Al menos 160.000 inmigrantes indocumentados se esfumaron del control de las autoridades del Reino Unido. Los buscan para deportarlos, pero saben con certeza si aún permanecen en el país. Los últimos Juegos Olímpicos que albergó Londres reunieron a muchos competidores de distintas nacionalidades bajo el mismo espíritu deportivo. Este evento puede servir como símbolo para todo el Reino Unido, donde miembros de múltiples comunidades, razas y religiones establecen su hogar. Y a menudo, las autoridades apenas están informadas sobre esto. La ley británica señala que los inmigrantes, a los que no se les ha otorgado el derecho a permanecer en el país, tienen 28 días para abandonarlo. La Agencia de Fronteras local, ha venido luchando para hacer cumplir este mandato. Pero no es fácil, desde hace varios años debe bregar contra la inmigración ilegal con el poco presupuesto que el Gobierno central le asigna, mientras el número de indocumentados sigue en aumento. “Hay más de 150.000 personas a las que se les rechazó el permiso para prolongar su residencia en el Reino Unido, pero ese es un pequeño número si consideramos la cifra total de inmigrantes ilegales que permanecen aquí, creemos que son cerca de 1 millón y de ellos, la mitad está en Londres”, dijo Matt Pollard de Migration Watch. Hace poco el inspector jefe John Vine reveló casi por casualidad lo mal que se estaban haciendo las cosas en la Agencia Británica de Fronteras. El funcionario descubrió que se desconocía el paradero de 160.000 inmigrantes que debían abandonar el Reino Unido. Simplemente, habían desaparecido. “Algunos deben haber dejado el país, aunque otros siguen aquí. Pero el punto es que la Agencia de Fronteras no tiene la menor idea de cuántos están en el Reino Unido y cuántos se fueron, y son 160.000”, indicó el inspector de migraciones. Cuando comenzaron las revelaciones del deficiente procedimiento de los funcionarios, el Gobierno conservador de David Cameron endureció el tono. Comenzó a advertir que los inmigrantes cuyas visas caducaran serían deportados. Sin embargo, esta postura está lejos de generar unanimidad. El abogado Amir Zaidi, especialista en inmigración, considera que para lograr un avance en este ámbito, es necesario un cambio de estrategia. “Creo que la Agencia de Fronteras debería dejar de promover una política muy dura porque quienes la perciben a través de los medios, son los mismos migrantes y optan por no acudir. Debería promover una política limpia y transparente, y declarar que tendrán un enfoque individual para cada caso. Es decir, los que no merecen estar tienen que irse mientras que otros pueden quedarse. En este caso la gente acudiría. Este número de casi 160.000 se reduciría de inmediato y las solicitudes serían estudiadas adecuadamente”, destacó Zaidi. Pero, según las autoridades, esta es una forma más efectiva de reducir el número de inmigrantes que permanecen más tiempo del que permite su visado. «Estamos trabajando unidos con otros departamentos del Gobierno para crear un ambiente desfavorable que le dificulte a los inmigrantes ilegales permanecer en el Reino Unido”, dijo el ministro de Inmigración, Damien Green. Pero las señales son contradictorias. De hecho, está a punto de crearse una nueva base de datos de inmigrantes, destinada a seguirle la pista de cerca a quienes permanecen en el país de manera ilegal. Una de las empresas que busca adjudicarse este millonario contrato es G45, que ya ganó mala fama en los Juegos Olímpicos por no suministrar personal suficiente. Ahora, esta misma compañía podría convertirse en la responsable de reparar los múltiples fallos del mecanismo migratorio del Reino Unido.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/52487-inmigrantes-ilegales-rabian-entrar-reino-unido