Press TV, el canal iraní que transmite en inglés, cesa su emisión en el Reino Unido porque el regulador televisivo británico Ofcom le ha retirado la licencia. El contenido editorial del medio se lleva a cabo en Teherán y no en Londres, lo que viola las condiciones de tener permiso para emitir, según el organismo controlador.

Según la periodista Yvonne Ridley «este caso evidencia una vez más que el denominado mundo libre no puede soportar la verdad y no dudarán en aplicar medidas extremas de censura para frenar lo que ellos ven como una crítica a la labor de sus gobiernos».

«Las normas de emisión requieren que la licencia esté en manos de la persona que elige los programas que se emiten y organiza la programación», mantuvo Ofcom en un comunicado.

En el contexto de la constante presión a Irán por parte de Occidente, esta privación de licencia puede agudizar aun más las tensiones entre Teherán y Londres. El medio iraní ha calificado esta situación de «un ejemplo convincente de censura».

El año pasado la entidad británica ya intentó prohibir las emisiones del canal por una entrevista no autorizada con un corresponsal de Newsweek, Mazier Bahari, quien se encontraba preso en Irán. Al final la televisión recibió una sanción de 150.000 dólares.

La periodista Yvonne Ridley confirma que no son pocos estos casos de extrema presión cuando se trata de canales árabes. «Yo colaboré con Al Jazira cuando lanzaban su sitio web en Doha. Tuvimos una presión extraordinaria por parte del Ejecutivo estadounidense, trataban de interferir en la línea editorial, demandaban eliminar ciertas historias. Ellos no cuestionaban la exactitud de las historias, sino que demostraban que no les gustaban cuando les criticaban», dijo a RT la experta.

Cabe mencionar que actualmente Press TV está al alcance público en internet.

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