Un nuevo estudio relaciona un fármaco para adelgazar con un aumento de la conducta suicida

La posibilidad de que la semaglutida aumente el riesgo de pensamientos suicidas se había investigado, y negado, en el pasado. Un nuevo estudio, sin embargo, podría reabrir el debate.
Persona deprimida con cabeza entre las piernas
AngiePhotos/Getty Images

Ozempic es el fármaco del momento. Concebido originalmente como antidiabético, y ahora en los titulares como medicamento contra la obesidad, este agonista de los receptores GLP-1 (como otras moléculas de la misma clase de fármacos) parece realmente eficaz contra un gran número de problemas de salud: desde los kilos de más, pasando por los trastornos cardíacos y renales, hasta la prevención del cáncer relacionado con la obesidad. Por supuesto, también hay problemas. En primer lugar, el de la oferta; con el aumento de la demanda por parte de las personas que buscan un medicamento adelgazante, resulta cada vez más difícil encontrarlos en las farmacias, incluso para los diabéticos, para quienes representan una terapia esencial para mantener a raya la enfermedad.

Más grave, sin embargo, es probablemente una sospecha que no deja de resurgir periódicamente en la literatura científica: el hecho de que en algunos pacientes podrían provocar efectos secundarios psiquiátricos, en concreto aumentar el riesgo de episodios de ideación suicida. Y es un peligro que también parece resurgir de un reciente análisis publicado en Jama Network Open por un grupo de investigadores estadounidenses e italianos.

Un viejo problema

La relación entre los fármacos para adelgazar y los efectos secundarios psiquiátricos se conoce desde hace tiempo. Un metaanálisis de 2016, por ejemplo, había analizado 25 medicamentos adelgazantes retirados del mercado entre 1950 y 2003, revelando que en el 28% de los casos el motivo de la retirada estaba vinculado a la aparición de efectos secundarios psiquiátricos graves, y llegó a la conclusión de que probablemente debería desaconsejarse el uso de moléculas que actúan sobre los neurotransmisores monoaminérgicos (como la serotonina y la dopamina, ambos modulados también por los agonistas GLP-1) con fines adelgazantes.

Dicho esto, obviamente cada nuevo fármaco es una historia diferente. En el caso de Ozempic y Wegovy, la posible relación con un aumento de los pensamientos suicidas ya se había planteado en los últimos años, lo que llevó a la EMEA a llevar a cabo una revisión, que sin embargo terminó en los últimos meses con un resultado negativo: según la agencia europea del medicamento, los datos disponibles en los sistemas de farmacovigilancia no confirmarían un aumento del riesgo de depresión e ideaciones suicidas en las personas que toman la semaglutida.

El nuevo estudio

La nueva investigación se llevó a cabo utilizando una base de datos de sospechas de acontecimientos adversos mantenida por la OMS, en la que participan más de 140 países. Los autores recopilaron informes de pensamientos suicidas relacionados con la semaglutida y un fármaco más antiguo con el mismo mecanismo de acción, la liraglutida, y los compararon con los demás medicamentos de la base de datos. Los resultados muestran un riesgo de pensamientos suicidas superior al normal en el caso de la semaglutida, aunque en pequeñas cantidades (107 informes de un total de más de 30,500 relacionados con el fármaco).

El aumento del riesgo también sería cuatro veces mayor en el caso de las personas que también estuvieran tomando fármacos contra la ansiedad o la depresión de forma concomitante con la semaglutida. Y al eliminar a estos pacientes del análisis, el exceso de riesgo desapareció, lo que sugiere que probablemente sea esta clase de personas, las que toman medicación contra los trastornos del estado de ánimo, las que podrían desarrollar problemas con la adición de semaglutida.

Los propios autores del estudio señalan que la investigación no está exenta de limitaciones y que, por tanto, no puede decirse que los resultados sean concluyentes, sobre todo porque investigaciones similares, incluso recientes, han arrojado resultados aparentemente opuestos. Sin embargo, dado lo delicado del tema y el creciente número de personas que utilizan este medicamento, los investigadores creen que el posible riesgo revelado por el estudio merece una aclaración urgente por parte de los legisladores y la comunidad científica.

Importante: Si tienes o conoces a alguien con ideación o comportamiento suicida, por favor acude al Teléfono de la Esperanza o a algún centro de ayuda como los que abajo ponemos:

Argentina: Línea de prevención del suicidio – ayuda al suicida en línea: (54-11) 5275-1135
Chile: Teléfono de la esperanza: 005642221200
Colombia: Asociación Colombiana contra la Depresión y el Pánico: +57 310 5655415
España: Llama a la Vida (24 horas al día y 365 días al año): 024
Honduras: Teléfono de la esperanza San Pedro Sula: (00 504) 2558 08 08
México: Linea De La Vida (24 horas al día y 365 días al año): 800 911 2000
Perú: Sentido (Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio): 01 498 2711
Venezuela: Teléfono de la esperanza: 0-800-PSIQUE

Artículo publicado originalmente en WIRED ItaliaAdaptado por Mauricio Serfatty Godoy.

https://es.wired.com/articulos/nuevo-estudio-vuelve-a-sembrar-duda-sobre-relacion-entre-ozempic-y-pensamientos-suicidas

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