EL SACERDOTE DEL DIABLO.

Su nombre era Pedro Ruiz Calderón, ejercía de sacerdote en Nueva España (actual México) y se jactaba continuamente de hacer tratos con el diablo y gozar de poderes sobrenaturales gracias a la magia negra. Viviendo en la primera mitad del siglo XVI, no es de extrañar que las insólitas declaraciones del clérigo acabaran por atraer la atención de la temible Santa Inquisición, quien inició un proceso contra él bajo la acusación de prácticas de magia negra.

El singular episodio ha adquirido recientemente cierta relevancia gracias a la investigación de John Chuchiak IV, profesor en la Universidad del Estado de Missouri (EE.UU.) y autor del libro The Inquisition in New Spain 1536-1820 (La Inquisición en Nueva España, 1536-1820). En este trabajo, Chuchiak reproduce buena parte de los documentos relativos al juicio a Ruiz Calderón –custodiados en el Archivo General de la Nación (México), desvelando un relato de tintes realmente fantásticos.

Durante el juicio –en el que ejerció de fiscal el arzobispo e inquisidor apostólico Fray Juan de Zumárraga–, Ruiz Calderón presumió de ser capaz de transportarse mágicamente a grandes distancias –incluso de un continente a otro–, hacerse invisible a voluntad, seducir a las mujeres, predecir el futuro, convertir metales en oro o invocar y exorcizar a los demonios, entre otros muchos prodigios. Además, según el profesor estadounidense, el excéntrico sacerdote decía ser capaz de hipnotizar a las personas, en lo que sería seguramente “una de las más antiguas descripciones sobre hipnotismo”.

Detalle de una de las páginas del proceso a Ruiz Calderón | Crédito: Archivo de la Nación (México)

Según los documentos del juicio, Calderón incluso juraba haber viajado hasta el infierno mientras se encontraba trabajando con el virrey de Nápoles, antes de trasladarse a América. En su sorprendente relato, el clérigo aseguraba haber penetrado en las entrañas de la tierra, durante más de 3.000 leguas, a través de una cueva. Fue allí, en las entrañas del infierno, donde aprendió todos los secretos de la magia negra e incluso habría conocido al mismísimo demonio, pues decía haber conseguido un libro firmado por el Maligno.

Pese a lo que pudiese uno imaginar en un primer momento, el juicio contra Ruiz Calderón se saldó con un pequeño castigo: su exilio a España y la prohibición de ejercer los sacramentos sacerdotales durante dos años. Una pena leve para un sacerdote que juraba haber tenido trato con demonios, haber estado en el infierno y practicar la magia negra. La sentencia sorprende sobre todo porque Zumárraga, el fiscal, tenía fama de severo, al igual que el Santo Oficio. Posiblemente fue la condición de sacerdote del acusado la que sirvió de atenuante para su condena, o quizá que se consideraran sus afirmaciones como meras fantasías de un desequilibrado. En cualquier caso, Ruiz Calderón fue ciertamente afortunado, pues otros no corrieron la misma suerte en similares condiciones.

Fuente: Black magic powers failed 16th-century priest (Msnbc News)

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4 comentarios en “EL SACERDOTE DEL DIABLO.

  1. Pones un ejemplo que que la «temible» Santa Inquisición, donde no es tan temible y te imaginas en tu calenturienta mentecilla iluminada de de narcóticos que «otros no corrieron la misma suerte». Deberías dejar las drogas antes de escribir.

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