¿Es la evolución compatible con la religión?

Referencia:  Huffington.Post.com  .
Autor: Victor Stenger, 6 octubre 2012

La principales comunidades científicas ha afirmado que todo nuestro conocimiento de las ciencias biológicas apoya convincentemente la evolución por selección natural y que de otra manera no puede entenderse. Al mismo tiempo, estas sociedades han evitado cuidadosamente ofender a los grupos religiosos, asegurando que la evolución no entra en conflicto con las creencias religiosas(véase, por ejemplo, National Academy of Sciences. Teaching About Evolution and the Nature of Science. Washington, DC: National Academy Press, 1998, p. 58).

De hecho, este intento de los científicos para convencer al público estadounidense de que la evolución no es una amenaza para la fe ha caído en saco roto, tal vez porque, simplemente, es falso, y los creyentes pueden verlo con meridiana claridad.

Una encuesta Gallup 2010 encontró que sólo el 16 por ciento de los estadounidenses creen en la «Evolution naturalista», definida como que «el hombre se ha ido desarrollando a lo largo de millones de años a partir de formas menos avanzadas de la vida, y que Dios no tuvo nada que ver en este proceso». Este es, exactamente, el mismo porcentaje de estadounidenses que se declaran no afiliados a ninguna religión. Es muy posible que los únicos estadounidenses que aceptan la evolución naturalista sean aquellos que no participan en ninguna religión organizada.

De los 34 países desarrollados encuestados por su aceptación de la evolución, definida como que los humanos y los simios comparten el mismo ancestro, sólo Turquía tuvo un porcentaje menor que EE.UU.

Entonces, ¿qué es lo que creen los estadounidenses que participan en alguna religión organizada? La encuesta Gallup encontró que el 30 por ciento de ellos están de acuerdo con la «Evolución teísta», definida como los «los humanos se han desarrollado a lo largo de millones de años a partir de formas menos avanzadas de vida, pero que Dios guió este proceso, incluyendo la creación del hombre». Y un asombroso 40 por ciento, adopta la «visión creacionista», en la que «Dios creó al hombre más o menos en su forma actual en algún momento de los últimos 10.000 años». Esto a pesar del hecho de que solamente el26,3 por ciento de todos los estadounidenses pertenecen a iglesias evangélicas, donde la Biblia se toma literalmente. Esto sugiere que, casi la mitad de los feligreses que rechazan la evolución no lo hacen porque ésta esté en desacuerdo con la Biblia, sino porque no está de acuerdo con su visión personal del lugar que ocupa la humanidad en el esquema de las cosas, o sea que, los seres humanos son especiales.

Darwin es recordado como un gran pensador, porque vio que la pura variación aleatoria era suficiente para permitir funcionar la selección natural. Si hubiera dicho que la variación, guiada de forma sobrenatural, creó el mundo biológico, nadie sabría su nombre hoy día, porque esa teoría no tiene poder explicativo. Sólo sería un empujón más hacia las tinieblas del país de nunca jamás de lo sobrenatural.

Las evidencias que Darwin empezó a reunir, y que otros científicos han ido acumulando a lo largo de casi 150 años, desde que se publicó El origen del hombre, no sólo muestra cómo los humanos descienden de ancestros simiescos por una combinación de variación aleatoria y selección natural. También implica que el resultado específico de la especie humana, o cualquier otra especie para el caso, se produjo por casualidad. Los humanos evolucionaron debido a la suerte, sin propósito divino. Este hecho es fundamentalmente destructivo respecto a lo que cada religión enseña acerca de la humanidad.

En el libro de 2003, «La solución de la vida: Inevitables humanos en un universo solitario», su autor, el paleontólogo Simon Conway Morris, afirmó que la evolución converge en determinadas soluciones. No obstante, hay un gran salto desde la convergencia simple, que es la que más datos implica, a la inevitabilidad de los humanos que Conway Morris afirma en su título. La convergencia es plenamente coherente con el darwinismo básico (ver Jerry Coyne. «Por qué es cierta la evolución»).

Varios biólogos prominentes son tan devotos creyentes como defensores elocuentes de la evolución, a pesar de ser sólo una pequeña minoría. En 2005, un tribunal federal en Dover, Pensilvania, dictaminó que la enseñanza del diseño inteligente en las escuelas públicas en Dover era inconstitucional. Uno de los testigos estrella de esta demanda fue el biólogo católico Kenneth Miller. En su libro de 1999, «Finding Darwin’s God», Miller argumentaba que Dios podría estar detrás de la aleatoriedad de la evolución. Tal como yo señalo en «Quantum Gods», sin embargo, el dios de Miller es un «Dios que juega a los dados» que no tiene semejanza con el Dios de Abraham, que juega un papel muy activo en el universo y en las vidas humanas.

De forma parecida, el actual director de los Institutos Nacionales de Salud y el anterior administrador del Proyecto Genoma Humano, Francis Collins, también ven a Dios como el autor de la evolución. En su bestseller de 2006 «The Language of God», en una sección sobre «evolución teísta», Collins escribe:

«Dios, que no está limitado en el tiempo o el espacio, creó el universo y estableció leyes naturales que lo rigen. Tratando de llenar este universo estéril  de otra manera, con seres vivos, Dios eligió la elegante mecánica de la evolución para crear microbios, plantas y animales de todo tipo. Y lo más notable, Dios eligió intencionalmente el mismo mecanismo para dar lugar a criaturas especiales que tendrán la inteligencia, el conocimiento del bien y del mal, el libre albedrío, y el deseo de buscar la comunión con él (pp. 200-201, primera edición).»

Él no nos dice nada de cómo sabe todo esto.

La mayoría de científicos y organizaciones científicas en Estados Unidos desea mantienen buenas relaciones con la mayoría creyente, de esta manera la incompatibilidad fundamental entre la evolución al azar (que es lo que la ciencia dice que ocurrió) y la evolución divinamente guiada (de la que no existe evidencia alguna) se mantiene oculta. Sin embargo, tal vez ha llegado la hora de que los científicos y sus sociedades hagan frente a la incompatibilidad fundamental entre la evolución naturalista y la teísta.


– Sobre el autor: Victor Stenger. Physicist, Ph.D., bestselling author, author of ‘God and the Folly of Faith’
– Imagen 1) «Adam and Eve» de Peter Paul Rubens (1577–1640). Wikipedia. Imagen 2)Darwin en Sevilla 2009 .

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16 comentarios en “¿Es la evolución compatible con la religión?

  1. Si usted cree en la Biblia debe creer en la resurrección. La verdad de la creación y la teoría de la evolución no son compatibles. ¿Qué va usted a hacer cuando Dios lo resucite? ¿Va usted a buscar un orangután prehistórico o un gorila lanudo? ¡Abuelo, abuelo! ¡qué alegría me causa conocerte!.

    1. ¿Qué va usted a hacer cuando fallezca y descubra que no hay «dios» que resucite a nadie -una vez la muerte en sí solo afectaría a nuestro vehículo físico dejando INTACTA nuestra consciencia? ¿Quién le ha contado a usted esas fábulas infantiles sobre «Dios/dioses», «raptos» o «resurecciones»? Déjeme adivinarlo: La IGLESIA católica-apostólica-ROMANA; ergo: La institución más CRIMINAL, genocida y asesina de todas cuantas jamás obraron y pulularon por la Tierra.

      Al margen de dar por hecho que la teoría de la evolución de Darwin no es más que una escandalosa falacia que responde a una campaña de culto a lo material auspiciada por la Royal Society británica -patrocinada por los sionistas adoradores del tal «Yahveh» bíblico, por cierto-… la mera enunciación del vocablo «Dios» comporta ingenuidad y retraso conceptual de mayores y más longevos efectos secundarios lesivos para la salud; y eso refiriéndose tanto a la salud del cuerpo físico como a la de la mente y el alma misma.

      El CONOCIMIENTO acaba precisamente allí donde cualquier praxis de CREENCIA, «fe», culto o religión comienza… -como bien precisó el brillante Goethe, en su día-.

      Solo los que NO SABEN incurren en CREENCIAS ridículas y pueriles como parche cochambroso sustituto a su ignorancia, y con el único fin de aspirar a protegerse de sus miedos e inseguridades más básicas.

      1. Mi comentario está dirigido a las personas que creen que la creación y la evolución puden ser compatibles. Me parece que Usted no es una de estas personas. De cualquier forma, le pido una disculpa si le molesta que no comparta sus convicciones basadas en la ciencia. Le agradezco también que se haya tomado el tiempo para opinar sobre mi comentario.

      2. Estimado ‘Remigio Sol’:

        Discúlpeme usted a su vez si así gusta por haber malentendido la dirección de su pronunciamiento, el cual pensé iba enfocado más explícitamente a mi singular aportación anterior.

        En todo caso si me lo permite espero tenga a bien que mantenga tal postulado enunciado eso sí de un modo totalmente genérico; y en cuyo favor añadiré que ambos extremos -teoría de la evolución / teoría de «Dios creador», a algunos nos parecen igual de infumables en los términos de la improbabilidad más obvia que comportan.

        Y es que -al igual que no pocos enunciados científicos de más que dudable procedencia y ontología-, cualquier práctica de «fe» ciega sin los más básicos y lógicos cuestionamientos deseables acerca de su naturaleza, origen o plausibilidad implican la herencia más siniestra y lesiva que viene acarreando esta humanidad desde los tiempos en que las iglesias, élites custodias y gerifaltes de rango predominante diseminaron sus pócimas venenosas de control mental a efectos de la manipulación, adoctrinamiento e hipnosis masiva de nuestras sociedades.

        El reino animal no precisa de ningún culto, dogma de «fe», religión o confianza en «Dios» o «dioses» algunos en aras a lograr obrar de acuerdo a su instinto de supervivencia más armonioso, cabal e inteligente. Solo el hombre cayó en la trampa más indeseable de prestarse a la reverencia, adoración o veneración de entidad o entidades -JAMÁS SIQUIERA vistas o atestiguadas como tales- en el actual organigrama de la Creación o Universo manifiesto; el hombre creó a «Dios»… a su imagen y semejanza -como adujo en su día Nietzsche-. Y además fue con fines totalmente malévolos.

    2. Me gustó tu pensamiento Remigio, qué haremos cuando estemos frente a la Luz Perfecta y nos muestre el «libro de nuestra vida» de lo que hicimos, no hicimos y de cuánto dejamos de hacer?

      Un saludo y Bendición.-

  2. Es una pregunta capciosa. Que curiosamente siempre plantean los defensores de la religión.

    Hace ya muchos siglos que se estableció la separación entre fé y razón.

    La Teoría de la evolución de las especies es un planteamiento científico, producto de la razón. La creación divina es un planteamiento religioso producto de la fé.

    Es como preguntar ¿son compatibles las manzanas con la amistad?.

    Un saludo.

    1. Hola José es muy sencillo, la clave sería poder definir correctamente la palabra «evolución», y recién ahí hasta serían compatibles diferentes teorías tanto desde la ciencia como desde el punto de vista Espiritual. (no hablo de religión/es/cultos porque eso es otro tema)

      Un abrazo.-

      1. Hola María.

        A mí, particularmente, me es indiferente si soy un producto divino o el descendiente de un mono que tuvo suerte. Soy y estoy.

        No puedo cambiar ( ni quiero ) lo que soy; y soy responsable de como estoy.

        Hay una frase que dice » uno no elige a sus padres pero sí a sus amigos «.

        Me es absolutamente indiferente mi origen y el de cualquiera. Mi interés es mi actuar y el de los que me rodean. Hoy, y de ahora en adelante.

        Nunca he tenido esas preocupaciones sobre la génesis de todo. Tengo mi opinión personal, claro, pero cada cual tendrá la suya.

        Si una persona es buena y se siente – y hace sentir a los demás – feliz, entonces lo que cree es adecuado.

        Dá igual en qué creas. Lo importante es la clase de persona en la que te convierte esa creencia o pensamiento.

        Un abrazo.

      2. Compartimos José, mi tema puntual es porque he compartido algunas cuestiones vinculadas a eso y mi esencia es tratar de buscar algunos puntos en común, o acercar posiciones a veces muy diferentes, y tal vez con más diálogo hablarían de lo mismo enriqueciendo sus conceptos y sus vínculos, no suelo observar más que aquello que llama mi atención y justamente tiene que ver con sentimientos más que con mentes o razones, hay un idioma universal y es el que sale del corazón.

        Un filósofo sé que lo entiende, yo no lo soy pero es un tema que me apasiona.

        Un abrazo y gracias.-

    2. Gracias, José, por su participación. A través de sus palabras puedo ver que es Usted una gran persona.
      Y un poco en el lado alegre, le diré que las manzanas y la amistad sí son compatibles; la computadora Apple que hay en la biblioteca pública es una gran amiga mía. Pasamos muchas horas juntos.

  3. Pareciera al leer este artículo que los científicos son de otro planeta o de otra especie… Las religiones tiene vida solo por sus mensajes filosóficos de ética y moral… desde otro punto de vista el hecho que no sepamos de donde en la creción nos permite aceptar cualquier religón o cualquier impostor que vive de ello habland tanta paja y repitiendo lo mismo a través del tiempo. !Allá quien los oiga! en vez de dedicar ese valioso tiempo para ilustarse culturalmente. La mayoría viven pidiendo dinero a cualquier coste y de granito a granito, crean emporios que a la larga se ve como estafas divinas…

  4. Le doy la razón, Darien, en en cuanto a su frustración referente a los lobos con piel de oveja que aseguran ser pastores.
    Creo que nosostros, los que participamos en esta conversación, granito a granito estamos construyendo nuestro propio emporio de entendimiento y respeto mutuo. Me parecen muy sabias las palabras de José cuando dice: «Lo importante es la clase de persona en la que te convierte esa creencia o pensamiento».

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