Las estructuras de nuestro lenguaje, que funcionan como portadores de significado directamente accesibles, revelan paralelismos notables con los sistemas físicos, en particular los sistemas cuánticos, que, por lo tanto, también pueden considerarse portadores de significado. Esta profunda interconexión entre lenguaje, pensamiento y realidad desafía nuestra comprensión convencional de lo que está sucediendo, sostiene el Dr. Sachs. Sus perspicaces observaciones revelan formas sorprendentes de dar sentido a las paradojas de la mecánica cuántica a lo largo de líneas lingüísticas, y por lo tanto similares al pensamiento. Aunque es complejo, le recomendamos encarecidamente que lea atentamente este ensayo, ya que sin duda vale la pena el esfuerzo.
Como he demostrado en artículos anteriores, 1 desde una perspectiva psicoanalítica, nuestros procesos mentales parecen estar organizados como estructuras lingüísticas. Estas estructuras semánticas, compuestas por significantes, configuran no sólo nuestra percepción individual, sino también nuestra vida entera. El concepto de significado desempeña aquí un papel central, incluso en nuestra interacción con el mundo y en la forma en que damos sentido a nuestras vidas.
Por otra parte, el idealismo analítico sostiene que la sustancia fundamental de la realidad es de naturaleza mental y que los fenómenos físicos deben entenderse como manifestaciones de procesos mentales. Esta perspectiva sugiere que existe una profunda autosimilitud entre las diversas manifestaciones de los procesos mentales, desde los pensamientos más sutiles hasta los fenómenos materiales más penetrantes. Esto también nos obliga a cuestionar la naturaleza del significado.
Psicoanálisis estructural y construcción de sentido: metonimia y metáfora
Las estructuras de nuestro lenguaje, que funcionan como portadores de significado directamente accesibles, revelan notables paralelismos con los sistemas físicos en su complejidad y dinámica. Estos paralelismos permiten una comprensión más profunda de la realidad y muestran cómo los patrones fundamentales, similares al lenguaje o semánticos, configuran la estructura del mundo mismo.
En el psicoanálisis estructural, significativamente influenciado por Jacques Lacan, 2 los conceptos de metonimia y metáfora juegan un papel central en el análisis de las estructuras lingüísticas y lo mental.
La metonimia suele entenderse como un encadenamiento «horizontal» y se refiere a la disposición diacrónica (temporal) de los significantes, por ejemplo, letras y palabras dispuestas en una secuencia. Esta disposición determina el significado de un enunciado. Un cambio en esta secuencia puede cambiar el significado de manera significativa.
En contraposición a esto, está la metáfora, que representa el encadenamiento «vertical» de significantes y añade una dimensión sincrónica. Este nivel vertical añade más niveles de significado e ilustra que los significados siempre remiten a otros significados y nunca directamente a la cosa en sí. El concepto de metáfora muestra la complejidad de la formación de significados, ya que la conexión de significantes crea una especie de barrera que impide el acceso directo al significado (el significado).
Otro elemento importante de este concepto es el » point de capiton «, el punto de unión, que tiene la función de fijar el significado dentro de la cadena de significantes. Este «punto de unión» es crucial, ya que determina retroactivamente el significado general de un enunciado y muestra cómo el final de una cadena de significantes puede fijar el significado de todo el mensaje, por ejemplo, el punto al final de esta oración.
Conceptos básicos de la física cuántica
En la física cuántica, algunos conceptos fundamentales 3 desempeñan un papel central y permiten comprender y predecir el comportamiento de las partículas subatómicas. Estos conceptos no sólo son importantes en física, sino que también ofrecen conexiones interesantes con otras ciencias y la filosofía.
En mecánica cuántica, un sistema se define como cualquier parte de la realidad que puede, en algún sentido operativo, aislarse del resto del mundo y convertirse en objeto de investigación. Los sistemas pueden contener subsistemas, lo que aumenta la complejidad y variedad de las posibles investigaciones. Un ejemplo sencillo de sistema es un electrón en un átomo, que puede considerarse y analizarse por separado.
El estado de un sistema en mecánica cuántica describe sus propiedades en un momento determinado. El estado es fundamental para comprender sus posibles comportamientos y los resultados de las mediciones. En mecánica cuántica, el estado se describe a menudo mediante una función de onda que indica la probabilidad de medir determinadas propiedades. Esta descripción del estado es esencial para comprender cómo reaccionan y evolucionan los sistemas en respuesta a influencias externas.
Los observables son propiedades medibles de un sistema que desempeñan un papel central en la mecánica cuántica. Pueden relacionarse con propiedades globales de todo el sistema o localmente con subsistemas. La medición de observables proporciona datos específicos sobre el estado del sistema. Algunos ejemplos de observables son la posición, el momento y la energía de una partícula. Estas cantidades se pueden determinar mediante experimentos adecuados y proporcionan información importante sobre el sistema.
La medición es el acto de observar y obtener datos sobre un sistema. En mecánica cuántica, cada medición cambia el estado del sistema, lo que da lugar a una de las propiedades fundamentales y a menudo consideradas paradójicas de esta teoría. Este fenómeno se conoce como colapso de la función de onda, en el que el estado del sistema cambia de una superposición de muchas posibilidades a un único estado medido. El resultado de una medición depende del estado del sistema y no se puede predecir por completo, lo que le da a la mecánica cuántica su naturaleza probabilística.
Integración de conceptos cuánticos y estructuras lingüísticas
Mirar estos conceptos nos permite establecer conexiones con otros marcos teóricos como el psicoanálisis estructural y el idealismo analítico y así desarrollar una comprensión más completa de la realidad.
La definición de un sistema en mecánica cuántica tiene una contraparte directa en la estructuración de los fenómenos lingüísticos. En el análisis lingüístico, una cadena de significantes, como una frase o un fragmento de texto, puede considerarse como un sistema que puede tener diferentes estados. Estos estados corresponden a diferentes significados o interpretaciones que resultan de la disposición y combinación específicas de las palabras.
De manera similar a la mecánica cuántica, donde los sistemas pueden subdividirse en subsistemas para refinar la investigación, las partes de una cadena de significantes también pueden considerarse por separado para analizar sus contribuciones específicas al significado dentro de un contexto textual más amplio. Esta posibilidad de un análisis segmentado refleja la complejidad y la estructura profunda de los sistemas físicos y lingüísticos.
En el análisis lingüístico, el término «estado» se refiere a la interpretación o comprensión momentánea derivada de una cadena de significantes. Los significantes son los elementos específicos del lenguaje, como las palabras o las letras, que juntos construyen ciertos significados. Esta noción de estado es comparable al concepto de la mecánica cuántica, donde el estado de un sistema define sus propiedades en un momento dado y determina en gran medida cómo se comporta el sistema y qué resultados se pueden esperar de las mediciones.
En ambos campos, la física cuántica y la lingüística, el conocimiento del estado determina esencialmente las expectativas de una interacción u observación. En el campo del lenguaje, la comprensión de la estructura de significado de un texto, es decir, su «estado», influye en la forma en que se interpreta ese texto. Esta interpretación puede cambiar cuando se añade nueva información o cambia el contexto en el que se analiza la cadena de significantes. Esto es similar a un cambio de estado en la mecánica cuántica, que puede ser inducido por una medición, por lo que el resultado de la medición cambia la comprensión previa del sistema.
La analogía entre observables locales y globales
En física cuántica, se distingue entre observables locales y globales, que proporcionan información sobre la estructura y el comportamiento de los sistemas. Los observables locales se refieren a propiedades o estados específicos y aislables dentro de un subsistema, mientras que los observables globales describen las propiedades del sistema en su conjunto y proporcionan información que resulta de la totalidad de los componentes del sistema.
En lingüística se puede encontrar una distinción similar, en la que los observables locales pueden corresponder a oraciones, palabras o letras individuales dentro de una secuencia de texto. Estos elementos locales suelen estar integrados en las estructuras de nivel superior del texto en el que aparecen y se ven influidos por ellas. Los observables globales en el lenguaje corresponden al sistema general del texto o discurso, cuya estructura y temas generales dan forma a la interpretación y el significado de los elementos locales individuales.
Medición y construcción de significado
En el contexto del análisis del lenguaje, la «medición» se realiza a través de la interpretación de la cadena de significantes. El mencionado » point de capiton» , el «punto de acolchado», desempeña un papel crucial como punto de fijación que (aparentemente) cierra el significado de una expresión. De manera similar a una medición en física cuántica, que cambia el estado de un sistema, la interpretación de un texto también puede modificar el significado original. Sin embargo, la aparente fijación causada por el punto de acolchado es, en última instancia, ilusoria, ya que solo detiene temporalmente la estructura de referencia diferencial de los significantes.
Esta interacción dinámica entre la observación y el estado puede aplicarse tanto a la física cuántica como a los procesos lingüísticos y psicológicos. En ambos ámbitos se puede observar que la fijación del significado o del estado depende siempre de las condiciones específicas de medición o interpretación y, por tanto, representa una especie de estabilización ilusoria en un mar de potencialidades.
Estructuras del análisis lingüístico: cadenas diacrónicas y sincrónicas
Como ya se ha dicho, en lingüística y en psicoanálisis estructural en particular se distingue entre la cadena diacrónica (horizontal) y la sincrónica (vertical), que juntas forman el complejo entramado de la estructura del lenguaje. La cadena diacrónica se refiere, por así decirlo, al flujo consciente y secuencial del lenguaje, en el que las palabras y las frases se disponen en una secuencia lógica y temporal. Esta estructura se puede medir directamente y comprender conscientemente, ya que se presenta de forma explícita y lineal, fácil de seguir.
En contraposición a esto, está la cadena sincrónica, que se basa en conexiones más profundas entre los diferentes elementos de la lengua. Estas conexiones se manifiestan a través de la función metafórica. La cadena sincrónica es menos obvia y a menudo elude la comprensión inmediata porque opera en un nivel más complejo. Este nivel es rico en significados culturales, históricos y contextuales que van mucho más allá de la simple secuencia de palabras y, por lo tanto, abren una dimensión más profunda del análisis del lenguaje.
La distinción entre estas dos cadenas es crucial para entender cómo las estructuras similares a las del lenguaje influyen en nuestros procesos mentales. Mientras que la cadena diacrónica representa la superficie de nuestra expresión lingüística, la cadena sincrónica contiene las estructuras latentes que son la verdadera fuerza detrás de nuestra creatividad lingüística y expresión metafórica. Estas estructuras latentes y en su mayoría inconscientes incluyen no solo contenido individual o personal, sino que también están profundamente arraigadas en patrones culturales e históricos colectivos que dan forma a nuestra interpretación de los textos y a nuestra expresión.
Paralelismos estructurales en la mecánica cuántica y el análisis del lenguaje
En mecánica cuántica encontramos conceptos análogos a la distinción entre cadenas diacrónicas y sincrónicas en la estructura del lenguaje, expresada a través de la relación entre causalidad y acausalidad, y entre facticidad y potencialidad.
La causalidad en mecánica cuántica es similar a la cadena diacrónica en lingüística. En física clásica, los eventos se consideran secuencias causales en las que los estados están claramente determinados por eventos anteriores y forman una secuencia mensurable y determinista. Esto corresponde a la naturaleza secuencial de la cadena diacrónica, en la que cada construcción de palabra o frase se basa en conexiones lógicas y secuenciales en el tiempo.
Sin embargo, en la mecánica cuántica existen fenómenos como el entrelazamiento que no pueden explicarse mediante principios de causalidad local. Las partículas entrelazadas se influyen entre sí de una manera que es independiente de la distancia espacial y sin ninguna conexión causal reconocible. Este tipo de conexión acausal refleja la cadena sincrónica en la estructura del lenguaje, donde existen relaciones más profundas, metafóricas o simbólicas que no son directamente evidentes a partir de la secuencia lineal de palabras.
La facticidad en mecánica cuántica se refiere al estado medido de un sistema que refleja una propiedad concreta y medible. Esto es comparable al significado explícito capturado en el análisis diacrónico de un texto. La potencialidad, por otro lado, incluye la totalidad de todos los estados posibles que un sistema mecánico cuántico puede asumir antes de una medición, representada por la función de onda. Este rango de posibilidades corresponde a la variedad de significados e interpretaciones que están presentes en la cadena sincrónica antes de que una interpretación (aparentemente) final sea fijada por el ‘ point de capiton ‘.
Límites a la transmisión de información
En lingüística, la estructura diacrónica se manifiesta a través de la disposición secuencial de palabras y oraciones que se construyen unas sobre otras de manera causal y permiten una transferencia directa de información. Esta estructura es análoga a los estados medibles y causales de la mecánica cuántica, donde los eventos tienen lugar en una secuencia predecible. El » punto de unión » en el psicoanálisis estructural permite una fijación temporal y una transmisión aparente de significado dentro de esta cadena causal. Esta transmisión parece concreta y medible, pero en última instancia es un efecto interpretativo y construido; en el lenguaje del psicoanálisis estructural, es imaginario.
La estructura sincrónica, representada en el lenguaje por metáforas y lenguaje simbólico, refleja un nivel más profundo de vinculación de significados que no está limitado por la causalidad lineal. Esta estructura es comparable al entrelazamiento cuántico, donde los estados de las partículas están vinculados de una manera que no permite la transmisión causal directa de información, como lo describe el «teorema de no comunicación» 4 de la teoría de la información cuántica. En el psicoanálisis estructural, el concepto de «barrera» entre significante y significado forma un límite similar, ya que impide una transmisión directa de significado inequívoco y mantiene la comunicación en un nivel interpretativo y ambiguo.
El análisis diacrónico y sincrónico del lenguaje y la física cuántica muestra que, si bien la transmisión de información en estructuras causales parece posible, en última instancia depende de procesos interpretativos, que a su vez están influidos por factores contextuales. Las estructuras acausales, por otra parte, ofrecen un rico campo de significados potenciales que no permiten una transmisión directa o unívoca. Estos conocimientos resaltan los complejos mecanismos de construcción de significado e información en ambas disciplinas y enfatizan la profunda interconexión del lenguaje, el pensamiento y la realidad que desafía nuestra comprensión convencional de la realidad.
La ontología cuántica y la estructura de la realidad
En la ontología cuántica, especialmente en la descrita por Hartmann Römer, los observables no son meros constructos matemáticos que describen determinadas propiedades mensurables de un sistema físico, sino más bien componentes fundamentales que estructuran nuestra comprensión de la realidad. Estos observables están estrechamente vinculados a proposiciones, que representan el conocimiento real sobre los estados de un sistema. Cada proposición indica qué resultado podría producir la medición de un observable particular. Por lo tanto, dependen de los observables, ya que no tendrían sentido sin ellos.
La relación entre observables y proposiciones muestra que forman una conexión que es esencial para la descripción de los estados físicos y para la comprensión de la estructura y la dinámica del mundo cuántico. Römer describe esta conexión como una “ontología proposicional”, en la que el mundo no está definido por hechos fijos, sino por proposiciones: enunciados que representan verdades potenciales.
Dualismo de observables y las ‘alternativas Ur’
Los observables en la descripción de Römer son dualistas y similares a las “Ur alternativas” de Carl Friedrich von Weizsäcker, 6 que se basan en elecciones fundamentales de sí o no. Esta estructura binaria se refleja en la naturaleza diferencial y discreta del inconsciente tal como se presenta en el psicoanálisis estructural. El inconsciente se describe como una estructura de significantes que no se define por su propia sustancia, sino por su relación con otros significantes y su diferencia con ellos.
Corte epistémico
En el estudio de la ontología cuántica de Hartmann Römer se destaca el corte de Heisenberg como una línea divisoria fundamental dentro de la epistemología. Este corte epistémico, que se encuentra irrevocablemente entre el sujeto que reconoce y el objeto a reconocer, revela los límites fundamentales de nuestro conocimiento. Según Römer, lo reconocido siempre se encuentra más allá de este corte, por lo que la instancia que reconoce nunca puede comprenderse completamente a sí misma y permanece limitada al papel de un “sujeto trascendental” que no puede trascender su propia base de conocimiento.
Arquetipos, significantes y observables: una similitud estructural
En su investigación, Hartmann Römer analiza el interesante paralelismo entre los arquetipos de Carl Jung y los observables de la física cuántica. Römer sostiene que tanto los arquetipos como los observables están estructuralmente posicionados, por así decirlo, en el borde de corte epistémico, la frontera que separa al sujeto que reconoce de lo reconocido. Afirma que los observables y las proposiciones deben entenderse como los elementos constitutivos del mundo cuántico que existen principalmente en potencia, más que en realidad. Estos están más allá de la dualidad subjetivo-objetivo convencional y representan relaciones de similitud similares a un entrelazamiento en el nivel más general.
El análisis que hace Römer de los arquetipos como expresiones de la potencialidad y complementariedad de los observables cuánticos muestra la profunda similitud estructural entre estos conceptos. La ambivalencia característica de los arquetipos refleja la naturaleza dualista de los observables e ilustra la compleja interacción entre estructura y sujeto.
En el psicoanálisis estructural, el corte de Heisenberg se ilustra mediante la interacción del significante con el orden de lo real 1 , similar a una reja de arado que surca la tierra. Esto ilustra cómo el significante excava el significado (el significado) de lo real y cómo el sujeto se estructura de una manera similar al lenguaje. Esta dinámica también refleja la división constitutiva del sujeto, una división basada en una experiencia traumática y una represión primaria. Esto, a su vez, conduce a una dinámica de falta y deseo que persiste sin detenerse y revela lo real como lo lógicamente imposible e insimbolizable.
El entrelazamiento del lenguaje, la psique y la física
El entrelazamiento del lenguaje, la psique y la física, tal como lo revelan el psicoanálisis estructural, el idealismo analítico y la ontología cuántica, muestra que estas disciplinas tienen profundos paralelismos estructurales. Examinar estos paralelismos nos permite desarrollar una comprensión más amplia y profunda de la realidad que abarca tanto las dimensiones físicas como las psicológicas. Reconocer que la realidad está determinada por procesos complejos y a menudo contraintuitivos que desafían nuestra comprensión convencional de la causalidad y el determinismo puede conducir a nuevos enfoques y perspectivas en la ciencia y la filosofía.
Perspectiva de la Formalización
Para formalizar aún más las consideraciones teóricas y las conexiones entre el lenguaje, la psique y la realidad física, se pueden emplear diversos conceptos matemáticos. Una de las herramientas más innovadoras y prometedoras es el uso de espacios perfectoides. 7
Los espacios perfectoides, introducidos por Peter Scholze, galardonado con la Medalla Fields en 2018, son un concepto sumamente abstracto de la geometría algebraica moderna y ofrecen amplias posibilidades para modelar estructuras complejas. En nuestro contexto, los espacios perfectoides podrían utilizarse para capturar y analizar tanto los aspectos dinámicos como los estáticos de las estructuras lingüísticas y psíquicas.
La consideración de los números p-ádicos, que forman la base de los espacios perfectoides, permite modelar estructuras complejas y autosimilitudes que reflejan la naturaleza diferencial de los significantes en el psicoanálisis estructural. Los números p-ádicos proporcionan una representación en la que se cuestiona el continuo clásico, de manera similar a cómo se problematiza el concepto de autoidentidad en el psicoanálisis. Ambos conceptos trabajan con estructuras que no pueden representarse mediante una simple línea continua, sino mediante un complejo interjuego e interacción de elementos conectados en diferentes niveles. Así, los números p-ádicos reflejan las propiedades fractales y autorreferenciales de las estructuras de los significantes. Estos conceptos matemáticos proporcionan una base adecuada para capturar y analizar formalmente las conexiones entre el lenguaje, la psique y la realidad física, en particular en lo que respecta a las propiedades fractales y autorreferenciales de estas estructuras.
Conclusión
La investigación de los profundos paralelismos entre el lenguaje, la psique y la realidad física, tal como los han puesto de manifiesto el psicoanálisis estructural, el idealismo analítico y la ontología cuántica, nos muestra que estas disciplinas no pueden considerarse de forma aislada. El examen de estos enfoques interdisciplinarios permite una comprensión más integral de la realidad y pone de relieve los complejos mecanismos que configuran nuestra conciencia y percepción.
La exploración continua de estas interfaces mejorará nuestra capacidad de comprender la naturaleza de la realidad, el significado y la conciencia, y de descubrir aún más las profundas conexiones que entrelazan estos dominios. Esto abre las puertas a nuevas perspectivas que pueden ampliar fundamentalmente nuestro conocimiento y nuestras interacciones con el mundo.
Bibliografía
- https://www.essentiafoundation.org/the-subject-beyond-the-i-on-structural-psychoanalysis/reading/
https://www.essentiafoundation.org/metabolism-is-what-the-unknown-mind- parece/leyendo/ - Por ejemplo, https://www.lacanonline.com/ o https://lacan-entziffern.de/ (alemán)
- Filk, T., Römer, H. Teoría cuántica generalizada: visión general y últimos avances. Axiomathes 21 , 211–220 (2011). https://doi.org/10.1007/s10516-010-9136-6
- https://en.wikipedia.org/wiki/No-communication_theorem
- Quanten, Komplementarität und Verschränkung in der Lebenswelt. Verallgemeinerte Quantentheorie, Lit Verlag Münster, ISBN 978-3-643-5378-4 https://www.anomalistik.de/images/pdf/schriften/perspektiven7_inhalt.pdf (descarga gratuita)
- https://en.wikipedia.org/wiki/Carl_Friedrich_von_Weizs%C3%A4cker
- https://youtu.be/RApkRqoiZ1I?si=9rYnIYKzSulDns7N (una introducción ilustrativa del tema)
Is reality made of language? The amazing connection between linguistic and physical structures