La misión de la ONU en Libia (UNSMIL) y las embajadas de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido expresaron recientemente su preocupación por los «movimientos militares» en el suroeste de Libia que pueden «poner en peligro el alto el fuego de 2020».

Fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este y sur de Libia, se desplegaron a inicios de esta semana en las áreas sureñas para garantizar «la seguridad en las zonas fronterizas», aclaró el comando general en un comunicado televisado que intentó calmar la inquietud de un nuevo conflicto armado ante la división política en el país norafricano.

«En el contexto del continuo estancamiento del proceso político, esos movimientos corren el riesgo de una escalada y una confrontación violenta y podrían poner en peligro el alto el fuego de 2020», entre el Ejército Nacional Libio (LNA) de Haftar y el Ejecutivo de unidad de Trípoli, indicaron las embajadas occidentales en un comunicado conjunto.

En un nuevo paso hacia la confrontación, el Parlamento de Libia aprobó por unanimidad este martes que el Gobierno paralelo que designó -tutelado por Haftar, hombre fuerte del este- es el «único legítimo» y anunció el fin del mandato del GUN Dbeiba, con sede en Trípoli y reconocido internacionalmente.

El jefe del Parlamento defendió este movimiento para «desarrollar la hoja de ruta después del fracaso del GUN en lograr sus tareas», y para buscar una opción «honesta y sincera para llevar al país a una etapa de estabilidad».

Desde 2020, Libia ha evitado un nuevo enfrentamiento a gran escala pese a la nueva división administrativa del país entre el este y gran parte del sur, dominado por Haftar, y el oeste, controlado por el Gobierno de Unidad de Nacional (GUN) de Abdelhamid Dbeiba.

UNSMIL pidió también una desescalada, rebajar la tensión, y apeló la a la «importancia de unas instituciones militares y de seguridad unificadas, responsables y profesionales».

«Dadas las preocupaciones genuinas sobre la seguridad fronteriza» en el sur de Libia, «alentamos a las fuerzas de seguridad del este y del oeste a aprovechar esta oportunidad para profundizar las consultas y la colaboración con el fin de aplicar medidas efectivas para asegurar las fronteras y salvaguardar la soberanía de Libia», declararon los países europeos y Estados Unidos.

Desde el derrocamiento del dictador Muamar Gadafi en 2011, Libia ha vivido dos guerras civiles y no ha conseguido avanzar en el proceso de transición para celebrar elecciones presidenciales y unificar el país.