Este mismo sábado, en protesta por la ilegalización de las movilizaciones en Bahrein, el pueblo ha bloqueado las calles y prendido fuego a neumáticos en las localidades de Dair y Sitra.

El ejército y la policía, apoyados por tropas de Arabia Saudita, han respondido con gas lacrimógeno y han tratado de dispersar a la multitud.

El portavoz oficial del ministerio del Interior de Bahrein, Tareq al-Hasan, anunció este viernes la ilegalización de cualquier protesta en el país, con el pretexto de que la constitución lo prohíbe, y por tanto reprimió aún más violentamente las manifestaciones convocadas para ese día porque, aparentemente, interrumpían el tráfico.

Abdel Yalil Jalil, un alto miembro de Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, consideró que esta nueva ley secunda la política de reprimir al pueblo, aunque, aseveró, esto no podrá detener las demandas populares de cambio.

Otro miembro de este partido, Mayid Milad, en una entrevista el viernes con el canal de noticias Al-Alam, sostuvo que la libertad de expresión, y por tanto las manifestaciones, son el derecho legítimo del pueblo bahreiní, y ni la monarquía de Al-Jalifa ni otros pueden impedirlo.

Organizaciones en defensa de los Derechos Humanos denunciaron el jueves que el reino de Al-Jalifa viola los derechos de su propio pueblo.

Desde el 14 de febrero de 2011, Bahrein es escenario de manifestaciones violentamente reprimidas por la policía y el ejército bahreiní y saudita, con el apoyo logístico de los países occidentales, particularmente Estados Unidos.

Hispan TV

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