Al principio fue la palabra, sí, pero exactamente ¿dónde? El año pasado, Quentin Atkinson, un antropólogo cultural de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, propuso que la cuna de la lengua podía estar localizada en el suroeste de África. El informe, que apareció en Science, fue sacado por los medios de comunicación y causó algo de sensación. Sin embargo, el lingüista de LMU, Michael Cysouw, publicó un comentario en Science, donde afirmaba que la impecable hipótesis «Desde África» sobre el origen del lenguaje no está lo suficientemente apoyada, según los datos presentados. La búsqueda para el sitio de origen del lenguaje aún sigue estando muy viva.
Atkinson basaba su afirmación en un análisis comparativo del número de fonemas que se encuentran en alrededor de 500 idiomas de hoy en día los. Los fonemas son las unidades de sonido más básicas (consonantes, vocales y tonos) que forman la base de la diferenciación semántica de todas las lenguas. El número de fonemas usados por los lenguajes naturales es muy variable. Atkinson, que es biólogo y psicólogo de profesión, descubrió que los niveles más altos de diversidad de fonemas se produjeron en las lenguas habladas en el suroeste de África. Es más, de acuerdo con su análisis estadístico, el tamaño del inventario de fonemas de un lenguaje tiende a disminuir con la distancia desde el punto de partida.
Para interpretar este hallazgo Atkinson invocó un paralelismo desde la genética de poblaciones. Los biólogos han observado un efecto análogo, donde la diversidad genética humana descubierta disminuye con la distancia desde África, el origen de nuestra especie. Esto se atribuye al llamadoefecto fundador. Conforme las gentes fueron emigrando desde el continente y los pequeños grupos continuaban dispersándose, cada uno de ellos, inevitablemente, llegó a representar una fracción cada vez menor de la diversidad genética total presente en la población africana en su conjunto.
Entonces, ¿el efecto fundador tiene un papel igual de importante en la dispersión y la diferenciación de las lenguas? Michael Cysouw considera el hallazgo de Atkinson como «artificial». Cysouw, cuyo trabajo es financiado por una beca otorgada por el Consejo Europeo de Investigación (CEI), encabeza un grupo de investigación que hace estudios cuantitativos de lingüística comparada en la facultad de Lenguas y Literaturas de LMU. Según dice, en principio no pone objeción alguna a la utilización de métodos tomados de otras disciplinas para hacer frente a las preguntas de lingüística, pero que existen problemas derivados de una aplicación inapropiada.
Por ejemplo, se encuentra con que si el método de Atkinson se emplea para examinar otros aspectos del lenguaje, como la construcción de oraciones subordinadas o el uso de la voz pasiva, los resultados «no apuntan en la misma dirección». De hecho, en su artículo en Science, Cysouw y sus coautores Steven Moran (LMU) y Dan Dediu, del Instituto Max Planck de Psicolingüística, en Nijmegen, muestran que, dependiendo de las características consideradas, el método de Atkinson coloca el sitio de origen del lenguaje en el este de África, o en el Cáucaso, o en cualquier otro lugar. Y como apunta Cysouw, los lingüistas han intentado desde hace mucho tiempo descubrir el origen del lenguaje mediante el análisis de los patrones de distribución de los idiomas. El problema es que este tipo de relaciones se pueden remontar de forma fiable tan sólo a hace unos 10.000 años.
Referencia: ScienceDaily.com, 15 febrero 2012
Fuente: Ludwig-Maximilians-Universität München.
Journal Reference: M. Cysouw, D. Dediu, S. Moran. Comment on «Phonemic Diversity Supports a Serial Founder Effect Model of Language Expansion from Africa». Science, 2012; 335 (6069): 657 DOI: 10.1126/science.1208841.
Pedro Donaire
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