Miembros del movimiento Occupy recorrieron este lunes algunas de las principales avenidas de la capital estadounidense, para protestar contra lo que consideran la “influencia indebida de dinero corporativo en la política”, dando así comienzo a una semana de resistencia que marca el primer aniversario de este movimiento anti-corporativismo en la ciudad de Washington.
El activismo social de Occupy Washington comenzó en octubre de 2011, cuando un pequeño grupo de manifestantes se instaló en la plaza McPherson -en solidaridad con el movimiento Occupy Wall Street, que surgió días antes en Nueva York- y permanecieron allí durante cuatro meses, hasta que su campamento fue desalojado por las autoridades en febrero de este año.
Según el sitio web del movimiento, las protestas del lunes son apenas las primeras de una serie de actividades previstas para esta semana. Los manifestantes se concentraron en la plaza Farragu, desde donde iniciaron su marcha, interrumpiendo el tráfico de la mañana para expresar su “indignación por la avaricia corporativa”.
Las protestas fueron pacíficas, el grupo cantó y se movilizó escoltado por efectivos de la policía y la escolta de Seguridad Nacional, estableciendo paradas en oficinas de grupos de presión corporativos ubicados en el centro de la ciudad.
“Es bueno ser parte de un grupo más grande, ver las caras que no has visto en mucho tiempo”, dijo Todd Waters, de 29 años, uno de los fundadores del movimiento, reseño The Washington Post.
Según el diario, la nota negativa de la jornada la protagonizaron algunos manifestantes -cuyos rostros estaban cubiertos con pañuelos- que parecían tratar agitar a la policía para deshacerse de ellos y emprender un rumbo propio. Sin embargo, los oficiales terminaron rodeando a este grupo.
Los líderes de la marcha, no obstante, aseguran que son los oficiales quienes los provocan. “La provocación viene de la policía. Nosotros estamos aquí celebrando nuestro aniversario, pacíficamente, y la policía viene a molestarnos, a escalar la situación y tratar de que nosotros nos tornemos violentos”, declaró Anthony Roblado, uno de los indignados.
El mensaje del movimiento Occupy no cambia, pues exigen que el establecimiento político del país trabaje para los intereses del pueblo y que la situación económica y financiera refleje igualdad entre todos los ciudadanos.
Los indignados dicen que los políticos no han escuchado sus demandas, y la mayoría de ellos no apoya a un candidato en particular. “Los candidatos son comprados por las corporaciones como Monsato y Goldman Sachs. Nosotros queremos un candidato para el pueblo, y ahora no hay ninguno”, dijo Roblado.
El movimiento Occupy Wall Street surgió cuando un grupo de manifestantes se reunieron en el distrito financiero de Nueva York el 17 de septiembre de 2011 para protestar contra la excesiva influencia de las grandes empresas sobre las políticas de Estados Unidos, así como la corrupción y la injusta distribución de la riqueza.
Telesur
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