Una de las nuevas propuestas del congreso de los Estados Unidos para controlar (censurar) los sitios ilegales que ellos consideren no cuenta con el apoyo de todos los implicados. El objetivo COICA, que es el nombre que recibe la presunta regulación, es el de siempre, un permiso para poder cerrar las web de comportamiento dudoso que no les agrade.
El problema es que uno de los principales actores en realizar ese trabajo de censura sería Google, y desde el buscador no están por la labor. No les importaría colaborar contra lo ilegal, pero “no todo lo que hay en The Pirate Bay es ilegal” y en la práctica es imposible de perseguir.
Kent Walker, responsable de la compañía, decía que no estaban dispuestos a aceptar extorsiones de empresas privadas con intención de provocar cambios en el comportamiento del buscador. Ellos no van a ser “juez, jurado y verdugo” de lo que ocurra en la red.
“Los políticos (…) deben tener cuidado de no hacer a los intermediarios responsables de los abusos de sus sistemas que no se pueden prevenir razonablemente. La legislación no debe incluir la invitación a ‘trolls’ que extorsionan a los intermediarios pese a que están haciendo esfuerzos de buena fe para cumplir con la ley.”
Para justificar este tipo de actitud denominada “derecho de acción” los representantes del lobby del copyright afirman que estan sencillo como “escribir en el buscador free mp3 Taylor Swift, y la primera página entera de los resultados vinieron de lugares sin licencia.” También se quejan de que el autocompletado sugiere en ocasiones contenido protegido gratis (al escribir película, por ejemplo, Google añade “peliculas gratis online”). Pero nada, parece que Larry Page y los demás siguen trabajando duro para, en beneficio de todos, lavar la imagen de la compañía.