Queridos estudiantes de secundaria:
¿Qué les parece eso de que cientos de estudiantes de secundaria de Wisconsin hayan abandonando las clases hace cuatro días y hayan ocupado ahora el edificio gubernamental del Capitolio y sus jardines en Madison para pedir que el gobernador detenga sus ataques a los profesores y a otros trabajadores estatales?
Yo tengo que decir que es una de las cosas más extraordinarias que he visto en años. Ahora estamos viviendo uno de los momentos más asombrosos de la historia. Y este momento ha llegado porque todos los jóvenes del mundo han decidido que ya han tenido bastante.
La juventud se ha rebelado – y sólo es cuestión de tiempo. Ustedes, los estudiantes y los jóvenes desde El Cairo, Egipto, hasta Madison, Wisconsin, están levantándose, ocupando las calles, organizando protestas y negándose a dispersarse hasta que sus voces sean escuchadas. ¡Bravo, asombroso!
Les han dado un buen susto a los poderosos, a los adultos que estaban convencidos de que habían hecho un buen trabajo tratando de estupidizarlos y de distraerlos con tonterías inútiles hasta hacerlos sentir sin fuerzas, como otra pieza más del mecanismo, como un ladrillo más de una pared. Ustedes fueron alimentados con propaganda sobre “cómo funciona el sistema” y muchas otras mentiras sobre como se hace la historia, de modo que estoy sorprendido de que hayan podido liberarse de todo eso y de haber sido capaces de ver la verdad tal cual es.
Todo se hallaba programado con la esperanza de que ustedes mantendrían la boca cerrada, siguiendo la fila y obedeciendo órdenes. Y no se la jueguen, porque, si lo hacen, ¡podrían terminar sin tener un buen trabajo!
Ustedes pueden terminar como algo accidental y nada más. Se les ha dicho que la política no es “cool” y que una persona no cambia nada. Y por una hermosa y desconocida razón, se negaron a escuchar. Puede ser porque han visto que nosotros, los adultos, les estamos dejando un mundo cada vez más vacío y miserable, con los polos deshelándose, los trabajos mal pagados, las incesantes máquinas bélicas y este plan para endeudarlos a los 18 años con la estafa que se conoce por el nombre de crédito estudiantil.
Y lo que es más, ustedes han escuchado a los adultos decirles que no pueden casarse legalmente con la persona que aman, de que no son dueñas de su útero y que si un muchacho negro llega a la Casa Blanca es porque seguramente habrá entrado ilegalmente desde Kenia.
Ahora, por lo que he visto, la mayoría de ustedes han rechazado toda esa porquería. No se olviden nunca de que han sido ustedes, los jóvenes, los que llevaron a Obama a la presidencia. Primero armaron un ejército de voluntarios para lograr su nominación. Luego en Noviembre de 2008 concurrieron en cantidades record a las elecciones.
¿Saben ustedes que el único grupo de edad en el que Obama ganó el voto blanco fue el de los jóvenes de entre 18 y 29 años? La mayoría de los blancos mayores de 29 años votó por Mac Cain y, sin embargo ¡ganó Obama! ¿Cómo pudo ser? Con los votantes jóvenes de todas las razas, un record de concurrencia que superó a la gran cantidad de adultos blancos temerosos de ver en el salón Oval a alguien cuyo segundo nombre es Hussein. ¡Gracias jóvenes votantes por haber logrado que sucediera! Los jóvenes en otro lugar del mundo, más especialmente en Medio Oriente tomaron las calles y derrocaron a sus dictatoriales gobiernos sin disparar un tiro. Su coraje ha inspirado a otros a adoptar esa actitud.
Este es un gran momento, un brote de empuje juvenil que no se puede, y que no podrán, detener. Aunque yo haya dejado ya hace mucho tiempo vuestro grupo de edad, estoy tan conmocionado por los recientes sucesos que quiero poner mi granito de arena y tenderles una mano. He decidido dedicar una parte de mi página web a los estudiantes de secundaria, de manera que ellos –ustedes – tengan la oportunidad de poder dirigirles la palabra a millones de personas.
Durante mucho tiempo me pregunté ¿porqué no escuchábamos las voces de los adolescentes en nuestros medios más importante? ¿Porqué vuestra voz vale menos que la de los adultos? En todas las escuelas secundarias de los EE.UU., los estudiantes tienen grandes ideas para mejorar las cosas o para cuestionar por qué las cosas van como van, pensamientos y opiniones que son ignorados o silenciados. ¿Cuán a menudo las inquietudes del conjunto de los estudiantes son ignoradas?
¿Cuántos estudiantes, hoy en día, tratan de hablar, o de defender algo importante o simplemente modificar algo incorrecto y son rápidamente silenciados por las autoridades o hasta por sus propios compañeros? He visto durante años a estudiantes que querían participar en procesos democráticos y se les ha dicho que la escuela secundaria no es una democracia y que no tienen derechos (hasta el Tribunal Supremo ha dicho que los estudiantes no pierden sus derechos “al cruzar el umbral del colegio”).
Siempre me ha pasmado escuchar como los adultos sermoneamos a los jóvenes acerca de la gran “democracia” que tenemos pero que, cuando los estudiantes tratan de participar, se les recuerda que todavía no son ciudadanos plenos y que deben comportarse como simples criados.
¿Hay que asombrarse, entonces, cuando algunos, llegados adultos, no se sienten partícipes de nuestro sistema político porque se les lleva enseñando durante sus últimos doce años de vida que, por ejemplo, no tienen nada que decir sobre las decisiones que los afectan? Nos encanta decir que contamos con una “prensa independiente”, pero ahora ¿que tan libres son los periódicos escolares? ¿Qué tan libres son de escribir o de bloguear sobre lo que quieren? He escuchado historias de adolescentes que no pueden publicar en la escuela.
¿Por qué no? ¿Por qué debemos silenciar o quitar de la vista la voz de los adolescentes? Esto no sucede en otros países.
La edad de voto en Austria, Brasil o Nicaragua son los 16 años. En Francia, los estudiantes pueden parar el país saliendo simplemente de los colegios y ocupando las calles. Pero aquí, en los EE.UU., te dicen que obedezcas y que dejes a los adultos seguir conduciendo el show. ¡Vamos a cambiar esto! Estoy iniciando en mi página web algo llamado “Periódico de secundaria”. Aquí ustedes podrán escribir lo que quieran y yo lo publicaré. También lo haré con aquellos artículos que quisieron publicar en sus escuelas y no se lo permitieron. En mi sitio ustedes tendrán libertad y un foro abierto y la oportunidad de que vuestra voz llegue a millones. He pedido a mi nieta de 17 años, Molly, que se haga cargo de editar esta página durante los seis primeros meses.
Ella les pedirá que le manden sus historias e ideas y las mejores serán publicadas en MichaelMoore.com. Les brindaré la plataforma que merecen. Tendré el honor de tenerlos en mi página y los aliento a que lo aprovechen. A menudo les llaman “nuestro futuro”. Ese futuro es hoy, aquí y ahora. Han demostrado que pueden cambiar el mundo. Háganlo. Y me sentiré honrado de ayudarlos.
Vuestro,
Michael Moore MMFlint@aol.com MichaelMoore.com