«En su morada de R’lyeh, el muerto Cthulhu aguarda soñando». Así describía H.P. Lovecraft una ciudad sumergida y llena de misterios insondables. Aunque la ciencia no busca despertar a antiguos horrores cósmicos, recientes descubrimientos geofísicos bajo el Pacífico evocan imágenes similares: estructuras desconocidas ocultas en el manto terrestre, donde no deberían estar.
Usando un nuevo modelo, los investigadores descubren zonas en el manto inferior de la Tierra donde las ondas sísmicas viajan más lentamente (rojo) o más rápidamente (azul). La gran zona azul en el Pacífico occidental (justo encima del centro de la imagen) era desconocida hasta ahora. Crédito: Sebastian Noe/ETH Zurich.
Un equipo de investigadores del Instituto de Geología de ETH Zúrich y el Instituto de Tecnología de California ha identificado, utilizando un modelo sísmico de alta resolución, zonas en el interior de la Tierra que desafían la comprensión actual de la tectónica de placas. Estas anomalías, dadas a conocer en un artículo en Scientific Reports, se asemejan a restos de placas tectónicas hundidas, pero están ubicadas en áreas donde no se esperaría encontrar evidencia de subducción, como bajo grandes océanos o en el interior de continentes.
Un misterio geológico bajo el Pacífico
El manto terrestre, esa capa entre el núcleo y la corteza, permanece inaccesible para la exploración directa. Por ello, los geofísicos recurren a métodos indirectos, como el análisis de ondas sísmicas generadas por terremotos. Estas ondas, al viajar por el planeta, son afectadas por las propiedades del material a través del cual pasan, proporcionando pistas sobre la composición y estructura de las profundidades terrestres.
Mediante un enfoque llamado «inversión de forma de onda completa», los científicos analizaron todos los tipos de ondas sísmicas con una precisión sin precedentes, utilizando el supercomputador Piz Daint en Suiza. Este método permitió identificar áreas en el manto inferior donde las ondas viajan de manera inesperada, sugiriendo la presencia de materiales con una composición o temperatura diferente a la del entorno.
Una visión surreal de R’lyeh, la mítica ciudad sumergida donde yace Cthulhu: ecos de un pasado desconocido que resuenan con los recientes descubrimientos en el manto terrestre. Crédito: MysteryPlanet.com.ar.
Por ejemplo, uno de los hallazgos más desconcertantes se encuentra bajo el Pacífico occidental. Según las teorías actuales, no debería haber restos de placas tectónicas allí, ya que no existen evidencias de zonas de subducción cercanas en la historia geológica reciente. Esto plantea preguntas sobre la naturaleza de estas anomalías.
Los investigadores sugieren varias hipótesis: podrían ser zonas ricas en sílice que han persistido desde la formación del manto hace 4 mil millones de años, o acumulaciones de rocas ricas en hierro generadas por movimientos convectivos a lo largo de eones.
La inversión de forma de onda completa revela diversos orígenes de las anomalías positivas en la velocidad de las ondas en el manto inferior. Crédito: T. Schouten et al.
El profesor Andreas Fichtner, quien lideró el desarrollo del modelo, compara el hallazgo con un médico que, tras décadas de usar ultrasonidos, descubre una arteria en un lugar insospechado. «Es como si tuviéramos que reescribir el mapa interno del cuerpo humano», explicó.
El futuro de la exploración del manto
Para los investigadores, este es solo el comienzo.
«Apenas estamos arañando la superficie del enigma del manto terrestre», comentó Thomas Schouten, autor principal del estudio. Según él, se necesitan modelos aún más avanzados para comprender mejor las propiedades del material que genera estas anomalías.
La Tierra, como una novela lovecraftiana, guarda secretos que desafían nuestra comprensión. Bajo el vasto océano Pacífico, quizás se esconde no un primigenio dormido, pero sí un capítulo perdido en la historia de nuestro planeta, esperando ser revelado.
Fuente: EHTZ. Edición: MP.
¿Un mundo perdido bajo el Pacífico? Nuevos hallazgos desafían las leyes de la tectónica de placas