¿Está EEUU en declive? Es la pregunta del momento en geopolítica. Por el ascenso de China y por el multilateralismo al que cada vez parecen más obligados los norteamericanos. Una de las respuestas más completas al interrogante la da Zbigniew Brzezinski en su último libro, ‘Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power’. El conciso estilo del veterano estratega -es lugar común mencionar que fue consejero de seguridad con Jimmy Carter, aunque sus méritos exceden esa presidencia- produce un ensayo relativamente breve (192 páginas de texto), pero muy intenso.

EXCEPCIÓN EN LA HISTORIA. A la pregunta del declive, Brzezinski responde cambiando el enfoque. No es que EEUU esté en crisis, es que lo está el concepto mismo de potencia global dominante, que ya de por sí era un concepto nuevo en la historia. “EEUU es la primera, la única y la última verdadera superpotencia global”. “El mundo es hoy es mucho menos susceptible de dominación por una sola potencia, incluso por una tan poderosa militarmente e influyente políticamente como EEUU”. Que Washington tenga que ceder a otros algunos espacios, por tanto, no sería propiamente declive, sino acomodo a una nueva era de mayor pluralidad de potencias, donde nadie tendrá la absoluta preponderancia que ha tenido EEUU, ni siquiera China.

SI EEUU FRACASA, EL CAOS. Otra cosa es que EEUU pueda entrar en crisis, algo que, a pesar de las trayectorias de otros imperios, “no está preordenado”. Brzezinski repasa las carencias que está demostrando EEUU, recuenta también sus fortalezas y concluye que el futuro del país está en manos de los propios estadounidenses, no de los chinos. Es más, advierte que un mundo sin EEUU como gran potencia, “no sería chino, sino caótico”, algo que también perjudicaría a la misma China. “El declive de EEUU contribuiría inevitablemente a un aumento de la frecuencia, alcance e intensidad de los conflictos regionales”.

FUTURO: UNIR UE, TURQUÍA Y RUSIA. “Una renovación del dinamismo doméstico de EEUU es posible si EEUU puede modelar un Oeste más grande y más vital, trabajando en unidad de intención con Europa, ampliando ese Oeste a Turquía y Rusia”. Esa es la propuesta estatégica más novedosa y central que aporta el libro, también la que más puede cuestionarse, pues algunos de sus elementos se antojan casi fantásticos: ampliar Occidente manteniendo la actual vinculación de EEUU con la UE y extendiendo la alianza de ésta, con Turquía como miembro, a Rusia. Se crearía un ‘marco formal’, con hipotética sede en Kiev, que iría de Vancouver a Vladivostok (esta sería la ciudad europea en el Asia-Pacífico).

PAPEL DUAL DE EEUU. Todo ese Occidente haría contrapeso al sur y este de Asia, donde EEUU mantendría como estrechos aliados a Japón y Corea del Sur, mientras que debería aceptar tácitamente la preeminencia de China en Asia continental. Brzezinski concluye que EEUU tedría un papel dual: “promotor y garante de una mayor y más amplia unidad en el Oeste; equilibrador y conciliador entre mayores potencias en el Este”.

[‘Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power’, Zbigniew Brzazinski. Basic Books, Nueva York, 2012. 208 págs.]