En la interpretación del video los analistas deducen que el equipo de la CNN coordinó con los saboteadores con anticipación para poder filmar el ataque dinamitero contra la conductora de combustible y enviarlo a su canal, lo cual constituye un acto de complicidad con un acto terrorista, sostuvieron.
En el sonido de la grabación se escuchan las voces del fotógrafo de asuntos de seguridad de la CNN Tim Crockett y de la reportera Arwa Damon cuando le preguntan al camarógrafo Neil Hallsworth si se encontraba bien al notarlo sofocado por el humo del sabotaje, y si necesitaba asistencia médica.
Según una fuente consultada por Prensa Latina, las autoridades sirias revelaron que Hallsworth es, en realidad, un excomando de los infantes de marina, ya licenciado, quien participó en la guerra contra Irak y fue contratado por la CNN para entrar clandestinamente en Homs.
Los comentaristas de la televisión siria advierten que mientras Damon reportaba a la CNN desde un escondite seguro en Homs que el Ejército sirio atacó el oleoducto se pasaban las imágenes de la explosión y la destrucción resultante en vivo desde la cámara que operaba Hallsworth, la cual aparentemente fue colocada en el sitio apropiado un día antes del sabotaje.
La televisión siria hizo anteriormente una comparación similar entre una información de otro reportero de la CNN Danny Dayem quien alegó que la localidad al-Khalidiyeh, también en Homs, estaba siendo bombardeada por fuerzas sirias, y una grabación del propio Dayem en la que se ve coordinando los efectos de sonido de disparos y bombardeo con su equipo para adjuntarlo al video.
Ante las críticas que suscitó en algunos medios estadounidenses tal fabricación, la CNN se vio obligada a realizar una entrevista a Dayem, a quien presentó entonces como un activista y no como un periodista de su personal, y borró una foto de él tomada con el equipo de ese servicio que estaba actuando clandestinamente en Homs.
Anoche, la televisión siria hizo la primera presentación de estas revelaciones y desmintió que el gobierno le hubiera negado a la CNN permisos para entrar de forma legal al país, como alegó ese medio para justificar la entrada ilícita de reporteros y camarógrafos por la frontera desde el Líbano, utilizada también para la infiltración de grupos armados y pertrechos de guerra.
El medio mostró copia de la documentación de acreditación a dos equipos de ese servicio televisivo estadounidense. Uno de ellos que encabezó el periodista Dominic Robertson, del buró de la CNN en Londres, quien estuvo en Siria a mediados de enero.
Incluso, las autoridades le dieron al equipo de Robertson libre acceso a zonas conflictivas en Damasco Campo, y estuvo en Homs el día que un grupo armado atacó a una delegación de periodistas extranjeros y mató al reportero francés del canal 2 de la televisión estatal de ese país Gilles Jacquier e hirió a otras 25 personas en el barrio Ekrima.
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