El anuncio de Corea del Norte de que lanzará un nuevo cohete de largo alcance es un desafío manifiesto a la comunidad internacional, un intento de desestabilizar la península coreana pero también un juego de alto riesgo para el país, según varios analistas.
El gobierno de Pyongyang anunció el sábado su intención de lanzar un cohete entre el 10 y el 22 de diciembre para poner en órbita un satélite, después de un intento fracasado en abril.
El anuncio del gobierno norcoreano, sometido a sanciones internacionales desde sus ensayos nucleares de 2006 y 2009, provocó una reacción inmediata y enérgica de los países vecinos, incluyendo su aliada China, y del gobierno de Estados Unidos, que consideran el lanzamiento como un ensayo camuflado de un misil nuclear.
Washington denunció una “provocación” y recordó que “cualquier tipo de utilización de la tecnología de misiles balísticos por parte de Corea del Norte es una violación directa de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.
Según Yann Moo-jin, un profesor de la facultad de Estudios Norcoreanos de Seúl, el dirigente norcoreano Kim Jong-un está jugando un juego de alto riesgo con la comunidad internacional.
El lanzamiento del cohete, sobre todo si concluye con éxito, acarreará probablemente una nueva serie de sanciones de uno o varios países, estima el analista.
“En este último caso, Corea del Norte reaccionará con energía, sin dudas aumentando su actividad nuclear o quizá realizando un tercer ensayo nuclear”, previno el especialista. “Estamos dentro de un círculo vicioso que lleva a la escalada”, añadió.
El Consejo de Seguridad de la ONU ya lanzó varias advertencias a Corea del Norte desde que se conocieron los preparativos del lanzamiento gracias a los satélites de observación.
“Dedicar recursos al desarrollo de armas nucleares y misiles de largoalcance no hará otra cosa que aislar y empobrecer todavía más a Corea del Norte“, dijo la portavoz del Departamento de Estado en Washington, Victoria Nuland.
Japón, un país que no tiene relaciones diplomáticas con Pyongyang,decidió cancelar una reunión de diálogo que estaba prevista en diciembre en Pekín.
El anuncio de Pyongyang llega en un momento de transición política en Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur, cuatro de los países que participan de las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano. Las discusiones están de momento en punto muerto.
Japón celebra elecciones generales el 16 de diciembre y Corea del Sur tiene elecciones presidenciales el 19. China acaba de renovar la dirección del país para los próximos 10 años y en Estados Unidos el presidente Barack Obama está a punto de iniciar su segundo mandato.
La fecha elegida por Corea del Norte para el lanzamiento coincide además con el primer aniversario de la muerte de Kim Jong-il.
En la campaña electoral en Corea del Sur, la candidata Park Geun-hye (hija del dictador Park Chung-hee, asesinado en 1979) dijo creer necesario mejorar las relaciones con Corea del Norte.
Pero según Paik Hak-soon, un analista del centro de estudios Sejong Institute, “aunque Park diga que quiere una reconciliación con el Norte, no podrá contar con el apoyo de su partido ni de sus dirigentes”.
Quien dice que «es un desafio a la comunidad internacional» o que el «gasto en misiles de largo alcance va a aislar y empobrecer aun mas a Corea del Norte» ? Acaso temen perder la esclusividad de la amenaza nuclear ? Acaso el gasto militar de Estados Unidos no empobrece aun mas a su pueblo y aumenta su descomunal deuda ? ¡ Hipócritas….!