Marco Polo estuvo realmente en China

Un minucioso estudio de nueva fuentes chinas llevado a cabo por el sinólogo Hans Ulrich Vogel, de la Universidad de Tubinga, desmiente la afirmación de que el viajero más famoso de Venecia nunca llegó a China.

Se ha dicho que, Marco Polo en realidad no fue a China, que simplemente cimentó su información al respecto de sus viajes al Mar Negro, Constantinopla y Persia, y por su conversaciones con los comerciantes y lecturas de los ahora perdidos libros persas. Sin embargo, Marco Polo sí estuvo en China: Con las nuevas evidencias de monedas, sales y rentas (Brill Verlag), Hans Ulrich Vogel, profesor de estudios chinos en la Universidad de Tubinga, ha puesto su justo valor a tales rumores. Comenzó con una revisión exhaustiva de los argumentos a favor y en contra, y continuó con las evidencias literarias relevantes en chino, japonés, italiano, francés, alemán y español. El resultado es convincente: a pesar de unos pocos y bien conocidos problemas con los escritos de Marco Polo, que son apoyados por un número abrumador de relatos verificados sobre China, que contienen una única información dado durante siglos.

Desde mediados del siglo XVIII, se han venido planteando dudas  sobre la presencia de Marco Polo en China. Los escépticos señalaban que Marco Polo no mencionó la Gran Muralla. No obstante, la investigación por oriente y occidente ha demostrado que la Gran Muralla, tal y como la conocemos, es un producto de la dinastía Ming (1368-1644), y que los muros primeros de tierra ya hacía tiempo que se habían desintegrado, habiendo perdido el papel militar que desempeñaron en el imperio Mongol. Otro argumento usado es que Marco, su padre y su tío no eran mencionados en ningún documento chino. Sin embargo, este argumento sobrestima la frecuencia de la documentación y las intenciones de los historiadores chinos; incluso Giovanni de Marignolli (1290-1357), un importante enviado papal en la corte de los gobernadores Yuan, tampoco se menciona en ninguna fuente china, ni su comitiva de 32 hombres, ni el nombre del Papa. Únicamente los «caballos celestiales», enviados como tributo del «Reino de los Francos», en el año 1342, recibe una mención.

El profesor Vogel también ha examinado un área muy compleja, y que requiere un alto nivel de especialidad histórica que ha sido muy descuidada, las descripciones de monedas de Marco Polo, la producción de sal y los ingresos por el monopolio de la sal. Vogel concluye que ningún otro observador occidental, árabe o persa, ha informado de este detalle preciso y único acerca de la situación monetaria en la China mongol. El viajero veneciano es el único que describe con precisión cómo el papel para dinero era extraído de la corteza de la morera (morus alba). No sólo los detalles de la forma y el tamaño del papel, también describe el uso de sellos y de las distintas denominaciones del papel moneda. Él informa sobre la monopolización del oro, la plata, las perlas y las piedras preciosas por el Estado (que forzaba a un canje obligatorio para los billetes), y del castigo para los falsificadores, así como del intercambio de un 3% de aranceles por notas acabadas, y además de la generalización del uso del papel moneda en las transacciones oficiales y privadas.

Marco Polo es también único entre sus contemporáneos a la hora de explicar que el papel moneda no estaba en circulación en todas partes de China. Se usaba principalmente en el norte y en las regiones a lo largo del río Yangtze, pero no en Fujian, y ciertamente tampoco en Yunnan, donde según Polo, los caracoles marinos, la sal, el oro y la plata eran las principales monedas. Esta información ha sido confirmada por fuentes chinas y por evidencias arqueológicas. La mayoría de estas fuentes se han recopilada o traducidas mucho después de la época de Marco Polo, así que no pudo haber dibujado nada en ellas. No sabía leer chino.

La descripción de Marco Polo de la producción de sal es también única y precisa. Se enumeran los centros de producción de sal más importantes conocidos por él: Changlu, Lianghuai, Liangzhe, y Yunnan, así como las autoridades que las administraban. Su informe de los métodos utilizados para hacer sal en Changlu han sido comprobados con documentos chinos de la época Yuan. La sal, en el monopolio veneciano, se producía de una manera diferente. Éstas y otras informaciones, así como su exactitud, que aún no ha sido plenamente comprendidas, indican que Marco Polo realmente prestó servicios al Gran Khan. Las fuentes chinas muestran que él no era el único joven protegido por Kublai Khan (1215-1294) y encargado de tareas importantes. Las declaraciones de Marco Polo sobre el valor de la producción de sal, por ejemplo, cuyos ingresos desde Kinsay trajeron 5,8 millones en oro al año, se pueden comparar con la tasa de cambio de papel moneda; todo ello lleva al profesor Vogel a la conclusión de que Marco Polo sabía muy bien de lo que que estaba hablando. Este libro, basado en el trabajo llevado a cabo por el DFG Research Training Group 596 «Monies, Markets and Finance in China and East Asia, 1500-1900» [El dinero, los mercados y las finanzas en China y Asia Oriental, 1500-1900], ofrece una amplia evidencia de que Marco Polo sí estuvo en China.


– Referencia: ScienceDaily.com, 16 de abril 2012

– Imagen: Marco Polo en la primera edición impresa (Crédito: Hie hebt sich an das puch des edeln Ritters vnd landtfarers Marcho Polo, in dem er schreibt die grossen wunderlichen ding dieser welt, Nuremberg: Friedrich Creussner, 1477).

http://bitnavegante.blogspot.com.es/2012/04/marco-polo-estuvo-realmente-en-china.html

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