Un grupo de científicos, filósofos y ecólogos internacionales ha elaborado una declaración de derechos de los delfines que, en caso de ser aprobada en calidad de nueva ley, evitará que se apresen animales para su cautiverio en zoológicos y los protegerá de los frecuentes ataques por parte de los pescadores.
Los delfines y las ballenas son tan inteligentes que se les debe conceder «derechos humanos», aseguran los expertos.
Así, en el marco de una conferencia en la ciudad canadiense de Vancouver, fueron presentados estudios que demuestran cuánta conciencia de sí mismos tienen estos grandes mamíferos marinos, su capacidad de comunicar, reconocerse en el espejo, penar por sus crías muertas e incluso ayudar a los pescadores por un poco de comida.
El documento indica que cada especimen tiene derecho a la vida y que nadie puede ser el propietario de estas criaturas ni realizar ningún tipo de acción que viole sus derechos y libertades.
Los autores de dicha declaración son conocidos como ‘El grupo de Helsinki’, en el cual se encuentran los miembros de la Asociación Británica Conservacionista de Ballenas y Delfines.
Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/medioambiente_espacio/issue_36509.html
Apaludo la iniciativa y me sumo a ella. Quizá algún día consigamos que se reconozcan a todos nuestros hermanos como lo que son: seres libres con derecho vivir la vida como les plazca a ellos, no a nosotros.
Estoy de acuerdo los DELFINES son HUMANOS EN EL MAR, quiero votar por la iniciativa DETENGAN EL ABUSO A LOS DELFINES
He pasado años nadando con delfines y ballenas.
La gente desconoce hasta qué punto se humanizaria la salvaje especie humanoide si se tomaran la molestia de conocer al prójimo en general y a ciertas especies en particular, especialmente, la familia de los calderones o globicephalas.
Ellos sí que merecen el calificativo de HUMANOS ejemplares.
Somos tan mezquinos que, envidiosos de sus cualidades como seres libres, pero solidarios y de profunda inteligencia y sensibilidad, deben ser secuestrados de Su mundo tridimensional sin fronteras, causando varias muertes en el proceso de captura y dejando traumatizados al resto de la comunidad familiar, de hasta algunos miles en algunas especies.
Acto seguido, se les sentencia a cadena perpetua, no por sus delitos, sino por los nuestros y se les condena a trabajos forzados de por vida, no por Su dinero, sino para enriquecer a Su secuestrador y so pena de no comer suficiente o morir simplemente de pena.
Hay docenas de razones, de mayor calado, si cabe, para dejar de torturar a estas especies que poseen un mayor cerebro que el nuestro y al resto de especies en general, pues quien no aprende a ponerse en camisa ajena, voluntariamente, está autocondenado a ponerse en ella, de un modo u otro.
Las paradojas son algunas de las claves de la «inteligencia humana», pero quizás no sean exclusivo patrimonio los pretendidos y pretenciosos «sapiens»…
Salud y Amor.
Luzbel, un saludo, tienes un nombre un poco atrevido, recuerda que Luzbel es convertido en Satanás y luego se disfraza de Luzbel cuando quiere manipular a la gente, lo digo en broma.
Te apoyo al 100%, y también a los que defienden el derecho de los delfines, pero no solo porque sean delfines o se crea/demuestre que tienen cierto tipo de inteligencia. Desde mi punto de vista, cualquier ser, inclusive sin inteligencia tiene derecho a vivir tranquilo y en paz.
Un animal (cualquier animal) es un ser tan indefenso ante nuestra tecnología e inteligencia que es inhumano hacerle daño.
Ojala no llegue el día en que nos encontremos con una raza superior que nos trate como nosotros los «humanos» tratamos a los animales, aunque ya hemos hecho bastantes méritos para que así sea.
Un gran saludo
Sergio
Sergio, un saludo, hermano.
Sabes que la palabra no es la cosa, aunque sólo sea por tantos miles de años siendo manipuladas por los vencedores de las guerras, que han sido casi siempre, los más sanguinarios. Hasta la propia palabra manipular Lo está, ya que, en principio, sólo significa utilizar con las manos u operar con ellas.
La guerra representa el más horrendo fracaso como especie, ya que no merece los apelativos que se supone nos diferencian de los animales: Humana e inteligente. O, se trata sólo de ciencia y tecnología sin alma?
«No existe auténtica Razón, sin co-Razón ni Ciencia sin Con-Ciencia»
Luzbel y Su arquetipo fueron «manipulados» ya desde el Concilio de Nicea (si no me confundo ahora) en el siglo IV, cuando Constantino agrupó algunos textos bíblicos y descatalogaba otros como apócrifos. Una sesgada interpretación de un antiguo texto sumerio-babilonio condenó a Luzbel a los infiernos.
En todo caso, los infiernos son creaciones mentales personales, de modo que allá cada uno con las suyas 😉
No bromeo con irreverencias. Mi propia hija se llama así.
Sobre los animales; es obvio que comparto Lo que dices, pero me preocupa antes el hecho de sólo sea una muestra de Lo que hacemos con nosotros mismos. ¿Cuán bajo queremos o necesitamos caer? ¿Sólo LUZBEL conoce la respuesta?
Salud y Amor
La mejor manera de que aprendan o acaben de interiorizar aquellos que no saben o están ajenos a las especies que les rodean, es mostrar o exponer algunos ejemplos gráficos sobre experiencias. Luzbel, si tuvieses alguna experiencia concreta para contarnos, por lo menos yo, te lo agradecería profundamente, ya que no es lo mismo hablar de lejos que comentar de cerca. Sé lo gratos que deben ser los delfines y no porque haya estado junto a ellos, mis experiencias son otras.
Sin embargo, y como contrapartida a la iniciativa comentada en el artículo lo que expongo es lo siguiente:
Hay algo gris y triste tras esto, si tenemos en cuenta lo muy respetados que están los derechos humanos, imaginemos los de los delfines.
No necesitaríamos declarar derechos (inexistentes) si existiese el respeto por la Naturaleza y sus Seres vivos. Eso llamado «derecho» es algo inherente a todo ser vivo, también lo es su libertad, nuestra libertad y nuestro respeto y el suyo.
Toda declaración es triste e improcedente ya que estamos intentando que entre por ley o leyes lo que debiera ser algo totalmente natural e inherente al ser humano. Por eso hemos de luchar, para liberar a la especie humana de su necedad y ceguera.
Yo he aprendido a «entender» lo que me piden sin palabras mis perros, sé lo que les pasa, y sobre todo, ellos saben lo que ocurre en mí y a mi alrededor. Es un lenguaje completamente distinto, pero sí, podemos comunicarnos con absolutamente todas las criaturas, sobre todo a nivel mental o telepático. Ya que si falseamos nuestros pensamientos lanzando mensajes que no sentimos, entonces ellos van a percibir de igual forma lo que sentimos y no lo que pensamos.
Ana, herm-Ana 😉
Namaste.
Sabes que comparto todo Lo que dices.
La telepatía no sólo es posible con animales, ¡sino hasta con personas! 😉
En serio, es mucho más fácil con animales.
Aunque parezca mentira, somos más infantiles que ellos. Nos pasamos la vida jugando sin distinguir el «Juego» de la «Realidad», pero ambos son compatibles con la telepatía.
Si te interesa, te puedo contar historias que Lo demuestran, pero no sé, cuándo ni como.
Salud y Amor.
Hola Luzbel, muy bueno lo tuyo, me gustan también tus aclaraciones con respecto a algunas palabras, yo lo suelo hacer con frecuencia, como lo de herm-ana, término que te agradezco con toda el alma.
Me interesan tus experiencias, porque sólo de las experiencias podemos sacar buena luz respecto a los hechos. Son las experiencias las que demuestran lo invisible. O sea que si te apetece y estás de acuerdo me gustaría recibir más cosas tuyas, que no sólo van a ser para mí, sino para tod@s.
Me gusta tu línea de pensamiento, creo que eres una gota más de luz dentro de este mar inmenso.
Recibe mi abrazo de luz
Herm-Ana,
Procuraré que el globo de mi ego que acabas de hinchar, se desinfle como una ventosidad inocua al pincharla con esta irreverencia que espero disculpes.
Llevábamos ya algunos meses, pocos, bañándonos con los calderones tropicales, pues la pareja de biólogos Heimlich-Boran que me habían contratado, hacían una tesis doctoral para Cambridge sobre estos animales, entonces poco conocidos, en 1990 (poco más ahora).
El comportamiento descrito por Mark Carwardine, uno de los más famosos biólogos marinos, especialista en cetáceos, también amigo mío y a la sazón, autor de la mejor guía de campo sobre cetáceos, era, en general, de indiferencia hacia bañistas o barcos en las proximidades. Y en efecto, ese era su proceder cuando nos tirábamos frente a un grupo. Nos rodeaban a cierta distancia segura por los flancos y por abajo (suelen rastrear o escanear el fondo entre 800 y 1200 metros) y seguían su marcha, pausada pero sin detenerse. Sólo los delfines, se muestran muy confiados con los barcos, sobre todo los oceánicos, otra cosa es en el agua, pero otro día te contaré lo que le sucedió a mi compañera, embarazada de 4 meses y medio, con ellos en el mar.
Pues bien, un día, avistamos un par de calderones cuando navegaba con algunos turistas. La mar estaba en calma y ¡sorpresa!, por primera vez, los dos calderones, se abalanzaron sobre el barco y comenzaron a restregarse y a jugar ostentosamente, a pesar de no ir en un gran grupo que es lo normal y les da seguridad y de tratarse una hembra con un juvenil desarrollado. Ella mediría alrededor de los 4 metros y unos 600 Kgs. y la «cría» unos 3 metros y unos 300 Kgs.
Lo normal es tener un elevado instinto de protección maternal y de eso va la anécdota de mi mujer, así que el ver esa nueva actitud, no dudé en echarme al agua. Pero no estaba preparado para lo que sucedió, pues hasta entonces, los calderones pasaban de largo ignorándonos, de modo que cuando los vi acercarse de frente, con sus enormes cabezas, llenas de dientes afilados, me encogí hasta hacerme como pulgarcito. Les ofrecí mis aletas por darles algo con qué entretenerse, si las mordían, mientras yo intentaba ganar el barco. Entonces me acordé de una anécdota que me ocurrió con dos perros en una obra abandonada que me rodeaban con aviesas intenciones y de como tragué saliva para cambiar el chip del miedo por el de la confraternización, por así decirlo. De suerte que me dí la vuelta y comencé a jugar como un crío subnormal, dando volteretas en el agua y haciendo ruidos y balbuceos como un padre ajilipollado con su bebé. Tras unos instantes, me detuve y vi por el rabillo del ojo, que ellos también estaban dando volteretas y soltando burbujas por el espiráculo. en un momento perdí a la madre de vista y cuando la avisté de nuevo, se dirigía como un torpedo desde el fondo hacia mí. El miedo me paralizó de nuevo, pero ella, frenó y suavemente se puso a mi lado, separada por 30 cm., sacó su enorme cabeza fuera del agua, en lo que yo llamo «periscopear» o en Inglés: «spy hopping» y se quedó así, ofreciéndome lo mas tierno de su vientre, como un perro panza arriba, lo que para mí fue una eternidad, (en esa posición no suelen estar mas de tres o cuatro segundos). Tuve tiempo de tocarla tres veces. Tres veces mi mano se posó a solo un par de milímetros de su piel, pero nunca me atreví a hacerlo por un estúpido complejo de autorrepresión y temor a romper aquel encantamiento. Así que la calderona, aburrida, decidió darse la vuelta y yo también.
Las moralejas se las dejo a cada un@.
Salud y Amor
Luzbel, me has hecho pasar un rato de lo más divertido viéndote nadar al lado de esas criaturas. Viendo tus peripecias y chapotear como un cahorro.
Yo también me hubiese acongojado, te lo prometo, pero como tú dices, esas oportunidades son de Oro, qué hermoso ese comportamiento, más a más cuando ni te lo esperabas, jolín, es que son moles y por más que lo quieras contener algo te sube por la garganta. Ya te estoy viendo nadando a toda pasta, mirando patrás y dándoles a morder la punta de las aletas.
Me encantaría que me contases lo de tu compañera embarazada, porque estoy supersegura de que los delfines sabían que ella tenía una cría dentro. ¿A que sí? Lo detectan de inmediato.
PD: Sobre eso de la telepatía con los humanos, a veces la practico para divertirme, como un día, en que estando en el cajero del banco sacando todos mis céntimos, como es mi costumbre, dejando la cuenta a cero, había una señora mayor hablando por teléfono con algún amigo suyo, quien le había pedido consejo sobre cómo hacer unas lentejas. De esa guisa también me enteré yo de cómo las cocinaba ella, en fin, lo típico, fue relatando ingredientes, pero ingredientes fuertes, como choricillo y cosas parriba. De repente estuve pensando fuerte: «Y zanahoria»… Y así fue, sin más ni más, le dijo al paisano: «Y zanahorias», cosa que en el potaje que aliñaba no cuadraba nada de nada… Me empecé a reír, creo que se me escapó y todo, igual que ahora cuando lo recuerdo.
Si fue una casualidad entonces fue una divertida casualidad, pero no lo creo.
Un beso y no dejes de llamarme herm-ana.
Hermes- Ana, vale, accedo, pero a cambio, te pido que para nada se te ocurra llamarme: Herm-Ano 😉
Tienes razón, tardaron una fracción de segundo en acercarse 4 ó 5 morros a escasos centímetros de… ¡Su barriga!
A mí, en cambio, me rehuian.
En cuanto al encuentro que te he relatado, no huí de ellos, simplemente me di la vuelta cuando vi que el momento mágico había pasado y no Lo había aprovechado. Tampoco podía dejar el barco solo demasiado tiempo.
¡Ah!…, el Tiempo…
Salud y Amor
Esta es una iniciativa nacida ante los escesos y la crueldad con que golpeamos, lesionamos y le abrimos el cráneo, en vivo, a estas criaturas
cuando actuamos como pescadores, los encerramos entre botes y los
cazamos con métodos cavernícolas.
Si hacemos esto con estos animales de mar, que no haremos en una guerra
contra Irák, Afanistán o contra Irán, aunque tengamos razones meritororias?
Excelente la gestión, ojalá se concrete a corto plazo y agrupe a la mayor can
tidad de animales, como por ejemplo el caballo que tanto hacompañado al
Hombre en su Historia.(Mi Reyno por un caballo, dijo Ricardo III).-
Hace un par de años tuve la suerte de ser testigo de la extrema sensibilidad de los delfines y me quedo un mal sabor de boca a pesar de que estaban haciendo una tarea magnifica con niños discapacitados psiquicos.
No se como sabian que los niños tenian un handicap pero lo sabian, se dejaban hacer, se dejaban pegar manotazos, no se ponian nerviosos ante los movimientos de los niños y todo ellos moviendose con extrema suabidad para no causarles ningun daño.
Estos animales no deberian estar en cautiverio jamas, sea por la razon, no se lo merecen.
Creo que ningun animal deberia estar en cutiverio a excepcion de los que no puedan valerse por si mismos y los que decidan libremente convivir con personas, que los hay.
Alex, hermano,
Tú Lo has dicho. Ningún Ser debe Estar cautivo de nadie, salvo, quizá, quien se Lo busque con plena conciencia y/o merecimiento.
Y aún en ese caso, la piedad y la compasión deben ser atributo de quienes se suponen seres evolucionados. La palabra es: PERDÓN : …
Salud y Amor
Apreciado her-mano Luzbel (no me maldigas por favor, por la gracieta, eh?), me mandas buenas sintonías, pero que muy buenas, me has hecho reír a buenas horas de la mañana de por aquí, a pesar de que por mi entorno reina la confabulación de no sé qué y que amenaza o con que se oculte el sol o con que hoy reciba una bronca espectacular por no haber podido presentar un trabajo a tiempo. Te quiero.
Bueno, dicho lo dicho, te contesto aquí abajo porque ya no hay más opción a contestar por arriba. Que sepas que no te considero cobarde, ni mucho menos, pero la escena en mi mente reinó como muy divertida, viéndote correr (a brazo partido), dando aletazos y los calderones detrás.
Imagino que habrás tenido muchas experiencias ahí en las aguas oceánicas y bajo el mar. Deben ser experiencias preciosas, sé de gente que se siente más identificada con el agua que con la tierra, y si por ellos fuese vivirían siempre ahí dentro de ese líquido.
Oye, qué sentísteis cuando los delfines se acercaron al bebé de tu compañera, debió ser un momento único y de pasmo. No sé por qué la gente es tan burda de clasificar al Reino animal como algo de usar y tirar y cuando no a exterminar. A mí se me abren los pulmones de felicidad cuando percibo algún acercamiento por parte de esos pequeños hermanos, sean de la especie que sean (te miento si incluyo a los mosquitos), me refiero a los un poco más grandes que una cucaracha o una mosca. Disfruto como una imbécil cuando consigo algún tipo de acercamiento cuando percibo que algún animal quiere comer y no encuentra la manera de hacerlo, por ejemplo. Los gorriones, esa cosilla tan espabilada, sobre todo si son campestres, que son más desconfiados, me sucedió con ellos hace un tiempo cuando vivía en otro lugar más rústico, que los veía que querían comer pero a éstos sí que no les encontraba el lugar dónde ponerles, ya que en el suelo no se acercaban por los perros y porque los perros acuden primero ellos a comerse lo que sea, y donde les ponía en alto no acudían, como temiendo que fuese alguna trampa; al final y tras rascarme la cabeza, como vulgar humana, encontré un lugar propicio a media altura coloqué un tablero a modo de repisa entre un par de ventanas, y eco, allí acudían a tirar la comida, a comer y a gorronear que se dice. Era curioso, dada la desconfianza, primero llegaba uno y se posaba en una rama cerquita observando, luego se atrevía a bajar, lo hacía un par de veces, y luego viendo el terreno libre, zás! en grupo cuatro o cinco más, sí era curioso. Por eso que el que un animal que por natural desconfía de nosotros se acerque hasta donde estamos, es casi un milagro de comunicación. Me olvidaba comentarte que donde habían cuatro o cinco gorriones, éstos se fueron a chivar por la zona y luego hicieron dormitorio en un olivo, no sé si habría más de cuarenta… Después no sé lo que ocurrió porque yo tuve que marchar del lugar.
Un abrazo muy grande, y a ver si tienes más cosillas por ahí escondidas, que seguro que sí. Me encanta conversar contigo.