Una sangoma (hechicera negra sudafricana)
31 de diciembre de 2009. El cuerpo de la pequeña Masego Kgomo, de 11 años, era troceado para ser entregado a una ‘sangoma’ (hechicera sudafricana y consejera espiritual). Con ella, con la pequeña, se elaboró parte de un brebaje llamado ‘muti’ al que algunos africanos confieren poderes milagrosos capaces de curar una grave enfermedad o hacer ganar un partido de fútbol o unas elecciones. El caso levantó entonces una enorme polvareda en una Sudáfrica de alma blanca y negra. Fueron muchas las voces que pidieron que se acabara con esta vieja práctica de la medicina tradicional que en el caso más extremo usa partes humanas para ser elaborada.
16 de agosto de 2012. Un helicóptero de la Policía sudafricana, según versión de las propias Fuerzas de Seguridad y de varios medios de comunicación locales, graba a una fila de hombres desnudos que son rociados con ‘muti’ por parte de una ‘sangoma’. La hechicera hace creer a los mineros que son inmunes a las balas, inmortales. Lo que ocurre después es de sobra conocido, 34 cuerpos yacen en la tierra acribillados a balazos tras un intento de ataque a los policías en los que los ‘invencibles’ mineros iban armados con palos y machetes.
Pero el ‘muti’ y las ‘sangomas’ forman parte de arraigadas creencias africanas. En la Liga de Fútbol sudafricana han sido varias las ocasiones en las que las cámaras han captado a jugadores esparciendo ‘muti’ por el campo para ganar los partidos. Tshepo Motsoeneng, portero del Santos de Ciudad de Cabo, fue pillado in fraganti rociando con el brebaje los postes de su portería. Incluso durante la Copa del Mundo de Fútbol se especuló con la posibilidad de que la selección sudafricana usara el ‘muti’ para ganar sus partidos. “Se usa pezuñas de caballo o patas de avestruz, se mezcla con algunas hierbas y se extiende por las piernas de los jugadores. Cuando luego golpean a la pelota el portero es incapaz de parar el balón”, explicaba entonces un doctor de medicina tradicional africana.
Los jugadores de la selección desmintieron en bloque que fueran a usarlo, pero el problema es que esa negación es obligatoria también para los benefactores ya que el reconocimiento del uso del brebaje invalida sus poderes mágicos. En otros países de África como Camerún el segundo entrenador de su selección fue detenido por la Policía tras un encuentro frente a Mali por rociar el terreno de juego con ‘muti’ (se consideró magia negra). En Suazilandia se tuvo que suspender un partido en un campo de fútbol de césped artificial porque alguien había enterrado plumas de pollo en el centro del terreno.
Pero el ‘muti’ tiene también su aparición en la alta política. En Botsuana, el periódico ‘The Voice’ publicaba hace poco un artículo sobre el uso del brebaje por parte de la clase dirigente del país. “Yo no creo en la brujería, pero sé que algunos políticos sí lo hacen. No sé si funciona o no, pero deben ustedes entender que el ‘muti’ juega un rol importante en nuestras vidas”, afirmaba Moltatsi Molapise, el político más viejo del país y presidente del Botswana Politic’s Party.
Por su parte, una ‘sangoma’, Ngaka Botho, explicaba que “muchos mienten porque quieren parecer sofisticados y niegan el ‘muti’, pero muchos políticos vienen a mi consulta para ganar elecciones. Es importante para ser más fuertes y evitar los males que puedan hacer los oponentes”.
El ‘muti’ es parte de algunas creencias africanas, aunque los ritos ancestrales no son uniformes en todo el continente ni constituyen un bloque ‘folclórico’ único. Tampoco el ‘muti’ es desde luego un brebaje que se elabore siempre con cuerpos humanos, aunque ha habido casos famosos relacionados con la práctica de magia negra hasta en el mismo Londres, cuando apareció el cuerpo de un niño flotando en el Támesis.
Por regla general, son hierbas y pedazos de animales los componentes de la ‘poderosa medicina’. Incluso algunas sociedades conservacionistas de aves han llegado a denunciar la muerte indiscriminada de búhos en zonas de África por culpa de esta creencia. El resultado, hasta ahora, no ha demostrado ser desde luego alentador: 34 personas perdieron la vida quizá creyendo que eran inmortales y la selección de fútbol sudafricana fue eliminada en la primera ronda de la Copa del Mundo de Fútbol que organizaron. ¿Usaron ‘muti’? Si lo hicieron, la respuesta de sus entregados seguidores será que “lo usaron mal”.
Fuente: selenitaconsciente.com
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