La distribución de las aguas subterráneas en la Tierra afecta la forma en que se distribuye y equilibra su masa total. Los seres humanos han provocado la migración del polo de rotación más de 76 centímetros en 17 años.
Un estudio reciente ha descubierto que se ha observado que los polos magnéticos se han desplazado en los últimos 17 años. Esto equivale a que la Tierra se inclinó 31,5” más en este período de tiempo relativamente corto. El estudio concluyó que el motivo de esto es la redistribución antropogénica de las aguas subterráneas en todo el mundo.
Los seres humanos bombean y mueven las aguas subterráneas a gran escala por muchas razones: riego agrícola, para suministrar agua potable a los centros de población, usos industriales, producción de energía y control de inundaciones, por nombrar solo algunas. La población del mundo no ha hecho más que aumentar, y el agua es uno de los recursos no renovables más importantes para esa creciente población.
Inclinación de la Tierra
La inclinación de la Tierra es natural, actualmente se encuentra a unos 23,5 grados sobre su eje. Esta inclinación axial característica es responsable de los cambios estacionales que experimentamos en las latitudes medias. Los lugares inclinados hacia el Sol reciben más radiación solar directa, lo que resulta en estaciones más cálidas, mientras que los lugares inclinados lejos del Sol reciben menos durante los meses más fríos.
La inclinación natural de la Tierra determina la estacionalidad del clima en las latitudes medias.
La inclinación de la Tierra cambia de forma natural con el tiempo en un rango de 22,1 a 24,5 grados. Estos movimientos naturales se producen de forma extremadamente lenta, en una escala de tiempo de decenas de miles de años.
El movimiento de las aguas subterráneas afecta al eje de rotación
El estudio de la Universidad Nacional de Seúl utilizó varios modelos informáticos para simular la deriva en la ubicación de los polos en una serie de escenarios. El escenario que más se acercaba a nuestra realidad actual era aquel en el que la redistribución de las aguas subterráneas reflejaba nuestras prácticas actuales, lo que llevó a los investigadores a atribuir esta como la causa más probable.
La distribución de la masa de la Tierra a lo largo del planeta afecta a su comportamiento rotacional. La redistribución humana de las aguas subterráneas alrededor del globo ha alterado efectivamente la forma en que se distribuye la masa de la Tierra a lo largo de su superficie. Además, se descubrió que la redirección del agua en y alrededor de las latitudes medias tiene un impacto más pronunciado en la inclinación de la Tierra.
Efectos en la Tierra
El polo de rotación normalmente se desplaza en una escala de pies por año, por lo que el estudio enfatiza que el riesgo de desequilibrar las estaciones no está en los planes a este ritmo. Sin embargo, en largos períodos de tiempo, la aceleración de la deriva polar ciertamente puede tener impactos climáticos.
En el corto plazo, la redistribución y la posterior deriva polar han contribuido directamente al aumento del nivel del mar en todo el planeta. El aumento del nivel del mar es una amenaza significativa relacionada con el cambio climático para muchas regiones densamente pobladas en todo el mundo. Y como la población del planeta sigue creciendo, la necesidad de redirigir el agua solo aumentará.