Este mes Rusia y Ucrania se disponían a enviar sendas delegaciones a Doha para negociar un acuerdo que pusiera fin a los ataques a las infraestructuras energéticas y eléctricas de ambos bandos, en lo que habría supuesto un alto el fuego parcial, dice el Washington Post (*).
Los qataríes actuaron como mediadores en unas negociaciones indirectas en las que se reunieron por separado con las delegaciones rusa y ucraniana. La incursión del ejército ucraniano en la región de Kursk la semana pasada arruinó la negociación.
Durante más de un año Rusia ha bombardeado la red eléctrica de Ucrania con misiles de crucero y ataques con drones, causando daños irreparables a las centrales eléctricas y provocando cortes de energía en todo el país.
Mientras tanto, Ucrania ha atacado las instalaciones petroleras rusas con drones de largo alcance que incendiaron refinerías, depósitos y tanques, reduciendo la capacidad de refino de petróleo de Rusia en un 15 por cien aproximadamente.
Qatar había estado discutiendo la posibilidad de una moratoria de los ataques energéticos con Kiev y Moscú durante dos meses y las dos partes habían acordado celebrar una cumbre en Doha. Sólo quedaban detalles menores por resolver.
La decisión de sentarse a negociaciar marcó un cambio de dirección para ambos países, al menos hacia un alto el fuego limitado y los mediadores esperaban que las negociaciones pudieran conducir a un acuerdo más amplio para poner fin a la guerra.
El gobierno de Kiev no advirtió a Doha de su ofensiva y, cuando se produjo, los delegados rusos pospusieron la reunión con los qataríes, calificó el ataque de “escalada militar”.
Rusia no canceló las negociaciones sino que dijo que había que darse un tiempo. Aunque Ucrania quería enviar su delegación a Doha de todos modos, Qatar se negó porque no consideraba que una reunión unilateral fuera beneficiosa.
La presidencia de Ucrania ha afirmado en un comunicado oficial que la cumbre de Doha se pospuso debido a la situación en Oriente Medio, pero que se celebraría por videoconferencia el jueves de la semana que viene, tras lo cual Kiev celebraría consultas con sus socios de la OTAN para la implementación de los acuerdos.
Es el tercer fracaso de las vías diplomáticas en la Guerra de Ucrania. El primero fue al principio, en Estambul, cuando la OTAN se opuso a una salida negociada, enviando a Boris Johnson a Kiev para ordenar a Zelensky que no firmara un acuerdo de paz con Rusia.
El segundo fue el acuerdo sobre cereales, que no se llegó a renovar porque la OTAN ocultaba los envíos de armas en los mercantes que atravesaban el Mar Negro.
(*) https://www.washingtonpost.com/world/2024/08/17/kursk-ukraine-russia-energy-ceasefire/
El ataque contra Kursk acaba con un acuerdo parcial de alto el fuego