En el segundo día de huelga minera en las empresas que dependen del grupo del empresario Victorino Alonso más trabajadores se han sumado al paro.

Los sindicatos elevan en un 15% la participación en la huelga con respecto al primer día y aseguran que en torno al 95% de los mineros apoyaron este jueves la convocatoria de huelga contra la modificación de la jornada laboral de los cielos abiertos que pretenden imponer tanto Uminsa como Coto Minero Cantábrico -éste en las explotaciones asturianas de Cerredo y Tormaleo- y 17 subcontratas del grupo Alonso. Pero mientras la parte social alza la participación hasta casi rozar el 100%, la dirección de la empresa sigue moviéndose en cifras en torno al 20%.

Lo cierto es que durante la jornada de este viernes se ha mantenido paralizado el transporte ferroviario de carbón, al igual que la actividad en el cielo abierto las Jarrinas de Fabero, en Santa Cruz y en Alinos. A primera hora de la mañana un piquete de mineros impidió que los trabajadores fichasen para entrar a trabajar como sí lo hicieron el jueves, primer día de la huelga. Los lavaderos de Alicia y la Recuelga, así como La Lomba, terminal de donde parten los camiones que transportan el minera tampoco registraron actividad.

A todos ellos se unirán el lunes de forma oficial los trabajadores asturianos de los cielos abiertos de Cerredo y Tormaleo, por ello los sindicatos consideran que la semana que se avecina traerá consigo un parón total con el que demostrar a Victorino Alonso que lo mineros no están dispuestos a ceder a sus presiones y renunciar a unos 200 euros mensuales trabajando sábados, domingos y festivos de manera indiferente. Además, recuerdan que han estado casi tres meses si cobrar ni un solo euro como consecuencia de la huelga general decretada por el recorte a las ayudas públicas al sector de parte de Gobierno central, y que Alonso quiere sumar a esas pérdidas las derivadas de la reducción de la jornada. «Tras más de dos meses de huelga en parte también para defender sus intereses, ahora nos paga con esto», se lamentó uno de los trabajadores afectados.

En un contexto de huelga marcado por las divisiones visibles en la primera jornada y por las adhesiones de la segunda, los sindicatos adelantaron que están dispuestos a presentar un conflicto colectivo en los juzgados de los social para impedir que las empresas del grupo Alonso se salgan con la suya y apliquen una modificación horaria que ya se está llevando a cabo en algunas explotaciones de Laciana. «Si la empresa no se sienta a negociar con los trabajadores no descartamos solicitar una nueva convocatoria del Serla (Servicio Regional de Relaciones Laborales) y plantear un conflicto colectivo porque entendemos que la modificación que pretende llevar a cabo no se ajusta a la legalidad vigente.

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