RECETA PARA CAMBIAR EL MUNDO: los consumidores y las madres tenemos el poder

Una colaboración de yasmin

“Cada vez que abrimos el frigorífico o la despensa entramos en el sistema alimentario mundial. Suena raro, pero es así (…) A comienzos del siglo XXI el sistema no funciona correctamente, deja a casi 1000 millones de personas con hambre cada día y provoca que un 50% o más de la población en más de la mitad de los países industrializados tenga sobrepeso (…). Es evidente que HAY QUE ARREGLAR EL SISTEMA ALIMENTARIO (…) Las empresas y los gobiernos no constituyen el único poder del sistema. Los que compramos, cocinamos y comemos los alimentos somos más poderosos de lo que creemos” “Si actuamos suficientes personas, los efectos de estas acciones se reflejarán en toda la cadena alimentaria. Entonces, los gobiernos y las mega empresas que fomentan este sistema alimentario defectuoso se verán obligados a cambiar la forma en la que hacen las cosas”.
Intermón Oxfam

En esta vida todo tiene una receta, desde las magdalenas hasta la felicidad o hacer un mundo mejor. Bajo el título de “Receta para cambiar el mundo. El poder de los consumidores para conseguir un futuro alimentario más justo” la organización Intermón Oxfam en España ha presentado un informe y una encuesta que revela las causas de las injusticias del sistema de alimentos (en manos de cada vez menos empresas y cada vez más poderosas a niveles transnacionales) y a la vez, el inmenso poder que tenemos los ciudadanos para transformar la situación.

¿Cómo? Desde nuestros hogares porque “lo que hacemos en el supermercado o en la cocina sí importa y estos pequeños gestos llevados a cabo por muchas personas pueden tener un gran impacto”.

La encuesta se ha realizado entre más de 5.100 MADRES de ciudades y pueblos en 6 países (3 desarrollados -EEUU, reino Unido y España- y 3 en vías de dedsarrollo -Brasil, la India y Filipinas) y ha demostrado temas como estos:

  • en todo el mundo las mujeres son las que toman la mayoría de las decisiones sobre los alimentos que se compran y cómo se cocinan, y controlan el 65% del gasto de consumo anual mundial, es decir, aproximadamente 12 billones de dólares.
  • en comparación con los hombres, casi el doble de mujeres cocinan y dedican 4 veces más tiempo a la preparación de alimentos y a la cocina
  • la mayoría de las encuestadas quieren saber cómo mejorar sus hábitos de consumo y cómo usar menos energía al cocinar
  • casi todas las encuestadas están dispuestas a poner en práctica iniciativas positivas como preparar platos sin carne para su familia un día a la semana
  • las mujeres en los países desarrollados se sienten menos conectadas con los productores de alimentos y son menos conscientes del impacto que tienen sus elecciones en las vidas de otras personas y en el planeta que aquellas que viven en países en desarrollo.
  • Y como conslusión, existe una oportunidad clara para aprovechar el inmenso poder de las personas como consumidores

El informe “Receta para cambiar el mundo” está disponible gratuitamente en pdf y, además de tratar en profundidad los puntos anteriores, ofrecen consejos para cocinar de manera eficiente

y 5 SENCILLAS ACCIONES para arreglar el sistema alimentario mundial:

AHORRAR COMIDA
Alrededor de 1/3 de los alimentos que se producen para comer acaba desaprovechándose o desperdiciándose en el camino que lleva de la explotación agrícola al plato. Pero si planificamos nuestras comidas y guardamos las sobras, podemos reducir lo que se desperdicia. También seremos responsables de menos emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual es más sostenible.

APOYAR A OTROS
Si apoyamos a los productores de alimentos a pequeña escala, estaremos apoyando a 1.500 millones de personas que viven de pequeñas explotaciones agrícolas en el mundo y ayudando a proteger su capacidad para producir alimentos en el futuro mediante prácticas agrícolas sostenibles. Buscar productos de comercio justo cuando compramos es una fantástica forma de llevar esto a cabo.

ALIMENTOS DE TEMPORADA
Se desperdicia mucha energía intentando cultivar alimentos en el lugar equivocado, en la estación equivocada del año. Si descubrimos qué productos de temporada tenemos en nuestra región, encontraremos deliciosas frutas y verduras que podemos consumir y que no están utilizando toda esa energía para llegar a nuestro plato.

COCINAR CON CABEZA
Dependemos de valiosos combustibles fósiles para cocinar y calentar los alimentos dando como resultado elevadas emisiones, así como elevadas facturas energéticas. Si intentamos cocinar con la menos cantidad de agua posible, utilizamos cacerolas planas, tapamos las cacerolas y bajamos el fuego en cuanto el agua empiece a hervir, podemos ahorrar agua, energía, luz y dinero.

MENOS CARNE
La cría de animales para su consumo genera más emisiones de gases de efecto invernadero, e implica un mayor consumo de agua y requiere una mayor superficie de tierras que el cultivo agrícola de alimentos. Si consumimos un poco menos carne y un poco menos de lácteos, reduciremos drásticamente los efectos de nuestra dieta sobre el medioambiente

Dice un proverbio africano que “la unión en el rebaño hace al león acostarse con hambre”, pues manos a la obra y que la cesta de nuestra compra sea una revolución…

Sitio oficial: Intermón Oxfam

DESCARGAR informe en pdf

http://www.lacocinaalternativa.com/2012/09/03/receta-para-cambiar-el-mundo-los-consumidores-y-las-madres-tenemos-el-poder/#.UEnpNQXqfTs.email

3 comentarios en “RECETA PARA CAMBIAR EL MUNDO: los consumidores y las madres tenemos el poder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.