A las promesas recientes de los líderes médicos en China, de que el país va a dejar de depender de órganos para trasplantes procedentes de presos ejecutados, investigadores y un grupo de defensa médico les están dando una mirada crítica.
A principios de noviembre, un alto funcionario chino dijo al Boletín de la Organización Mundial de la Salud, que China dejaría de depender paulatinamente de los condenados a muerte para los trasplantes de órganos a principios del año que viene.
Los comentarios fueron recibidos con cierto grado de bombos y platillos en la prensa, pero deben ser analizados de manera más crítica, según Doctores en Contra de la Sustracción Forzada de Órganos Harvesting (DAFOH por sus siglas en inglés), un grupo de defensa médico con sede en Washington.
«A DAFOH le preocupa que los cambios anunciados se dirigen principalmente a apaciguar a la comunidad internacional, mientras que los abusos en trasplantes de órganos no éticos continuarán en secreto», dijo el grupo en un comunicado de prensa enviado en la tarde del 5 de noviembre.
Una gran parte de las actividades de extracción de órganosque se sabe que han tenido lugar en China se realizaron en secreto, por las fuerzas de seguridad y sistemas médico-militares. Decenas de miles, y posiblemente más, de estos trasplantes se han efectuado desde la década de 1990 y tienen como objetivo a prisioneros de conciencia.
Según los investigadores, en la década de 1990 los uigures fueron los primeros asesinados por sus órganos, luego en el 2000, un año después de que comenzara la persecución a Falun Gong, los practicantes de Falun Gong detenidos se convirtieron en el blanco. Se cree que sustrajeron los órganos a más de 60.000 practicantes, efectivamente ejecutados durante el proceso de remover sus órganos.
Dado que no ha habido ningún reconocimiento público o reparación de estas prácticas abusivas de trasplantes, investigadores cuestionan el fundamento de un sistema nuevo, supuestamente limpio.
Donación voluntaria y presentación de informes
Wang Haibo, director del Centro de investigación del Sistema de Respuesta de Trasplantes de Órganos de China del Ministerio de Salud le dijo al boletín de la OMS «Es hora de que China avance y desarrolle un sistema de donación de órganos ético y sostenible».
Dijo que utilizar a los prisioneros condenados a muerte por sus órganos «no es ético ni sostenible», y que hay un consenso entre los profesionales de trasplantes en China para poner fin a la práctica.
La Sociedad de la Cruz Roja de China, una organización afiliada al gobierno, fue nombrada por el Ministerio de Salud para establecer y operar el sistema de donación de órganos.
El Centro de Estudio de Enfermedades del Hígado en el Hospital Queen Mary, Universidad de Hong Kong, fue designado para dirigir el Registro de Trasplante de Hígado en China, que se supone debe registrar todos los trasplantes de hígado en China.
No se mencionó una fecha límite para cesar de emplear a prisioneros ejecutados por sus órganos y Wang no explica cómo se confirmará que la práctica de la sustracción de órganos de prisioneros se detendrá.
Dudas sobre la transparencia
El Registro de hígado en Hong Kong no se desarrolla de manera transparente, según David Matas, el co-autor de un librode 2009 que estudia cómo los practicantes de Falun Gong son objeto de sustracción de órganos.
En 2009 Matas logró de acceder a los datos del registro, y se refirió a éstos en su investigación para señalar las tendencias de los trasplantes renales realizados en China. Para el año 2010 elacceso público a la información fue retirado, y continua así hasta ahora.
Matas dijo en una entrevista telefónica que cuando le preguntó a Wang acerca de las razones para la creciente reserva, en una pregunta pública en el Congreso Internacional en Vancouver de La Sociedad de Trasplantes en agosto del 2010, Wang dijo que no quería que los datos fueran utilizados de formas que él desaprobaba por individuos como Matas. «Esa es la antítesis del libre acceso a la información», dijo Matas.
Nadie respondió a una llamada a la oficina de Wang en la mañana del 7 de noviembre.
De acuerdo con un esquema de la página web, el proceso de información se inicia con los centros de trasplantes en China. No está claro si este proceso de ingreso voluntario capturará operaciones ilícitas de trasplante de órganos, o cómo las actividades de la industria médico-militar de China serán impedidas por iniciativa del Ministerio de Salud. El Ministerio de Salud no tiene autoridad sobre los hospitales militares de China.
Durante años, los servicios de seguridad y los hospitales militares han sustraído órganos de presos políticos, practicantes de Falun Gong en su mayoría, mientras que el régimen ataca a los críticos que intentan exponer estas prácticas.
Gran parte de la cobertura de los medios sobre la nueva iniciativa se mantiene al margen de este trasfondo.
¿’Dando el salto’ o encubriendo?
En la entrevista con el Boletín de la OMS, Wang dijo: «Me siento optimista de que China puede dar un salto hacia el éxito en un período relativamente corto de tiempo debido a la combinación del apoyo gubernamental y de la experiencia internacional».
Ethan Gutmann, un periodista e investigador que desde el año 2006 esta realizando un estudio sobre la participación de los servicios de seguridad de China en el comercio de órganos, pensó que la idea de que China podría dar un salto más allá de los hechos ocurridos es una perspectiva sombría.
¿A qué ‘gran salto’ se refiere Wang? ¿Será saltar sobre una fosa común de 65.000 personas?
«Mr. Wang quiere que aceptemos que China puede ‘dar el salto’ hacia un sistema de trasplantes ético únicamente a través de voluntad burocrática, como si la sustracción forzada de órganos en China pudiera ser descartada como un vestigio del subdesarrollo chino y el feudalismo agobiante «, escribió Gutmann en una respuesta por correo electrónico.
Y continuó: «La culpa de la masacre médica encubierta de decenas de miles de disidentes religiosos y políticos -Falun Gong, uigures, tibetanos, cristianos- no puede descargarse en el pueblo chino, o incluso en el sistema médico. La culpa la tiene el Partido Comunista Chino en sí».
No es una reforma médica en absoluto. Se trata de un encubrimiento, un descarado intento de cambiar de tema
La investigación de Gutmann encontró que los uigures, tibetanos y practicantes de Falun Gong fueron objeto desustracción de órganos por el complejo médico-militar que trabaja con los servicios de seguridad.
«No es una reforma médica en absoluto. Se trata de un encubrimiento, un descarado intento de cambiar de tema, un intento de ganar tiempo para enterrar a un crimen contra la humanidad, para dejar que el pasto haga su trabajo «, escribió Gutmann.
«¿A qué ‘gran salto’ se refiere Wang? ¿Será saltar sobre una fosa común de 65.000 personas?Además el Partido está utilizando esta maniobra repugnante a la vista de todo el mundo».
http://www.lagranepoca.com/26121-regimen-chino-quiere-encubrir-sus-atrocidades-dicen-investigadores