Bielorrusia solicitó el viernes a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) el cese de las sanciones y la presión política a la que está siendo sometida.

Durante la reunión anual del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la OSCE en Dublín, capital irlandesa, el primer viceministro de Exteriores de Bielorrusia, Alexander Mikhnevich, instó a la necesidad de que esta organización regrese a su misión inicial “que es construir una sociedad real de seguridad y cooperación para superar la crisis de confianza y la inercia de la confrontación”.

Mikhnevich hizo alusión a la doble moral de la OSCE en cuanto a la observación electoral en los países miembros de este organismo europeo, para insistir más tarde en impulsar el proceso de reformas en esta organización.

El canciller bielorruso, Vladimir Makei, a su vez, durante una entrevista concedida al diario ruso ‘Krasnaya Zvezda’, advirtió a la Unión Europea (UE) de intervenir en los asuntos de su país.

La UE y EEUU, de vez en cuando, sancionan a Bielorrusia, apoyándose en las infundadas acusaciones de que en dicho país se violan los Derechos Humanos.

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