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En caso de un posible ataque lanzado desde EE. UU. e Israel, Irán podría hacer frente a sus adversarios en su misma retaguardia. De hecho, los expertos creen que Afganistán se encuentra entre los aliados que tiene Teherán alrededor del mundo y que lo apoyarían en un eventual conflicto armado con Occidente.
Mientras en Israel y EE. UU. se discute cuándo y cómo violar el derecho internacional atacando a Irán y a los centros neurálgicos de su programa nuclear, Teherán busca y encuentra aliados, y no sólo cerca de sus fronteras.
La politóloga Susana Halil recuerda que, pese a las diferencias culturales, Irán logró ampliar sus relaciones con varios estados latinoamericanos, tales como Ecuador, Venezuela y Bolivia.
Además, la experta recalca que, sobre la base de la lucha antiimperialista y contra las injerencias de la OTAN en países soberanos, podrían hacer frente común con Irán naciones de África y Asia.
De hecho, Halil destaca que otro aliado de Irán podría ser Afganistán, que “está siendo ocupado” por Occidente, y donde vive un 20% de la población chiíta, la misma rama del islam a la que pertenecen la mayoría de los iraníes.
Esta idea es compartida por algunos medios, que indican que las tropas internacionales que ocupan Afganistán, entre ellas las de EE. UU., son más vulnerables a los ataques, y que si se produjera una eventual agresión contra la República Islámica, Teherán podría usar sus influencias en Kabul para oponerse allí a Washington.
La posible respuesta asimétrica de Irán contra un ataque estadounidense-israelí podría degenerar en otro tipo de escenarios, según medios y especialistas. Así, Teherán podría aprovechar sus fuertes lazos con las comunidades chiítas de diferentes países del Golfo Pérsico, incluidos aliados árabes de EE. UU. No en vano, Irán goza de gran influencia entre los chiitas de Irak, donde esta comunidad ha consolidado su influencia tras el asesinato de Saddam Hussein, y en Bahréin, donde el 70% de la población es chiíta y donde se halla la Quinta Flota de la Armada de EE.UU.
Mientras los expertos discuten cómo podría Irán hacer frente a una injerencia extranjera, las autoridades de EE. UU. siguen tratando de crear una imagen negativa de la República. Ayer la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, aireó la sospecha de que Irán tiene algo que ver con los narcotraficantes de América Latina, aunque aseguró que Washingtion aún «no ha encontrado la información que verifique» estas ocusaciones. Además, la secretaria se refirió una vez más al supuesto complot iraní contra las embajadas israelíes y el atentado fallido contra un embajador saudí, acusación que nunca se apoyó en pruebas concluyentes.
Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_36885.html