La FAA reconoce el impacto de un misterioso objeto contra un motor de un avión a reacción que tuvo que aterrizar de emergencia en Palm Beach
Un avión ejecutivo obligado a aterrizar de emergencia tras impactar contra un objeto a 27000 pies
Tenía que pasar. La FAA (Administración Federal de Aviación) ha reconocido el impacto de un objeto no identificado contra un avión privado en el espacio aéreo de Miami.
El Gulfstream G550, un reactor de negocios fabricado por General Dynamics, había despegado el pasado 11 de diciembre de 2024 del Aeropuerto Ejecutivo de Fort Lauderdale, rumbo al Aeropuerto del Condado de Westchester, en Nueva York. Cuando el avión se encontraba en el espacio aéreo de Miami, en su altitu de crucero, 27.000 pies, el piloto informó haber chocado con un misterioso objeto que provocó un fallo del motor y un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Palm Beach.
Apenas ha trascendido información sobre este grave incidente, aparte de una entrada en el sitio web de la Red de Seguridad de la Aviación de la Flight Safety Foundation y una publicación de Ryan Graves, cofundador y director ejecutivo de Americans for Safe Aerospace, en la plataforma X.
Ryan Graves, que también declaró en julio de 2023 como piloto de la Fuerza Aérea en la histórica audiencia UAP del Congreso de los Estados Unidos destacó en su tweet que el objeto no identificado podría haber sido un dron con características atípicas que operaba en la costa este. Este incidente, por tanto, se suma a la oleada de avistamientos de drones no identificados (drovnis) reportados desde el mes de diciembre de 2024 en New Jersey y otros estados adyacentes descartando que todo sea culpa de la histeria colectiva o de errores de identificación.
Que el accidente haya tenido lugar en un espacio aéreo de clase A, altamente regulado y que requiere planes de vuelo y transpondedores, es preocupante porque a la FAA no le consta ningún plan de vuelo para el misterioso objeto ni los rádares detectaron ningún transpondedor. El incidente, por tanto, subraya la necesidad de tomar medidas respecto a la detección y protocolos de actuación para aumentar la seguridad aérea.
Graves, explicó que el denunciante no era uno de los pilotos del G550, sino un «informante preocupado» ya que la FAA ha minimizado el incidente. Al parecer, el informe se ha clasificado como un ‘incidente’ y no como un ‘accidente’, lo que requeriría un anuncio público, una investigación por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y una explicación”.
La definición de accidente implica situaciones donde hay víctimas fatales o daños sustanciales en la aeronave, mientras que un incidente grave, como la falla de un motor, no siempre califica para una investigación más exhaustiva a menos que se produzcan condiciones específicas, como la liberación de escombros internos del motor.
Según Graves, se pueden eliminar en gran medida la posibilidad de objetos comunes por varias razones:
- Un globo meteorológico habría estado transpondiéndose.
- Esta altitud es demasiado alta para drones aficionados e ilegal para cualquier dron.
- No existe ningún indicador biológico de un impacto con aves.
- El video del motor muestra daños en el metal.
Aunque la FAA no confirmó si investigará la falla del motor del G550, las regulaciones de la Parte 21 de la FAA (21.3(c)(10)) requieren que el titular del certificado de tipo de la aeronave informe sobre fallos de motor. La comunidad aérea y los entusiastas de los fenómenos aéreos anómalos están atentos a cómo se desarrollará esta investigación, considerando el aumento de avistamientos de objetos no identificados en el espacio aéreo estadounidense.