Sin embargo, aparte de conocerse cuáles eran los dos ingredientes básicos, la cebada y el Triticum dicoccum (conocido, entre otros nombres populares, como escanda), no hay datos sólidos sobre casi nada más. A efectos prácticos, el producto elaborado por los sumerios está rodeado de misterio, tal como valora un estudio reciente.
A pesar de que bastantes hallazgos indican una temprana afición de aquellas gentes por las bebidas a base de cereales fermentados, ha resultado difícil reconstruir los antiguos métodos de elaboración.
El último estudio realizado por Peter Damerow, del Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia en Berlín, historiador de la ciencia y experto en escritura cuneiforme, tristemente recién fallecido en el momento de escribir estas líneas, es un cuidadoso análisis de las tecnologías sumerias de elaboración de lo que se cree que fue la cerveza de los sumerios. Sin embargo, el propio Damerow ha dejado expresadas sus dudas de que esa bebida que tan popular fue en tiempos de la civilización sumeria fuese realmente cerveza.
Aunque muchos de los textos cuneiformes de más de 4.000 años de antigüedad contienen registros de entregas de Triticum dicoccum, cebada y malta para fabricar una bebida, así como documentación de las actividades, casi no hay detalles sobre recetas o procesos específicos de elaboración. Según Damerow, los textos administrativos fueron muy probablemente escritos para un público que ya estaba familiarizado con los detalles de la elaboración de la bebida. O, dicho de otro modo, los escribas no pretendían informar sobre los procesos de elaboración a lectores del futuro distante.
Además, los métodos usados para registrar esta información difieren dependiendo del lugar y del período de tiempo. Asimismo, los registros y cálculos no se basan en ningún sistema numérico uniforme. En vez de ello, los burócratas sumerios usaban sistemas numéricos distintos, dependiendo de la naturaleza de los objetos a ser contados o medidos.
Ésta y otras muchas vaguedades que Damerow examinó, le llevaron a dejar escrito en su último artículo académico sobre el tema que, dado el limitado conocimiento hoy disponible sobre los procesos de elaboración de la bebida sumeria, no se puede asegurar ni tan siquiera que el producto final contuviera alcohol.
Gracias Maestro Viejo¡¡¡