El misterio de Hvaldimir, la famosa beluga de la que todo el mundo comenzó a hablar tras ser descubierta con un sospechoso arnés en el año 2019, ha terminado con un triste final. El animal, que fue apodado con un nombre que combina la palabra noruega para ballena (hval) y el icónico nombre ruso, fue encontrado muerto el pasado sábado en las costas del suroeste de Noruega, según ha informado la ONG Marine Mind.

La historia de Hvaldimir comenzó hace cinco años en las frías aguas del Ártico noruego, cuando un grupo de pescadores locales avistó a este curioso cetáceo blanco de varios metros de longitud. Lo que hizo que Hvaldimir captara la atención de todos no fue solo su aparición en aguas que no suelen ser frecuentadas por belugas, sino el extraño arnés que llevaba alrededor de su cabeza. Este elemento estaba equipado con una base para una cámara y tenía inscrito el texto «Equipment St. Petersburg», lo que llevó a generar todo tipo de especulaciones sobre su posible entrenamiento por parte de la marina rusa.

Las teorías sobre Hvaldimir como una «espía» rusa no tardaron en circular rápidamente, avivadas aun más por la situación geopolítica y la presencia de bases navales en la región del mar de Barents y el Atlántico Norte, zonas estratégicas para los submarinos rusos y occidentales. Sin embargo, Moscú nunca se ha manifestado de forma oficial sobre estas especulaciones, dejando el caso envuelto en un aura de misterio que solo ha ido aumentando con el paso del tiempo.

La presencia de Hvaldimir en las aguas noruegas ha sido un auténtico enigma todos estos años. Tal y como aseguraron varios pescadores de la zona, parecía que el animal parecía estar acostumbrado a la compañía humana, acercándose a embarcaciones y mostrando comportamientos que sugerían un entrenamiento previo. Biólogos y expertos en fauna marina sugirieron que podría haberse escapado de algún recinto de entrenamiento militar, aunque esto nunca ha llegado a confirmarse de forma oficial.

Desde su primer avistamiento, Hvaldimir fue objeto de atención y preocupación por parte de diversas organizaciones. La ONG Marine Mind, dedicada a la protección de cetáceos, estuvo siguiendo sus movimientos durante años, alertando en más de una ocasión sobre la situación de vulnerabilidad del animal.

En 2022, la beluga fue avistada en la costa oeste de Suecia, en condiciones que indicaban una pérdida de peso preocupante, probablemente debido a la dificultad para encontrar alimento en un entorno ajeno a su hábitat natural.

La organización ha confirmado su muerte

El pasado sábado, el fundador de Marine Mind, Sebastian Strand, anunció el trágico suceso. «Encontré a Hvaldi muerta ayer mientras la buscaba, como de costumbre», dijo Strand en un mensaje enviado a la agencia AFP. Strand explicó que había tenido la confirmación de que Hvaldimir estaba viva poco más de 24 horas antes de encontrarla flotando inmóvil cerca de la costa de Risavika. Aunque las causas de su muerte aún son desconocidas, una primera inspección del cuerpo no reveló heridas visibles.

Los restos de Hvaldimir fueron recuperados y trasladados a un lugar refrigerado, donde se le realizará una necropsia para intentar esclarecer las circunstancias de su fallecimiento. Esta necropsia estará a cargo de un instituto veterinario noruego que analizará a fondo el cuerpo del cetáceo, en un esfuerzo por entender qué pudo haber causado la muerte de este animal que se convirtió en un símbolo, tanto de las incógnitas del mundo natural como de las tensiones geopolíticas.

«Hvaldimir cerró la brecha entre los humanos y los animales salvajes como pocos pueden hacerlo. Fue especial para muchos y dejó una huella duradera en todos los que tuvieron el privilegio de encontrarlo», han asegurado desde la ONG Marine Mind, que han publicado varias fotos a su cuenta de Instagram acompañadas de un emotivo mensaje. «Descansa en paz, Hvaldimir. Te extrañaremos profundamente, pero nunca te olvidaremos», han expresado.