Juergens identificó muchos de los fenómenos observados de descarga en el Sol, como aquellos característicos por encima de un ánodo positivo. El potencial de plasma interplanetario “bloquea” dicho ánodo, el Sol. Así pues, el potencial de conducción eléctrica del Sol se ve confinado en gran parte a la distante frontera de su heliósfera, esa región donde se encuentran las dos sondas Voyager, y donde se detiene “misteriosamente” el viento solar. Sin embargo, no resulta tan misterioso cuando se aplica el modelo eléctrico al Sol. La vaina heliosférica de plasma es el “cátodo virtual’ del circuito solar. El campo eléctrico se invierte primero al acercarse el cátodo, haciendo que los protones se desaceleren sin haber evidencias de un galáctico ‘viento de cabecera’. Más allá de esa región, los protones se vuelven a acelerar rápidamente para convertirse en rayos cósmicos. Los electrones procedentes de esa vasta esfera catódica virtual están concentrados un billón de veces al tiempo que llegan a la fotosfera, produciendo la radiación del Sol.
La evidencia para buscar son las corrientes filamentosas que siguen la dirección del campo magnético ambiente hasta la fotosfera. Estos filamentos son vistos en todas las escalas de la corona del Sol, la cromosfera y la fotosfera. La corona del Sol no es más que el efecto de la descarga coronal donde el difuso y calentado plasma a millones de grados por la corriente eléctrica fluye a través de él. Volviendo a los remolinos de la corona, la energía no se transfiere desde el Sol hasta la corona a través de los súper tornados magnéticos, sino en la dirección opuesta, hacia abajo del Sol por tornados electromagnéticos. Los “súper tornados” son típicas corrientes de alta densidad de auto-organización del plasma, en el que las corrientes filamentosas toman una trayectoria helicoidal, o ‘tornado’. Este fenómeno es importante cuando miramos en detalle la fotosfera.
“Granulación” fotosférica
La fotosfera ahora se puede examinar como fenómenos de ánodo. La descarga de plasma solar conmuta desde el ‘modo oscuro’ del espacio interplanetario, donde se la refiere erróneamente como “viento solar”, a ‘modo radiante’ en la corona y la cromosfera, y a ‘modo de arco’ en la fotosfera. La fotosfera exhibe una compleja estructura en forma de granulado y manchas solares, ninguna de los cuales se explican o se esperarían si el Sol irradiara simplemente energía interna. Juergens escribió:
En cambio, la granulación solar identificada por Juergens es como “una descarga de ánodo a modo de penacho”, un fenómeno por el cual “el brote de un plasma secundario, denso y muy luminoso, es abarcado en un más delgado y menos luminoso plasma primario.
Irving Langmuir explicó que, los penachos de ánodo de una región iban incrementando la ionización del plasma en respuesta al exceso de corriente en el ánodo. Al parecer, las granulaciones de la fotosfera son las cimas de millones de penachos empaquetados de ánodo, separados por sus envolturas de plasma primario de la ionosfera de plasma del Sol, la cual forma los pasadizos oscuros entre las granulaciones. El cuerpo del Sol es mucho más pequeño que el ocupado por la fotosfera. Luego la forma esférica de un Sol casi perfecto quizás pueda atribuirse a las fuerzas combinadas electromagnéticas junto con la necesidad de lograr la máxima densidad de empaquetamiento de los penachos de ánodo en la parte superior de la ionosfera del Sol. La simetría esférica resultante de la descarga sigue las líneas de campo magnético en modo de “fuerza libre” que da lugar a la fotosfera en el campo dipolo magnético del Sol sin tener la predicha forma magnética, o la aglomeración de líneas de campo cerca de los polos. Esto responde al hecho sorprendente de que las líneas del campo magnético del Sol se extienden de manera uniforme desde la fotosfera.
Penachos ánodo y la constante solar
Juergens se refiere a la curva de distribución del potencial eléctrico a través de un penacho ánodo. El ingeniero eléctrico, Dr. Donald Scott, reconoció la curva como característica de un voltaje curvo por un transistor. Esta visión ofrece una explicación simple para otro misterio del Sol, ¿cómo el calor y la luz del sol pueden permanecer estables en el 0,1 por ciento (“constante solar“), mientras que su producción de rayos X varía notablemente con el ciclo de actividad solar? La respuesta es, ‘electrónicamente’. Los rayos X provienen de las llamaradas y la corona solar, que responden directamente a la entrada del potencial variable galáctico. Sin embargo, un pequeño cambio en la tensión del penacho de plasma respecto al cuerpo del Sol es suficiente para regular la corriente a través del penacho, y por ende, el calor y la luz de la fotosfera.
Esquema del análogo penacho fotosférico por analogía con un transistor. El cuerpo frío del Sol está en el origen. Cortesía de D. Scott. |
Las misteriosas manchas solares
Para tener alguna confianza en nuestra comprensión del Sol y las estrellas, en general, lo primero que uno debe ser capaz es explicar de manera sencilla las cosas que podemos ver. Por lo tanto, es de vital importancia entender una mancha solar, ya que es el único lugar sobre el sol que deja echar un vistazo por debajo de la radiante fotosfera. Las manchas solares muestran una formación parecida a la pupila y el iris de un ojo, la pupila sería la sombra oscura y el iris la penumbra filamentosa.
Las manchas solares han sido descritas como “un fenómeno que carece de explicación científica” [E.N. Parker]. Esta carencia se debe a una formación estrecha que no reconoce los fenómenos de descarga del plasma. Cualquiera que haya visto los filamentos que serpentean en una novedosa bola de plasma habrá visto cómo las corrientes eléctricas del plasma forman de manera natural filamentos. La estructura filamentosa puede observarse en todas las alturas de las manchas solares. Pero los astrofísicos, hablan en su lugar de ‘tubos de flujo’ magnético como si el magnetismo pudiera estar presente sin una corriente eléctrica. Es notorio que, las manchas solares de la misma polaridad magnética no se repelen entre sí. Para ello es necesario que las manchas solares sean grupos de filamentos de corrientes paralelas, agrupadas de acuerdo con la ley de Ampère y penetren a través de la fotosfera. Las manchas solares son las huellas de descargas concentradas de un dónut de plasma o un ‘plasmoide’ de energía electromagnética almacenada en el anillo que rodea al Sol por encima de su ecuador.
El plasmoide solar ha sido fotografiado con UV por SOHO. Kristian Birkeland realizó el experimento Terrella demostrando este efecto hace más de cien años. |
Un penacho ánodo tiene estructura
Imágenes de alta resolución de las manchas solares nos permiten ver la estructura de los penachos ánodo por debajo de la fotosfera. Muestran las granulaciones fotosféricas asentadas por encima de brillantes filamentos de penumbra. El invisible remolino de tornado formado de descarga de plasma detectado en la corona, es visible en modo arco a una más fina escala en los filamentos de la penumbra. Es típico que los fenómenos de plasma tengan los mismos patrones en una vasta gama de magnitudes.
En las películas de filamentos penumbrales se muestra el constante movimiento hacia abajo de sus radiantes extremos inferiores, llamados “granos de penumbra”, los cuales, generalmente, son más brillantes que la fotosfera. Convencionalmente, las velocidades verticales observadas de la materia no son suficientes para transportar la energía irradiada por las penumbras. Así que, la convección no es la respuesta. ¿Podemos encontrar actividad de descarga eléctrica en la atmósfera gravitacionalmente estratificada de la Tierra, por analogía con la actividad observada en los filamentos de penumbra? Los tornados terrestres suprimen la actividad de un rayo sobre una amplia área, proporcionando una trayectoria intensa pero lenta descarga helicoidal sobre la tierra, lo que dice mucho de sus potentes efectos y longevidad. E igual que un tornado, la atmósfera solar lanza el filamento penumbral para producir el enigmático “flujo Evershed‘ fuera de la mancha solar.
Por analogía, los granos penumbrales radiantes pueden ser rayos de la más densa atmósfera en la base de un embudo de tornado radiante. O, más probablemente, puede ser una etapa inestable del plasma llamada foco denso de plasma (DPF), donde tanto la materia como la energía electromagnética se concentran intensamente en un pequeño ‘plasmoide’. En el laboratorio, el DPF es la más simple y más prometedora fuente de energía de fusión.
Todas las estrellas radiantes producen elementos pesados
Experimentalmente, un DPF produce fusión nuclear y es una abundante fuente de neutrones. Capturar neutrones en un entorno de plasma denso de protones e iones positivos, es necesario “construir” elementos pesados de los elementos más ligeros. He aquí una posible solución directa para la producción continua de elementos pesados por todas las estrellas. El complejo de nucleosíntesis resultante de los gránulos fotosféricos que también puede esperarse al producir una mezcla de diferentes tipos de neutrinos. La modulación observada de neutrinos en las manchas solares se explica entonces fácilmente debido a las áreas claras de las manchas solares de la fotosfera de granulación. El sentido común exige una alternativa al relato convencional de la producción de elementos pesados sólo por las dispersivas rarezas de explosiones de supernovas, seguido por alguna forma de acreción de la materia dispersada, para formar la ‘próxima generación’ de estrellas que contienen elementos más pesados. Es evidente, que el modelo eléctrico del Sol no requiere de tal complejidad inverificable de una especie de cocina estelar termonuclear ni de la evolución estelar a través de la auto-inmolación.
‘Puntos’ umbrales
Viendo el Sol como un cuerpo con actividad eléctrica global, de su ionosfera surge la pista sobre otro misterio solar. Las manchas solares tienen un intenso campo magnético, el cual identifica la sombra (umbra) como la huella de un poderoso campo alineado de descarga de plasma, penetrando a través de la radiante fotosfera hasta los niveles inferiores. Así que la sombra oscura no es uniformemente oscura, sino que está llena de una especie de una granulación conocida como “puntos umbrales’, que son más finos y viven más tiempo que los gránulos fotosféricos, además de ser más calientes (~6200 K) que la fotosfera. Hay características que se podrían esperar de una descarga de rayos en altas y densas corrientes atmosféricas que están presentes en la fotosfera de encima. Significativamente, los filamentos penumbrales tienden a dividirse en forma de “Y” en sus bases y parecen participar en la formación de puntos umbrales. A mayor densidad atmosférica, la descarga de plasma tiende a dividirse en filamentos más delgados. Se trata de un fenómeno observado que se extiende entre la radición de la ionosfera hasta los rayos a nivel del suelo en las grandes tormentas terrestres. Los rayos también se calienta y aceleran el gas hacia arriba de un canal lumínico desde la región de más alta presión a la más baja. Esto se puede explicar, en parte, por los puntos umbrales calientes contra el fondo oscuro del cuerpo más frío del Sol.
El Ciclo Solar
El ciclo solar es un enigma para el modelo solar estándar. “El ciclo de la actividad solar ha fascinado a los científicos y aficionados durante más de un siglo, pero es un misterio que se mantiene, e incluso se hace más profundo, cuando recogemos nuevos datos que revelan su total complejidad.” [D. M. Rabin et al., Solar Interior & Atmosphere]. Los intentos para modelar el ciclo solar se han basado en el hipotético dínamo interior del Sol, en otras palabras, la acción inductiva de movimientos fluidos que impregnan el interior solar, a fin de explicar las características que se producen fuera del Sol. Pero no existe consenso ni remotamente parecido en la actualidad para el modo de funcionamiento de la dinamo solar. Y el golpe de gracia parece haber sido dado por el reciente descubrimiento de ausencia de movimientos fluidos bajo de la fotosfera.
En el modelo del Universo Eléctrico, el ciclo de manchas solares es simplemente el resultado de variaciones de la corriente directa (DC) de entrada a una descarga de plasma centrada en el Sol. Para que fluya una corriente continua debe haber un circuito. Hannes Alfvén proveyo del circuito, pero no identificó al Sol como un generador en un circuito local cerrado, en lugar de una carga en un circuito galáctico. El Dr. D. Scott ofreció su perspectiva de ingeniero eléctrico sobre los cambios del campo magnético del Sol, debido a la sencillez de entrada de corriente. Este cambio es evidente. La inversión del campo dipolar del Sol y el orden de las manchas solares durante el ciclo solar es el resultado natural de una acción transformadora, cuando la corriente principal aumenta y disminuye aunque nunca se invierte. El ciclo solar es algo esperado, ya que los circuitos de plasma son conocidos por su tendencia oscilatoria.
Masa estelar
Oculto a plena vista está la conocida relación entre masa y energía, E=mc2, que nos dice que la masa es una variable electromagnética. Cuanto mayor sea la tensión eléctrica de un cuerpo, mayor es la polarización interna de la carga, y por tanto, mayor es la masa del cuerpo. La masa de una estrella no nos dice mucho acerca de cuánta materia hay en una estrella. Puesto así, las estimaciones de la composición de los objetos celestes, basándose en las mediciones de su masa y en el volumen de su fotosfera, no son válidos. La masa de una estrella no nos da información sobre el tamaño o la composición de elementos pesados de su núcleo o de la estructura interna de una estrella. El que la relación se rompa con las enanas blancas y las estrellas rojas, es debido al hecho de que su luminosidad es generada por una extensa corona y la descarga de modo radiante cromosférico, respectivamente.
La relación masa-luminosidad
La relación estelar de masa-luminosidad es importante en el modelo convencional, porque supone un intento de igualar las observaciones ante la torre tambaleante de la teoría construida. El modelo es imposible de verificar y requiere un sistema para la ocasión con forma de una compleja ‘cocina’ termonuclear, y de los efectos de las ‘brasas’ resultantes para la estructura interna de las estrellas. Si descartamos la teoría estándar, se requiere una explicación eléctrica.
La relación masa-luminosidad de las estrellas radiantes indica que ambas variables están relacionadas con el grado de tensión eléctrica sufrida por una estrella de secuencia principal. Las variaciones en la relación M-L para los diferentes rangos de masa puede atribuirse a las diferencias en la forma de descarga del plasma, a fin de hacer frente a la densidad de corriente de la fotosfera. Por ejemplo, la luminosidad depende de brillo y el tamaño de la fotosfera, que se expande y cambia de color, del amarillo al azul-blanquecino para satisfacer la creciente tensión eléctrica.
Más allá del punto de inflexión
¿Qué se puede hacer para ayudar al declive de las viejas creencias? El cambio puede ocurrir lentamente desde abajo hacia arriba o rápidamente desde arriba hacia abajo. Por desgracia, las fuerzas de arriba tienden a favorecer la estasis al cambio. La ciencia moderna se ha convertido en una estructura monolítica financiado por gobiernos y atada a los resultados políticos. Un cambio radical es sin duda más difícil de lograr en esta situación que en cualquier otro momento del pasado. La financiación para los científicos disidentes no está disponible, su publicación en las revistas científicas no están permitidas por el sistema de revisión por pares anónimos, y sus carreras están en alto riesgo. Entre tanto, los medios de comunicación perezosamente aceptan la alimentación estándar de los “expertos”.
No deja de ser una ironía apropiada que Internet, que fue construida para la comunicación entre los científicos, ahora proporcione los medios para eludir la censura y alcanzar una audiencia global. Las poderosas organizaciones de noticias no están conformes con esto. Así que, mientras que los reyes de la ciencia se pavonean descarados, los estudiosos de muchas disciplinas han ido convergiendo en una nueva ciencia llamada Universo Eléctrico, que ofrece un incomparable Renacimiento científico y cultural.
El Proyecto Thunderbolts fue establecido como el punto focal de este movimiento. Ahora está financiando becas para estudiantes, experimentos y una conferencia anual. Únete a nosotros en enero en la conferencia anual del proyecto Thunderbolts en 2013, llamada “The Tipping Point” (El Punto de Inflexión).
– La ciencia en un ‘punto de inflexión’ (1) .
– La ciencia en un ‘punto de inflexión’ (2) .
– La ciencia en un ‘punto de inflexión’ (3) .
– La ciencia en un ‘punto de inflexión’ (4) .
– Imagen 1) Los penachos de plasma flotan y se mueven por encima del ánodo. Al tener una carga neta positiva se separa simétricamente sobre la superficie del ánodo. [F. H. Clauser, Plasma Dynamics]
– Imagen 2) Esquema del análogo penacho fotosférico por analogía con un transistor. El cuerpo frío del Sol está en el origen. Cortesía de D. Scott.
– Imagen 3) Primer plano de sección de una mancha solar.
– Imagen 4) El plasmoide solar ha sido fotografiado con UV por SOHO. Kristian Birkeland realizó su experimento Terrella demostrando este efecto hace más de cien años.
– Imagen 5) Un filamento penumbral es una descarga semi-transparente de plasma en forma de tornado. Cuando la densidad de la corriente del filamento es alta se ilumina para formar estriaciones de movimiento. El núcleo más oscuro es visible para el observador sólo en los ángulos favorables del eje del filamento.
– Imagen 5) DPF
– Imagen 6) Mapeo de los campos magnéticos del Sol
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