Intentan revelar qué impulsó el reciente enfriamiento dramático, luego de un período de calentamiento extremo
Pablo Javier Piacente
Un sector significativo del Océano Atlántico cerca del ecuador se ha estado enfriando a velocidades récord, y los científicos no pueden averiguar aún por qué: aunque hay algunas pistas, los especialistas no han logrado explicar todavía cómo el parche frío anómalo, que se limita a un tramo de océano que abarca varios grados al norte y al sur del ecuador, se formó a principios de junio después de una racha con las aguas superficiales más cálidas en más de 40 años.
Investigadores de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, según las siglas en inglés), en Estados Unidos, están intentando descubrir las causas de un extraño fenómeno que tiene lugar en una zona del Océano Atlántico ecuatorial, en la cual se ha registrado un abrupto descenso de las temperaturas, con una intensidad inesperada en un contexto de calentamiento global. El parche frío podría estar relacionado con el surgimiento de nuevas dinámicas climáticas, sin precedentes en ese sector del planeta.
Según una publicación del portal sobre el clima de la NOAA, las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico ecuatorial oriental fueron las más cálidas entre febrero y marzo de este año, cuando superaron los 30 grados Celsius y marcaron un nuevo récord: fueron los meses más cálidos registrados desde 1982. Pero cuando llegó el mes de junio, las temperaturas comenzaron a caer misteriosamente, alcanzando su punto más frío a fines de julio con marcas de 25 grados Celsius.
¿Una “Niña” Atlántica?
En un principio, las previsiones de los científicos indicaron que el evento de enfriamiento anómalo podría marcar el surgimiento de un fenómeno como “La Niña” en el Atlántico, un patrón climático regional que tiende a aumentar las precipitaciones en África occidental y disminuir las lluvias en el noreste de Brasil, así como en países ubicados en el Golfo de Guinea, incluidos Ghana, Nigeria y Camerún. El fenómeno no es tan poderoso como “La Niña” en el Océano Pacífico, y no se ha registrado desde 2013.
Sin embargo, para que la zona anómala de enfriamiento extremo, que abarca varios grados al norte y al sur del ecuador, pudiera explicarse como parte de una nueva “Niña” en el Atlántico hubiera sido necesario que las temperaturas más frías que el promedio persistieran durante tres meses, o sea hasta finales de agosto. Por el contrario, el parche frío en el Atlántico se ha estado calentando en las últimas semanas, indicando que «el evento no podrá clasificarse como Niña Atlántica y aún no sabemos por qué se produjo«, dijo el científico de la NOAA Franz Tuchen a Live Science.
Sigue el misterio
Aunque en el área es habitual que las temperaturas del océano fluctúen entre períodos más fríos y otros más cálidos, no existen registros históricos de cambios tan intensos y en tan poco tiempo. Los científicos advirtieron que algunos vientos anormalmente fuertes que se habían desarrollado al oeste del parche frío en mayo podrían haber iniciado el enfriamiento a una velocidad récord, pero los mismos no han aumentado a un nivel equiparable con el descenso térmico.
Ahora, los investigadores han modelado un puñado de posibles procesos climáticos para tratar de explicar el surgimiento de la región fría observada, como por ejemplo flujos de calor enormemente fuertes en la atmósfera o cambios repentinos en las corrientes oceánicas y eólicas. Sin embargo, como estos no son los impulsores obvios de un evento de enfriamiento de estas características, el misterio aún continúa sin respuesta y se desconocen los efectos que podría tener sobre los
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