“El propósito central de esta fecha es recordar la importancia de las otras especies animales con quienes compartimos el planeta, y las más de las veces son víctima de nuestro egoísmo y crueldad. Sin embargo, a través de la educación y la difusión de las actividades de los defensores de los animales, se intenta crear una nueva cultura del respeto y sensibilidad, en la cual afortunadamente cada vez más gente intenta en la medida de sus posibilidades, HACER DE ESTE MUNDO UN SITIO MÁS JUSTO PARA TODOS”
Anima Naturalis
El 4 de octubre es el aniversario de San Francisco de Asis, santo patrono de los animales y referente mundial de comportamiento respetuoso y de convivencia entre las especies del planeta. Esta fecha se celebró por primera vez en 1931 en una convención de cologistas en Florencia, Italia, que trataban de llamar la atención sobre la extinción de especies en el planeta. Desde entonces, el día se conmemora mundialmente y abarca a todos los animales.
“World Animal Day” es el nombre internacional de este evento que trasciende fronteras, política y religión y que une a todas las personas que se preocupan por lo animales y quieren un mundo menos especista. Exposiciones, recaudación de fondos para refugios animales, acercar las escuelas a la naturaleza y más son las actividades que se celebrarán en muchos países.
Y para reflexionar sobre lo que significa el Día Mundial de los Animales dejamos unas palabras de Eleonora Esquivel, fundadora de AnimaNaturalis Internacional, y persona muy comprometida con esta causa:
Pareciera que cuando decimos “animales” la mayoría de la gente piensa en perros, gatos o animales que considera admirables o impresionantes, como tigres, osos, leones, elefantes, delfines, ballenas, águilas. Pocos son quienes imaginan un ratón, un pollo, un cerdo, una vaca. Y esto se debe en parte a la “esquizofrenia moral” que tenemos, donde unos animales son “para querer”, otros “para proteger”, unos “para admirar”, otros “para utilizar”.
¿Qué hace tan distintos a un perro de una vaca? ¿por qué nos horroriza que en países como China aquellos sean comida, mientras nosotros devoramos vacas, pollos, cerdos y otros animales con la conciencia tranquila? Hemos trazado líneas arbitrarias entre las distintas especies para intentar justificar su explotación y maltrato.
Un día al año recordamos a los animales, pero diariamente olvidamos que cada segundo mueren 3000 animales en manos humanas. Un noventa por ciento de esas muertes pueden ser evitadas si modificamos nuestros hábitos de consumo, si cuestionamos la arraigada idea que somos el centro de la creación, nos volvemos más humildes e intentamos conceder el espacio planetario correspondiente a los seres a quienes se los hemos arrancado: construyendo sin límite, deforestando sin control, contaminando, invadiendo, depredando.
Con cuánta facilidad escuchamos decir ¡me encantan los animales! Tal vez nos guste verlos en documentales, en los libros, en postales ¡o asados! Pero cuando algo nos gusta verdaderamente, lo respetamos. Y los animales no son sólo los seres que mueven la cola cuando volvemos a casa, que ronronean en nuestro regazo, que se ven en el catálogo de una agencia de turismo ecológico. Son todas aquellas especies que como nosotros, tienen la capacidad de sufrir y disfrutar y cuyas vidas tomamos a voluntad en mataderos, laboratorios, granjas peleteras, plazas y palenques.
En un mundo lleno de efemérides, protestas y celebraciones es difícil recordar que conmemorar; pero en un mundo lleno de injusticia, violencia y crueldad, no ha de ser difícil recordar a quién proteger: a aquellos quienes no pueden defenderse por sí mismos, sean de la especie que sean. Y esto no se hace tan sólo un día al año.
En Argentina el Día Mundial de los Animales se celebra el 29 de abril
No podrá haber paz en el mundo mientras el hombre siga pensando que tiene el derecho legal y moral de quitarle la vida a otro ser que no le hecho ningún daño.
La razón mayor por la que comemos carne es porque nuestras víctimas no puden defenderse de nuestra violencia. S i tuviéramos que arriesgar la vida cada vez que se nos antoja una hamburguesa, la mayoría de nosotros seríamos vegetarianos.
Criticamos al cazador que mata por deporte, pero no tenemos ningún reparo en encerrar en una jaula una ternerita recien nacida y mantenerla ahí toda su vida, inyectándole hormonas a nuestra conveniencia. Luego la matamos y nos la comemos muy felices en compañía de nuestra familia. No son las corporaciones las que cometen este abuso. ¡Somos nosotros los consumidores!.
Grracias Maestro viejo, no sabía que existía el día de los animalitos… Celebraremos este día con un sabroso chanchito, o cochinito, o puerquito, o marranito, …
Comparto el amor , y respeto por los animales y por todo lo que tiene vida, pero sería interesante que primero lo practique el grupo de poder de este planeta y sus secuaces, también quemar sus libros racistas, luego de eso empezaré a creer en el verdadero cambio. ..por ahora sólo quedan en proclamas cuando están condenado a millones al hambre, a la guerra y a la miseria…totalmente evitables, porque no hay causas ni nada que los justifique.
Un saludo.-