científicos manipulan contenido de los sueños de las ratas: ¿se acerca la ingienería onírica humana?

Neurocientíficos de MIT manipulan los sueños de unas ratas usando señales de sonido asociadas con memorias; la investigación abre la posibilidad de alterar el contenido de los sueños de seres humanos así como de la memoria selectiva

Un interesante experimento, en el que se influyó en el sueño de ratas de laboratorio, nos hace reflexionar sobre nuestros propios sueños y su posible manipulación.

Investigadores de MIT pudieron manipular el contenido onírico de una rata al reproducir una pista de audio asociada previamemente con los eventos del día del roedor. El día de un roedor consiste, básicamente, en correr a través de un laberinto y realizar experimentos en los que comida está de por medio.

Los investigadores del Picower Institute for Learning and Memory lograron esta hazaña explotando la forma en la que el hipocampo codifica los eventos que experimenta en memorias. Cuando dormimos, el hipocampo funciona como una incesante sala de cine que reproduce los eventos del día –este proceso es crucial para la consolidación de la memoria y se cree que es una de las funciones fundamentales de los sueños, participando en el aprendizaje.

Los científicos de MIT entrenaron a un grupo de ratas a cruzar un laberinto usando dos distintas señales de sonido. Las ratas aprendieron que  un sonido indicaba  que la comida podia encontrarse virando a la izquierda, el otro sonido indicaba que la comida se encontraba virando a la derecha. Mientras las ratas hacían estos, los científicos registrabana su actividad neuronal. Cuando las ratas dormían, los científicos registraron otra vez la actividad de su cerebro y confirmaron que estaban soñando con el laberinto que habían navegado el día anterior.

El hallazgo vino cuando los científicos reprodujeron los sonidos del experimento y observaron que las ratas soñaban con la sección del laberinto asociada con esta señal de audio. Esto es, se registraba actividad neural distintiva, la misma que se había detonado cruzando esa parte del laberinto. El experimento muestra que el contenido del sueño de una rata puede ser sesgado reactivando ciertas memorias mientras éstas duermen.

Además de la igneriería onírica, el experimento abre la posibilidad de la manipulación del procesamiento de memorias –algo que podría acelerar un proceso de aprendizaje e incluso podría modificar, bloquear o aumentar memorias selectivas.

El caso de la manipulación onírica es especialmente interesante. Hace un par de meses publicamos una nota sobre una app que dice influir en el contenido de los sueños leyendo en voz alta, durante periodos de R.E.M., una serie de palabras claves –esto basado en un estudio que mostró que el contenido de un sueño puede manipularse a través de una “estimulación verbal significativa”. Todos hemos escuchado historias sobre personas cuyos sueños se ven modificados por los ruidos a los que están expuestos. La diferencia, en este caso, es que se empieza a desarrollar una ciencia de la manipulación onírica que podría utilizar en un futuro ya no sólo palabras o sonidos asociados con ciertas memorias, sino frecuencias cerebrales y posiblemente estimular áreas del cerebro a una nanoescala. Si hace algunos años científicos, en su afan de mapear la enorme variabilidad neuronal, econtraron una neurona específica que llamaron “la neurona Jennifer Aniston“, es posible que en algunos años se pueda incluso, a voluntad, hacernos soñar con Jennifer Aniston o cualquiera otra persona o situación.

El escritor F. Scott Fitzgerald, quien vio el surgimiento del glamour de Hollywood, sin quedar del todo deslumbrado, alguna vez dijo: “Las películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traciones está es la peor”. Los sueños como ese fuero íntimo, casi impenetrable (o solo penetrable por la divinidad), guardián de nuestra identidad. La frase revela una inferencia digna de McLuhan de parte de Fitzgerald, el cine es una extensión de los sueños, pero como otros medios, esa extensión no solo amplifica también amputa. Nuestros sueños de alguna manera llevan siendo manipulados, reingeniados y reemplazados por los estudios de cine, por la gran máquina de sueños algunas décadas.

Consideremos otra posibilidad. Las ratas del experimento difícilmente tienen conciencia de que sueñan y no podrían relatar estos sueños –pero su comportamiento despiertas sí podría ser influido por el contenido manipulado de los sueños. Estas ratas no tienen conocimiento alguno de que eschuchan señales de audio cuando duermen o de que estás señales tienen un fin de manipulación. ¿Acaso no es posibe que señales más sutiles puedan reproducirse, ultrasonido o luz ultravioleta, por ejemplo, mientras dormimos? Estas mismas señales podrían vincularse con episodios dentro de nuestras vidas cotidianas. Así una persona podría manipular la memoria y los sueños de otra persona, sin que esta lo notara. Y sí somos aún más paranoicos, es posible que entidades más avanzadas, como el hombre hace con las ratas, pudieran en este momento estar jugando con nuestros sueños, guiándonos a través de un secreto laberinto, haciéndonos pensar que el mundo que experimentamos es de esta u otra forma. ¿Cómo saber que esa extraña frecuencia sonora que nos asalta en la noche no es parte de la obra del gobierno de tu ciudad sino de una manipulación onírica insondable?

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http://pijamasurf.com/2012/09/cientificos-alteran-contenido-del-sueno-de-las-ratas-se-acerca-la-ingieneria-onirica-humana/

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