Hace casi una semana, las fuerzas de seguridad bahreiníes irrumpieron en la casa del conocido activista de derechos humanos, Abdulhadi al Khawaja, le propinaron una brutal paliza y se lo llevaron. Al día siguiente, el 10 de abril, su hija, Zainab al Khawaja comenzó una huelga de hambre para exigir la liberación de su progenitor, de su marido y de otros familiares más, también detenidos por el régimen de Hamad bin Isa al Jalifa.
Esta joven, de 27 años, asegura estar dispuesta «a morir» y no piensa abandonar su ayuno a menos que consiga su objetivo. «Ha sido una decisión muy difícil, pero lo que es igualmente difícil es permanecer en silencio y no hacer nada sabiendo que mi padre está siendo probablemente sometido a torturas y puede llegar a morir», explica Al Khawaja en una entrevista con EL MUNDO.es y añade: «Morir con dignidad es mejor que vivir como un esclavo».
Desde que empezó la huelga de hambre, tan sólo bebe agua. Su hermana, enfermera, cuida de ella y no la deja sola ni un momento. Cada día se siente un poco «más débil y mareada» pero psicológicamente, señala, se siente «muy fuerte». «No sólo lucho por la liberación de mi familia sino también por mi pueblo», argumenta.
Son muchos los apoyos que Al Khawaja ha recibido a través de su cuenta de Twitter y de Facebook .
‘Morir con dignidad es mejor que vivir como un esclavo’, asegura
Por eso, se siente muy apoyada, aunque tampoco han faltado quienes hayan criticado su decisión al tener a su cargo a una niña de tan sólo 18 meses. «Hay algunos que me han tachado de ser una mala madre por hacer esto [ponerse en huelga de hambre] pero son pocos, cuento con mucho apoyo no sólo aquí en Bahrein sino también de otras partes del mundo como Kenia, Hungría, Italia, Estados Unidos o Tailandia», advierte orgullosa.
Esta joven bahreiní parece decidida a seguir el camino emprendido por su padre, un destacado activista en este pequeño reino del Golfo Pérsico. Abdulhadi fue detenido el pasado 9 de abril por denunciar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte del régimen de Al Jalifa, por exigir que sus responsables fueran llevados ante la Justicia y por pedir reformas democráticas. «En un país como el nuestro, pedir derechos básicos te puede convertir en un objetivo», explica Al Khawaja.
Dispuesta a sacrificar su vida como, recuerda, han hecho otros muchos de sus compatriotas para conseguir «libertad», confía en que todos juntos puedan «traer cambios» a Bahrein.
Esta joven que no se siente ni quiere ser considerada como una heroína, aunque muchos han calificado su decisión de heroica, ha llegado incluso a escribir una carta al presidente norteamericano, Barack Obama, en la que le pide su mediación para conseguir la libertad de sus familiares detenidos y de otros activistas arrestados en las protestas antigubernamentales que comenzaron el pasado mes de febrero.
De momento, Washington se ha mostrado bastante tibio y se ha limitado a mostrar «su profunda preocupación» por la represión en Bahrein pero sin mover un solo dedo.
Sin duda, los intereses norteamericanos en este pequeño reino del Golfo Pérsico son muchos. Situado entre Arabia Saudí y Qatar, alberga la Quinta Flota de Estados Unidos, un instrumento vital en las operaciones en Afganistán e Irak. Además, según distintos especialistas en Oriente Próximo, en caso de que el régimen de Al Jalifa cayera, Bahrein terminaría convirtiéndose en un Estado satélite de Irán, uno de los principales enemigos de Estados Unidos.
Sin duda, y a la vista de la importancia estratégica que tiene este pequeño reino para los norteamericanos, parece claro que esta joven bahreiní no lo va a tener nada fácil para que Washington se interese por su caso.
Sin embargo, nada ni nadie parece que pueda detenerla a continuar con su lucha, aunque para ello tenga que sacrificar su propia vida.
FUENTE https://selenitaconsciente.com