El Ministerio de Educación de Egipto elaboró un decreto que obliga a los directores de las escuelas secundarias a seguir atentamente el aspecto exterior de los profesores en su puesto de trabajo. La decisión correspondiente fue enviada a todos los centros de enseñanza del país.
«Los profesores deben dar un buen ejemplo a sus alumnos, incluso con su apariencia», se dice en el documento divulgado.
En este sentido, a las profesoras se les prohíbe ir al trabajo en ‘jeans’ ajustados, así como llevar cadenas de oro o plata y masticar chicles. En cuanto a los hombres, se les prohíbe estrictamente llevar brazaletes. Además, todos los profesores deben evitar peinados «extraños» para «tener un aspecto decente» ante sus escolares.
Al mismo tiempo, a las chicas estudiantes de secundaria se les permite ir a los exámenes con el niqab, la típica prenda musulmana que oculta completamente a la mujer tras una ancha túnica y solo tiene una pequeña abertura para los ojos. Anteriormente, estaba estrictamente prohibido llevar el niqab en los colegios y escuelas.
Entre tanto, no se informa de si estas innovaciones están relacionadas de alguna manera con la victoria de los islamistas en las elecciones parlamentarias que se celebraron a principios de este año en Egipto. En aquel entonces en la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja del Parlamento egipcio) los islamistas ganaron más del 70% de los votos.
Tras las elecciones un representante del partido salafista (rigoristas islámicos), Al Nour, que refleja las ideas de los musulmanes más conservadores de Egipto, encabezó el Comité de Educación en este país árabe.
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