LA INTERNACIONAL

Una colaboración de Mr Mario Lopez

PARA ESTOS TIEMPOS A LOS OBREROS DE LA EU Y DEL MUNDO 

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=pPMeIkCsEd8]

Su letra original fue escrita por el obrero electo de la Comuna de París Eugène Pottier, en junio de 1871.  La música la compuso a su vez otro obrero, Pierre Degeuter.   En julio de 1888, en una reunión de la Junta Sindical de vendedores de periódicos de Lille, se interpretó por primera vez en público.La Internacional es históricamente el himno internacionalista del proletariado revolucionario.

La Internacional ha sido usada, con diferentes modificaciones de la letra,  por los anarquistas de la I Internacional y fue el himno de la Segunda, la Tercera y la Cuarta Internacionales, de la mayoría de los partidos obreros y de muchos sindicatos .

A continuación transcribimos la letra original de Eugène Pottier, traducida por nosotros.  En castellano existen al menos dos versiones: la socialdemócrata, cantada tradicionalmente en las filas del PSOE y la UGT; y la ‘comunista’, mucho menos deformada respecto a la letra original y que por ello es la que publicamos más abajo.    En todo caso, destacamos al lector que las letras utilizadas actualmente en todas las versiones que nosotros conocemos eliminan los párrafos antepenúltimo y penúltimo de la letra de Pottier. Es obvio que dicha censura responde a la degeneración de las actuales direcciones de la clase obrera, que han renunciado definitivamente no sólo a derrocar el poder del capital, sino incluso a la simple defensa de los intereses de conjunto del proletariado sin concesiones a la clase enemiga.

LA INTERNACIONAL en castellano,

versión comunista (la más fiel a la letra original)

¡Arriba, parias de la Tierra.
En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha,
Es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos,
legión esclava en pie a vencer,
el mundo va a cambiar de base,
los nada de hoy todo han de ser.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor.
Nos da derechos irrisorios,
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser,
no más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber.

¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.
¡Agrupémonos todos,
en la lucha final!
El género humano
es la Internacional.

La Internacional

El himno de la clase obrera

En 1871 los obreros de París “tomaron el cielo por asalto”, como dijo Marx. El 18 de marzo de ese año na-cía la Comuna de París, esa “revolución con ropa de obrero”, que duró 72 días, y cuyos principios serán eternos.
Entre esos obreros franceses había uno, llamado Eugène Pottier, que era poeta. Días después de derrotados los comuneros, “con la sangre aún corriendo por los muros de los fusilamientos”, escribió los versos de La Internacional, el himno de los trabajadores del mundo entero. Su música la compuso otro obrero francés, Pierre Degeyter, en 1888.

Quién fue Eugène Pottier
Eugène Pottier había nacido en 1816, y ya a los 14 años escribió su primer poema, titulado ¡Viva la libertad! Participó en la revolución de febrero de 1848 en Francia. Organizó a los diseñadores de telas, tal era su oficio, e incorporó su gremio a la Asociación Internacional de los Trabajadores, la Primera Internacional fundada por Marx y Engels en 1864.
En tiempos de la Comuna fue uno de los 80 miembros elegidos para el gobierno de París, a la vez que comenzaba a ser reconocido como el poeta de los trabajadores. Derrotada la Comuna conoció el exilio, en Inglaterra y en Estados Unidos, y volvió a su patria en 1880. En Francia adhirió al Partido Obrero Francés, el partido socialista que surgió en esos años, y colaboró en su periódico hasta su muerte, el 6 de noviembre 1887. “Pottier murió en la miseria. Pero deja tras de sí un monumento verdaderamente im-perecedero”, dijo Lenin.
Cerca de diez mil personas acompañaron sus restos hasta el cementerio de Père-Lachaise, donde están enterrados los comuneros que fueron fusilados contra sus muros. Allí los manifestantes se enfrentaron con la policía, que no pudo impedir la despedida de Pottier, a cargo de grandes revolucionarios como Vaillant y Luisa Michel.
Una parte de las poesías de Eugène Pottier fueron publicadas en la década de 1880, y a su muerte se hizo una recopilación que incluyó La Internacional. Un ejemplar de las poesías de Pottier fue a dar a las manos del director del coro obrero “La lira de los trabajadores” de la ciudad francesa de Lila, quien le encomendó a uno de sus integrantes, que además era compositor, “una música vibrante” para el poema de Pottier. Este músico proletario era Pierre Degeyter.
La Internacional, que en su versión original constaba de 6 estrofas, se cantó por primera vez en Lila en 1888, y durante algunos años sólo era conocida por unos pccos obreros franceses. Desde sus comienzos fue perseguida con saña por las clases dominantes. Sólo por editar la letra y la música en un folleto popular, el maestro de escuela Armand Goselin fue perseguido y sufrió un año de cárcel a fines del siglo XIX.
En 1896, en ocasión de un congreso que se celebraba en la ciudad de Lila, el Partido Obrero Francés convocó a los trabajadores a recibir a las delegaciones extranjeras. Sectores nacionalistas quisieron impedir el acto, e irrumpieron cantando La Marsellesa. Los socialistas los enfrentaron, unificándose cantando La Internacional. En las calles, combatiendo, los trabajadores franceses la hicieron suya.
Pero ya por esos años crecían en los partidos socialistas las posiciones de los revisionistas, proclives a los acuerdos con las burguesías que, ya imperialistas, se disputaban el mundo. Y la música también era un terreno de batalla. Por eso en los congresos de la Segunda Internacional, que nucleaba a los principales partidos socialistas, se cantaba La Marsellesa (la canción que surgió de la revolución francesa de 1789 y era un himno de la burguesía). Recién en 1910, La Internacional fue consagrada como himno oficial de la Internacional Socialista.
Treinta años y un día después de la muerte de Pottier, el 7 de noviembre de 1917, los obreros y campesinos rusos, dirigidos por Lenin y los bolcheviques tomaban el poder con la Revolución Rusa. Nacía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y el himno del primer estado proletario fue La Internacional, hasta 1948.
El jefe del proletariado soviético, Lenin, tenía en gran estima a Pottier. Ya en 1913, en ocasión de cumplirse 25 años de su muerte, escribió del poeta y revolucionario francés: “Fue uno de los más grandes propagandistas por medio de la canción”. De Pierre Degeyter, autor de la música, agreguemos solamente que, cuando se creó la Internacional Comunista para oponerse a los revisionistas que habían traicionado los principios revolucionarios, adhirió al Partido Comunista surgido en Francia, en 1921.

Porqué cantamos La Internacional
Con el correr de los años, la lucha de líneas entre los distintos sectores del movimiento obrero, se fue expresando en variaciones de la letra de La Internacional. Así se conocieron las versiones anarquista, socialista y comunista, la más fiel a la original.
Cantamos La Internacional porque refleja la gran enseñanza de las mujeres y hombres que forjaron en las barricadas la Comuna de París, esa que hizo a Marx y Engels decir en el último prólogo escrito por ambos al Manifiesto Comunista: “La Comuna ha demostrado sobre todo que la clase obrera no puede limitarse a tomar posesión de la máquina estatal existente, poniéndola en marcha para sus propios fines…”, sino que debe romper esa máquina estatal, por eso “cambiemos al mundo de base / hundiendo al imperio burgués”.
Los revolucionarios, en nuestro país y en todo el mundo, cantamos La Internacional, porque es la canción que mejor expresa la necesidad de la clase obrera de ponerse de pie y terminar con la opresión. Millones de trabajadores, en todos los idiomas, unimos nuestras voces para que se alcen los pueblos en la lucha por la revolución.
La Internacional es la canción que identifica ese inmenso ejército proletario, porque como decía Lenin: “Sea cual fuere el país en que recale un obrero conciente, fuese cual fuere el lugar a que lo empuje el destino, sea cual fuere su sentimiento de ser un extranjero, privado de idioma y de amigos, lejos de su patria, puede encontrar camaradas y amigos gracias a la canción familiar de La Internacional”.

3 comentarios en “LA INTERNACIONAL

  1. izquierda y derecha, son la misma porqueria,o capitalismo y comunismo,todos incluido las religiones son porquerias que solo los ingenuos y mal informados toman bandera por ellos, seamos libres pensadores.

  2. Un bonito himno que engañó a media humanidad. Todavia es mas bonito cuando el video ensalza la figura de Lenin, uno de los mayores asesinos de la historia de la humanidad. La letra del himno y sus ideales puede hacer juego con esta pagina pero esta pagina sabe bien del engaño que se esconde tras esas ideas de igualdad obrera.

  3. el himno tal vez halla sido usado, pero en si, aún contiene su esencia
    «Ni en dioses, reyes ni tribunos,
    está el supremo salvador.
    Nosotros mismos realicemos
    el esfuerzo redentor.»
    …..toda la vida, nos han engañado diciéndonos que el pasado era estúpido porque los hombres no sabían lo que «hoy» sabemos…. y en este «humanismo» de constante involución, curiosamente la contradicción surge en restaurar, crear y recuperar nuestra memoria, nuestros sueños y anhelos de libertad.
    poco a poco nos vamos conociendo, poco a poco nos estamos construyendo.
    no podemos conocer todo lo que un hombre hizo, es como el niño jesus, y aunque me produce mucha risa decirlo… sigue siendo fuente de inspiración, solo hay que profundizar en el conocimiento… la cuestión es, un paso a la vez.

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