París y Londres estudian tomar represalias contra Israel por aprobar nuevos planes de construcción en Cisjordania (Judea y Samaria), según el diario “Haaretz”, que asegura que las medidas podrían incluir la llamada a consultas de los embajadores.
El rotativo, que cita fuentes diplomáticas de varios países europeos, informa de que el anuncio del Gobierno que siguió al reconocimiento de la ONU a la delegación palestina como estado observador, ha causado gran irritación en varias capitales de Europa, que en esta ocasión no se limitarán a condenar los hechos, sino que tomarán medidas diplomáticas más duras.
El enfado se debe no tanto a la construcción de nuevas viviendas paracolonos judíos en los asentamientos sino, sobre todo, a la decisión de llevar a cabo el proyecto denominado E1, que pretende unir a los barrios de Jerusalén Oriental con el asentamiento de Maale Adumín, lo que obstaculizaría la continuidad territorial de Cisjordania y dificultaría el establecimiento de un Estado palestino.
La construcción del proyecto E1 es “una línea roja” para Francia y Reino Unido, asegura el rotativo “Haaretz”.
Además de la ampliación de asentamientos, el Gobierno anunció que confiscará 460 millones de dólares del dinero de impuestos y aranceles que recauda en nombre de la Autoridad Palestina (AP) – y que está obligado a transferirle según los acuerdos de paz de Oslo -, para pagar la deuda de los palestinos con la Compañía de Electricidad de Israel. EFE y Aurora.