Indígenas brasileños cedieron sus derechos sobre 23.000 kilómetros cuadrados de tierras en la Amazonia a una empresa irlandesa que es una de las líderes en el mercado mundial decréditos de carbono.
Según revela el diario brasileño ‘O Estado de Sao Paulo’, la compañía Celestial Green Ventures compró las tierras de la etnia Mundurucú en el norteño estado de Pará en el marco de su política de negocios dentro del mercado mundial de créditos de carbono.
Las autoridades temen que la compra, por 120 millones de dólares que no contó con el aval de toda la tribu, y la cesión de los derechos atenten contra la biodiversidad y el desarrollo de ese pueblo indígena, por lo que actualmente está siendo investigada por el Gobierno brasileño.
¿Camino a la biopiratería?
La presidenta del país, Dilma Rousseff, advirtió que ese tipo de negocios «puede impedir el desarrollo de la región y abrir el camino a la biopiratería», teniendo en cuenta que el contrato de 30 años le impide a la comunidad indígena la extracción legal de madera y los cultivos agrícolas.
Otra de las cláusulas cuestionadas del acuerdo es la de libre acceso de la compañía a estos territorios, a donde está prohibida la entrada incluso del propio Ejército del país.
En total, la empresa irlandesa tiene 16 proyectos en la Amazonia brasileña, que equivalen al doble de la superficie de Portugal y suman casi 200.000 kilómetros cuadrados. La estatal Fundación Nacional del Indio registró treinta contratos similares entre etnias indígenas y empresas europeas dedicadas a la comercialización de créditos de carbono.
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