Cuando a través de la meditación nos elevamos a lo que nos une con el Espíritu, aceleramos algo en nosotros que es eterno y no limitado por el nacimiento y la muerte.
Una vez que hemos experimentado esta parte eterna en nosotros, ya no podemos dudar de su existencia.
La meditación es, por lo tanto, la manera de conocer y contemplar lo eterno, indestructible, el centro esencial de nuestro Ser.
Fuente: RUDOLF STEINER
claro que si es un regalo de dios, en el silencio y la meditación te conectas con esa divinidad que se aya dentro de cada ser humano, yo le llamo DIOS.