El Gobierno de Franco ha declarado «persona non grata» al embajador venezolano en Asunción y ha ordenado el retiro inmediato de su embajador en Caracas. El Ministerio de Exteriores aludió a «las graves evidencias de intervención por parte de funcionarios de la República Bolivariana de Venezuela en asuntos internos de la República del Paraguay», en alusión a la supuesta «arenga» del canciller venezolano, Nicolás Maduro, a los jefes militares paraguayos para que mantuvieran su lealtad al entonces presidente Fernando Lugo. Lugo fue destituido el 22 de junio por el Senado debido a mala gestión y el puesto presidencial fue ocupado posteriormente por Federico Franco. Maduro se encontraba ese día en Asunción como parte de una delegación de la Unasur que acudió a mediar en la crisis política paraguaya. Tras aludir a las pruebas de injerencia venezolana, la Cancillería informó del retiro de su embajador, Augusto Ocampos, acreditado ante el Gobierno venezolano. El embajador de Venezuela en Paraguay, José F. Javier Arrúe de Pablo, no se encuentra actualmente en el país por lo que “resulta innecesario fijar un plazo para que lo abandone, la medida dispuesta tiene efecto inmediato», concluye el comunicado del Ministerio de Exteriores paraguayo. Venezuela había anunciado el pasado 24 de junio la retirada de su embajador en Paraguay, así como el corte de suministro de petróleo al país, a causa de lo que calificó como un «golpe de Estado» contra Lugo. El analista internacional, Maximiliano Sbarbi Osuna, opina que las nuevas autoridades de Paraguay tratan de poner una cortina de humo sobre los procesos políticos en su país. El retiro del embajador de Paraguay en Venezuela es una ruptura más entre ambos países, opina el experto.
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Las fuerzas oscuras tienen mil caras, durante siglos han controlado naciones, las mentes y acciones de sus gobernantes. Paraguay es un caso de la balcanización que ha sufrido latinoamericana en cinco siglos, un pequeño país donde latifundistas, fascistas, personajes nefastos y paraíso de traficancantes de todo tipo arrinconaron y sometieron al pueblo paraguayo. Después de la larga y cruel dictadura de Alfredo Stroessner, se asoma un destello al final del túnel y aparece Fernando Lugo, pero la derecha recalcitrante ególatra, egoísta, ambiciosa y profundamente entreguista movió todos los hilos hasta que le dio un golpe de estado seco, se hacen con el poder que ya lo tenían porque nunca lo dejaron, pero que ahora lo legalizan y resulta que como quedaron en evidencia ante la burda maniobra del golpe de estado con el apoyo de otros gobiernos similares y sus amos imperiales, el títere Federico Franco se quiere victimizar haciendo coro con los medios de incomunicación que controlan la opinión pública latinoamericana y mundial.