Amazonía Colombiana: Nueva frontera de la explotación minera y petrolera

La Amazonía colombiana, nueva frontera de la explotación minera y petrolera

Colombia es un país muy desequilibrado en lo que concierne al desarrollo socioeconómico.

Históricamente, el país se ha concentrado en la creación de centros de poder socioeconómico alrededor de las ciudades andinas, como Bogotá y Medellín.

En el curso de dos siglos de vida republicana de la nación, las zonas periféricas del país, como la costa pacífica y la inmensa área de la cuenca del Orinoco y de la Amazonía, fueron prácticamente abandonadas a sí mismas y, por desgracia, en los últimos cincuenta años, varios grupos armados ilegales se instauraron allí creando “feudos”, cuyo objetivo principal ha sido la actividad de narcotráfico.

La zona de la cuenca de los ríos Meta y Guaviare (llamada Orinoquía) y la Amazonía colombiana, que unidas conforman el 60% del territorio colombiano (unos 720.000 kilómetros cuadrados), donde vive apenas el 4% de la población total del país, ha sido por largo tiempo dejada en condición de semi-abandono por parte del Estado.

En los últimos diez años, las políticas de pacificación efectuadas en Colombia han dado considerables frutos, y estos inmensos territorios, hoy parcialmente libres de las precedentes amenazas de grupos violentos dedicados al narcotráfico, han comenzado a atraer a grandes grupos económicos nacionales y extranjeros, tanto para realizar megaproyectos agrícolas como para invertir en el sector petrolero y minero.

Según la opinión de varios expertos socioeconómicos colombianos, mientras que la Orinoquía (285.000 kilómetros cuadrados, 1.250.000 habitantes) debería ser utilizada para expandir la agricultura y transformar a Colombia en uno de los grandes productores mundiales de arroz, maíz, aceite de palma, caucho, soya y caña de azúcar, la Amazonía colombiana (483.000 kilómetros cuadrados, 900.000 habitantes) debería estar totalmente preservada, evitando por todos los medios destruir su biomasa.

En la Orinoquía, en efecto, se están llevando a cabo grandes proyectos para ampliar la zona agrícola. Tales inversiones las realizan principalmente grupos económicos colombianos que ya operan en el sector agrícola. Falta ver si, con la entrada del TLC (Tratado de Libre Comercio) con los EEUU (mayo 2012), resultará ventajoso producir arroz y maíz en Colombia, cuando contemporáneamente enormes cantidades de estos cereales llegarán del país norteamericano a precios muy competitivos.

En la Orinoquía, en todo caso, están tomando fuerza grandes proyectos infraestructurales, como por ejemplo la carretera Puerto-Gaitán – Puerto Carreño (700 km), la cual, una vez terminada, conectará enormes territorios, hasta hoy prácticamente abandonados, con el centro del país.

Respecto a la Amazonía colombiana, en cambio, la idea inicial, que apoyaba el proteccionismo ambiental, fue pisoteada por la realidad de los hechos.

Las áreas que el Estado ha dado en concesión para la explotación minera, por ejemplo, mientras que de 1998 al 2005 llegaban en promedio a 209 hectáreas al año, del 2006 al 2012 subieron en promedio a 16.000 hectáreas al año.

Solamente en el 2012 se dieron en concesión (para “exploración”) 48.000 hectáreas de tierras amazónicas.

Estos datos no tienen en cuenta la explotación minera ilegal que a menudo provoca una fuerte contaminación de los ríos y de los lagos a causa de la utilización del mercurio.

Algunas reservas forestales recientemente creadas, como la del Yagoyé Apaporis, están de nuevo en peligro. Aunque en el 2009 esta área del Vaupés había sido declarada Parque Nacional, hoy una multinacional canadiense (Cosigo Frontier) está pidiendo el permiso de extraer oro de la zona, poniendo en duda la constitucionalidad de la reserva forestal.

También la explotación petrolera está aumentando a ritmos alarmantes, principalmente en la región de la Orinoquía (Meta, Casanare, Arauca), pero también en la Amazonía colombiana (departamentos de Caquetá y Putumayo).

Como recalcaron justamente algunos analistas colombianos y extranjeros, por cada barril de petróleo extraído se sustraen de las reservas hídricas subterráneas el equivalente a tres barriles de agua. Si no se implementan adecuados programas de reforestación en las áreas deforestadas, en poco tiempo podrían secarse las fuentes subterráneas y los torrentes superficiales.

Es opinión difundida que este tipo de explotación de los suelos debería ser contingentada y controlada. Las empresas que operan en el territorio amazónico deberían destinar la mitad de sus ganancias a programas de instrucción y de desarrollo eco-sostenible en el área de la agricultura biológica y de la reforestación.

El debate sobre la Amazonía colombiana se está haciendo cada día más actual en Colombia.

En mi opinión, un bioma tan delicado e importante para el mantenimiento del ecosistema amazónico en su complejo debería ser preservado en su globalidad. Las únicas actividades permitidas deberían ser: la incentivación de la agricultura biológica y de la reforestación, la implementación de pueblos ecológicos con impacto cero en el ambiente, con generación de energía creada por implantes fotovoltaicos y microcentrales hídrica, y el sostenimiento de las producciones locales.

YURI LEVERATTO

http://armonicosdeconciencia.blogspot.com.es/2012/07/amazonia-colombiana-nueva-frontera-de.html

3 comentarios en “Amazonía Colombiana: Nueva frontera de la explotación minera y petrolera

  1. La idea es acabar con ese pulmón natural de la tierra, para convertirlo en potreros y tierra para cultivos transgénicos, los brasileros han hecho un gran esfuerzo y en parte lo han logrado, los garimpeiros se han esmerado y devastado grandes extensiones de ese territorio con la ayuda de maquinaria pesada, los peruanos están trabajando en eso hace tiempo y la parte que les toca la tienen arruinada, a veces tienen resistencia de algunas tribus indígenas pero estas son fáciles de neutralizar. Además se cuenta con la valiosa ayuda de los cultivadores y traficantes de heroína y cocaína colombianos, brasileros, ecuatorianos, peruanos, paraguayos y bolivianos, que también están haciendo lo suyo, su labor es inestimable porque a veces es necesario utilizar exfoliantes que son de gran ayuda para acabar con la selva amazónica. Se cuenta también con el valioso apoyo de los ‘antropólogos’ de diversas nacionalidades donde destacan los norteamericanos, franceses, españoles, alemanes, e ingleses, que han clasificado a todas las tribus del amazonas para mantenerlas en sus ‘nichos naturales’, y reducirlas a la mas mínima expresión pero poco a podo después de localizadas, les llega la civilización y se les extermina poco con alimentos procesados altamente civilizados en base a azúcar refinado y edulcorantes. Particularmente es significativo es el trabajo hecho desde el espacio exterior con los satélites norteamericanos reconocidos oficialmente, pero especialmente los satélites no identificados porque tienen prioridad militar, se ha fotografiado y mapeado el todo la selva amazónica utilizando todas las bandas del espectro visible y del espectro electromagnético, radiofrecuencia, microondas, Infrarrojo, ultravioleta, rayos X y rayos gamma, se sabe que minerales guarda el territorio del amazonas y ya las trasnacionales con su característica ambición y poder, motor del progreso, darán cuenta de ellos, se han tenido problemas en cuanto a la clasificación de las especies animales y vegetales debido a que existe una biodiversidad muy grande y cada vez que se explora ‘in situ’ aparecen especies nuevas que no están clasificadas, esto aunque es un problema no lo vemos como tal porque con los agroquímicos con que cuenta la civilización no hay especie con vida que se les resista.

    1. El aporte Colombiano es invaluable para acabar con el pulmón vegetal amazonense. Ellos son naturalmente ambiciosos y están haciendo todo lo posible para portarse bien con sus amigos gringos y europeos, seguramente se las ingeniaran para correr sus cercas fronterizas, una recomendación muy especial es que tengan cuidados con los pueblos indígenas que habitan ese territorio, son muy rebeldes pero es fácil someterlos pero si ofrecen mucha resistencia acaben con ellos que falta no hacen y pueden ser un estorbo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.