Arabia Saudí, es el mayor exportador de petróleo del mundo y desde ya, se prepara para un futuro en el que el petróleo no será su principal fuente de ingresos. Todo gracias al proyecto Vision 2030, con el que el país ha lanzado una estrategia para reducir su dependencia del crudo y diversificar su economía.
Este plan no solo apuesta por el turismo y la tecnología, sino que también sitúa a las energías renovables, especialmente la solar, en el centro de su transformación energética.
La apuesta solar de Arabia Saudí: 9 GW de paneles solares en un año
En lo que va del año, Arabia Saudí ha importado nada menos que 9,7 gigavatios de paneles solares, principalmente de China, el mayor exportador de estos sistemas. Esto revela la intención del país de consolidarse en el mercado solar global y cumplir con los objetivos energéticos de Vision 2030.
Actualmente, Arabia Saudí depende casi en su totalidad de combustibles fósiles para generar electricidad, con un 99.8% de su energía proveniente de esta fuente en 2022. Sin embargo, para 2030, el país busca que el 50% de su electricidad provenga de fuentes renovables, una meta ambiciosa pero necesaria para garantizar un futuro sostenible.
Vision 2030: diversificación económica y reducción de emisiones
Vision 2030 es un proyecto de transformación económica y social liderado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Su objetivo es diversificar la economía saudí, reducir la dependencia del petróleo e impulsar el desarrollo de sectores como el turismo y las energías renovables.
Entre sus metas, se destaca el compromiso de generar la mitad de su electricidad a partir de renovables para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060.
Inversiones millonarias en plantas solares fotovoltaicas
Arabia Saudí está llevando a cabo importantes inversiones en infraestructura solar. El Fondo de Inversiones Públicas, a través de su filial Badeel y en colaboración con Acwa Power, ha aprobado dos plantas fotovoltaicas en Al Shuaibah, con una capacidad de 2.631 megavatios. Estas instalaciones, que entrarán en operación en 2025, representan una inversión de 2,370 millones de dólares y podrán abastecer de energía a más de 45,000 hogares saudíes.
Además, el PIF está desarrollando otros proyectos de energías renovables en el país, con una capacidad acumulada de 8 gigavatios y una inversión de más de 6,000 millones de dólares. Estos proyectos incluyen Sudair, Al Shuaibah 2, Ar Rass 2, Al Kahfah y Saad 2, y su desarrollo se realiza con la participación del sector privado local, contribuyendo al crecimiento económico y la creación de empleo en la región.
El financiamiento detrás de la transición energética saudí
Para financiar estos ambiciosos proyectos, Arabia Saudí ha asegurado préstamos y líneas de crédito de un consorcio de bancos locales, regionales e internacionales. Entre los bancos participantes se encuentran el Saudi National Bank, Standard Chartered Bank y el First Abu Dhabi Bank, quienes han aportado 1,180 millones de dólares.
Además, el Fondo Nacional de Desarrollo saudí ha concedido un préstamo adicional de 450 millones de dólares. Este respaldo financiero refleja la confianza en la viabilidad de los proyectos solares y el compromiso del país en la transición hacia una energía más limpia.
Arabia Saudí, de la dependencia del petróleo a un líder en energía limpia
El caso de Arabia Saudí es un claro ejemplio de cómo los países que históricamente han dependido de los combustibles fósiles están adaptándose a una nueva realidad energética. A través de Vision 2030 y sus inversiones, el país muestra su deseo de ser un referente en sostenibilidad.
Con este tipo de proyectos como Al Shuaibah y Sudair, Arabia Saudí garantiza su seguridad energética y también se prepara para un futuro donde las energías renovables jueguen un papel central en su economía.
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