Vivir y morir de rodillas

 

Luis García MonteroPúblico

En su libro El refugio de la memoria (Taurus, 2011), escrito mientras una esclerosis lateral iba paralizando su cuerpo hasta llevarlo a la muerte, el historiador Toni Judt escribe una afirmación tajante: “Sabemos perfectamente que la fe sin límites en los mercados desregulados mata”. Judt, que durante muchos años denunció las dictaduras del socialismo real, muestra un interés angustioso en explicar que el neoliberalismo, actual devorador de los sentimientos sociales, se ha convertido en una nueva consigna totalitaria.

Según afirma él, la mejor manera de medir el grado de esclavitud en el que una ideología mantiene a un pueblo es la incapacidad colectiva para imaginar alternativas. La sensación de impotencia define bien el estado con el que muchos ciudadanos, envueltos por una degradación alarmante de la realidad democrática, con una economía cada vez más injusta y una soberanía cada vez más limitada, soportan los dictados oficiales de los responsables de las instituciones financieras. Todo se resuelve en un diagnóstico: ustedes deben ganar menos y perder derechos para que los especuladores tengan mejores beneficios. Y quien quiera separarse de esta lógica parece condenado al abismo.

El neoliberalismo mata. Me acuerdo de Toni Judt al leer un estudio publicado por David Stuckler en el British Medical Journal, “Crisis presupuestaria, salud y programas de bienestar social”, en el que se analiza la relación entre los recortes de los gobiernos europeos y el aumento de la mortalidad. Ahorramos a costa de adelantar nuestra llegada a la tumba. Las muertes por tuberculosis aumentarán en Europa un 4,3 % y un 1,2 % la mortalidad cardiovascular. Este es el horizonte vital en el que la derecha civilizada que gobierna en Catalunya anuncia que reducirá un 10 % su inversión sanitaria, uniéndose al club de los desmanteladores de la sanidad pública, encabezado por las comunidades de Madrid y Valencia. Según las encuestas, los ciudadanos van a agudizar con su voto en las próximas elecciones esa tendencia ideológica a la privatización sanitaria. Vivimos y moriremos de rodillas.

La dirección política parece clara. Se trata de expulsar de la sanidad pública a las clases medias. El que pueda que pague su propia salud. La atención pública atenderá sólo a los más pobres. Y claro está, como denuncia con frecuencia el diputado Gaspar Llamazares, una medicina para pobres está condenada a ser una pobre medicina, una oferta caritativa de servicios en vez de un derecho universal. Los ciudadanos serán unos irresponsables si se empeñan en mantener sus derechos. Ellos tendrán la culpa de todas las desgracias al reclamar un gasto insostenible. Frente a eso la mejor receta neoliberal implica el recorte de inversiones públicas y la confianza en la iniciativa privada.

¿Recortar inversiones? Aunque la ideología totalitaria del neoliberalismo nos impida imaginar alternativas, los datos reales son tozudos. El nuevo hospital de Asturias, puesto en marcha con inversión pública directa, ha costado 350 millones de euros. El hospital de Majadahonda, con menos camas, gracias a la inestimable colaboración de la iniciativa privada, nos cuesta 1.250 millones. Un informe de la UGT (¡qué incómodos son siempre los sindicatos!) demuestra que una cama de hospital, en concertación con la iniciativa privada, cuesta un 30% más que en la sanidad pública. ¿Necesitamos ahorrar? Pues atención a este dato analizado por CCOO. Los ochos hospitales de Madrid creados a través del método PFI (iniciativa de financiación privada) costarán unos 5.000 millones. La inversión pública directa hubiese reducido el gasto a 700 millones. Después de que estallara la burbuja inmobiliaria, ya podemos suponer dónde fue a esconderse la especulación que tanto anima los entresijos madrileños de Esperanza Aguirre. Y para los partidarios del copago como camino y fe de ahorro, otro dato: el gasto farmacéutico español, ámbito en el que se ha instalado tan buen consejo, duplica la media del gasto europeo.

El totalitarismo de la ideología neoliberal tiene que ser muy fuerte para conseguir que comulguemos con estas ruedas de molino. Toni Judt murió de parálisis. A nosotros nos va a pasar lo mismo como no seamos capaces de imaginar una alternativa.

 

Un comentario en “Vivir y morir de rodillas

  1. Pues por desgracia estan ahorrando de lo principal privatizando con la excusa del ahorro y al final resulta que las empresas privadas se lucran y dan peor calidad en el servicio.Pero que lo hagan por ahorrar me parece patetico.La piramide del bienestar esta rota.La base y el centro ahora por logica caera la cuspide tarde o temprano.Es cuestion de esperar.Tan poco entiendo como no cambian cosas como penalizar los paraisos fiscales,quitar los privilegios que nadie tiene.Pero cuando todo caiga entonces sera el principio de un sistema codicioso e inhumano.Hay tantos blogs de economia pero no hay peor sordo que el que no quiere oir.Al haber tirado por tierra los derechos de los trabajadores pues hay mas paro los sueldos son mas bajos,pues eso repercute en que no se puede consumir.Es mas hay muchas personas con una vida rota sin nada.Pues es la pescadilla que se muerde la cola.Logicamente eso afecta a los pequeños empresarios que tienen que cerrar.Y mas paro.Es el efecto domino en donde las primeras fichas han caido y terminara con todo es el karma.
    Terminaremos con una cartilla de racionamiento en el mejor de los casos.Y bueno espero que Dios nos ampare pues podria ser peor.Siento mucho que este señor falleceria de una paralisis.Pues es la triste realidad el aumento de la tuberculosis,aunque si no se para a tiempo sera una epidemia global.Aunque exista la vacuna.Por desgracia he visto muchos casos de que el sistema de salud no te da ni unas muletas,yo gracias a Dios las pude comprar pero se de casos que teniendo paralisis cerebral una niña de 14 años, no le pagaban una silla especial que necesitaba.Y hasta los 18 años no tenia derecho a ninguna paga.Mientras unos gastan el dinero en ir en 1 clase otros no tienen nada solo la solidaridad de la familia amigos.Yo pienso para que le servira a mucha gente ser los mas ricos del cementerio,si no se van a llevar nada.Solo las buenas obras.Y como dijo Jesus antes pasa un camello por el agujero de una aguja a que un rico entre en el cielo.Bueno solo se muere una vez en cada vida,no me gustaria estar en el alma de los que estan haciendo tanto daño.Pues ellos mismos experimentaran ese sufrimiento cuando mueran y cuando les toca reencarnarse de nuevo.

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