturales, como la meteorología, la ruptura de las olas en el mar, la actividad del sistema nervioso, son indeterminados. Los procesos cuánticos son indeterminados y pueden tener varios resultados. Para cada sistema existen varias posibilidades en cada momento. Los campos mórficos actúan limitando la gama de posibilidades de los sistemas que se hallan bajo su influencia. Cada célula tiene varias posibilidades, puede dividirse en una u otra dirección, pero el campo del tejido que controla la célula limita esas opciones, limita la aleatoriedad o el indeterminismo para imponer una pauta. Pero esa pauta no es totalmente rígida, y no todos los tejidos se desarrollan exactamente igual. Siempre existe una cierta variación. Por tanto, en la naturaleza siempre existe un cierto indeterminismo, una cierta libertad. Es posible que una pauta de un nivel superior influya sobre un proceso concreto, pero esa misma pauta puede verse influida por otras de un nivel aún superior. La mayor parte de nuestra propia conducta responde a hábitos, y también las conductas sociales y económicas. Los hábitos, una vez establecidos, suelen ser inconscientes, y la única forma de modificarlos es tomar conciencia de ellos situándolos en un contexto más amplio, así como tener un motivo para el cambio. El motivo habitual suele ser una crisis. En general, no modificamos nuestros hábitos porque sí, sino por obligación, ya sea porque nos perjudican la salud, molestan a nuestra pareja, incomodan a nuestra familia, nos complican el futuro laboral, etc.
Dado que usted defiende la posibilidad de que el sistema Gaia tenga campos mórficos que influyan sobre todas sus criaturas de maneras que desconocemos, si el equilibrio de la vida se ve amenazado, no por una fuerza externa como un meteorito, sino por una de las formas de vida de su sistema como sucede actualmente con los humanos, ¿es posible que exista un mecanismo a nivel de campos mórficos por el que Gaia pueda recuperar el equilibrio?
Probablemente lo mejor que podría hacer Gaia es deshacerse de los seres humanos. Y el mejor modo de deshacerse de los seres humanos es dejarlos como están, porque ya se eliminarán a sí mismos si las cosas siguen como hasta ahora. Si los seres humanos agotan todos los recursos minerales y energéticos y modifican el clima, Gaia no se extinguirá. La vida no desaparecerá del planeta porque se produzca un cambio climático. Ya se han producido muchos en el pasado. Sin embargo, la civilización humana podría derrumbarse fácilmente. El problema humano se resolverá solo, a través de crisis y catástrofes.
Pero a un nivel más global, y dado que los grandes cambios llegan a través de crisis, ¿es posible que la desaparición de la vida pensante signifique una gran pérdida más que una solución? Quizá nos encontramos en un proceso que somete a la vida pensante a una crisis fundamental para que demos un salto cualitativo que nos lleve a un nuevo nivel. ¿Podría ser, no?
Me gustaría pensar que sí. Me gustaría pensar que podemos llegar a otro nivel, que podemos evitar esta crisis y adoptar una actitud no tan derrochadora, más sensata y responsable. A veces lo veo con optimismo. De hecho soy optimista, pero cuando pienso en la crisis planetaria actual, en la cantidad ingente de población y en la enormidad de las fuerzas económicas, me siento bastante pesimista. No creo que este sistema pueda seguir por mucho tiempo. Es posible cambiar. Sólo sé que la historia está llena de sorpresas, y creo que veremos algunas. Pero precisamente por tratarse de sorpresas, no podemos prever en qué consistirán.
¿Le ronda ahora mismo por la cabeza alguna idea o hipótesis que no haya difundido aún a la espera de reunir más pruebas y que querría compartir con nosotros?
Algo que me interesa desde hace años son las formas de conciencia más allá del nivel humano. ¿Y si todos los niveles del universo tuvieran algún tipo de conciencia? ¿Y si los planetas, las estrellas y las galaxias fueran conscientes? ¿Y si todo el universo estuviese lleno de conciencia, en lugar de ser simplemente materia inanimada? Para mí, es la nueva perspectiva más interesante de la ciencia. La idea de que el universo es inanimado e inconsciente es una mera presunción de la teoría mecanicista de la vida y la naturaleza. Y esa propia teoría no es más que un dogma que era útil en el siglo XVII y ha sido un método de trabajo productivo para la ciencia durante bastante tiempo. Pero creo que ha llegado el momento de superarlo. La existencia de otras formas de conciencia de niveles superiores en el universo es una cuestión que la ciencia todavía no ha empezado a explorar, pero creo que lo hará. De todos modos, no existe ninguna razón científica para negar la conciencia en la totalidad de la naturaleza. Es simplemente un hábito de pensamiento que procede de una mentalidad muy cerrada y limitada. La ciencia lo superará tarde o temprano; lo que no sé es cuándo.
Acceso al sitio de origen: Agenda Viva. Invierno 2006
http://www.agendaviva.com/revista/articulos/Entrevistas/Rupert-Sheldrake
Bibliografía de Rupert Sheldrake en español:
Una nueva ciencia de la vida: la hipótesis de la causación formativa. Kairós, 1989.
La presencia del pasado: resonancia mórfica y hábitos de la naturaleza. Kairós, 1990.
El renacimiento de la naturaleza: una nueva imagen de la ciencia y de Dios. Paidós, 1994.
Siete experimentos que pueden cambiar el mundo: una guía para revolucionar la ciencia. Paidós, 1995.
Ciencia y espiritualidad: la nueva visión. Kier, 1999.
De perros que saben que sus amos están camino de casa y otras facultades inexplicadas de los animales. Paidós, 2001.
Caos, creatividad y conciencia cósmica. Eliago, 2005.
El séptimo sentido: la mente extendida. Vesica Piscis, 2005.
Más información: www.sheldrake.org
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FUENTE: http://www.mariano-bueno.com/