Varios miles de personas se han reunido de nuevo en las inmediaciones de la mezquita de Al Umari, centro neurálgico de las protestas en la ciudad siria de Deraa, para pedir «libertad y revolución», a pesar de las promesas del presidente de considerar reformas políticas hechas públicas horas antes.

Fuentes de toda solvencia aseguraron a selenitaconsciente.com que desde que la portavoz del Gobierno anunció los planes de cambio del presidente, hubo cuatro muertos en dicho lugar. Otros testigos citados por Reuters dicen hablan de seis muertos.

La misma agencia ha informado más tarde de que las fuerzas de seguridad sirias se han retirado de la mezquita.

El presidente sirio toma medidas de urgencia

El presidente sirio, Bachar al Asad, ha ordenado formar un comité para elevar el nivel de vida y estudiar la posible eliminación de la ley de emergencia, vigente en el país desde hace 48 años.

El anuncio lo hacía en un mensaje televisado la consejera portavoz de la Presidencia, Buzeina Shaaban, quien ha negado que Al Asad hubiera ordenado disparar contra los manifestantes en la ciudad de Deraa. Ha transmitió el «pésame» de Al Asad a los familiares de las víctimas, que según la Comisión Siria de Derechos Humanos, ascienden a 32 personas desde el comienzo de las revueltas. Ha informado de que se creará una comisión que investigará los hechos.

«Fui testigo de la instruccioón de Su Excelencia de que las municiones de guerra no debían ser disparadas, incluso si la policía, las fuerzas de seguridad o funcionarios del estado estaban siendo asesinados», ha añadido.

Además, el gobierno considerará la introducción de una ley que posibilite la creación de partidos políticos y «escuchará las peticiones de los ciudadanos». Asimismo, prometió aumentos salariales -sin concretar-, una mejora de las prestaciones sanitarias de los funcionarios y medidas para combatir la corrupción.

«Las demandas legítimas del pueblo están en la mesa de estudio del presidente Bachar al Asad y de la jefatura del partido Baaz», dijo la portavoz, que por otro lado reiteró la postura del régimen de que «bandas armadas» provocaron los enfrentamientos con las fuerzas de la seguridad. Hasta ahora, sin embargo, no hay pruebas.

Por otra parte, el Gobierno sirio también anunció la puesta en libertad de todos los activistas detenidos recientemente.

‘Una masacre’

El anuncio llega después de la violencia represión en la provincia de Deraa, donde miles de personas se manifestaron en exigencia de reformas democráticas. La oposición asegura que la acción de las fuerzas de seguridad, que abrió fuego contra los manifestantes, dejó al menos 80 muertos. Fuentes de ONGs hablan de 100 fallecidos.

Aunque casi nadie se atrevía a decirlo en voz alta en Damasco, los mismos políticos que hace un mes aseguraban con aplomo que el presidente, Bachar Al Asad y su régimen eran queridos por el pueblo, están cada vez más nerviosos y han comenzado a tejer una estrategia de supervivencia.

Por su parte, las principales figuras de la oposición se han apresurado a rechazar el comité formado por el presidente, según ha informado Reuters. Los opositores hablaron de «masacre» comparable a la de Hama en 1982, cuando el padre del presidente actual, Hafiz al Assad, reprimió con gran violencia un levantamiento de los Hermanos Musulmanes, matando a miles de habitantes de la ciudad.

En todo caso, en la ciudad continuaron las protestas en el marco de los funerales por las víctimas. Además, los activistas convocaron protestas en todo el país por mail, Twitter y Facebook para mañana viernes y se temen nuevos episodios de violencia.