Todo lo desconocido, hasta lo más insignificante nos da miedo, la mejor prueba es éste miedo a la muerte que es uno de los acontecimientos más naturales de la vida. Y nos pasamos la vida con miedos «nuestros» sin contar los que nos van añadiendo a lo largo de nuestro crecimiento desde chiquitos «no toques, no hagas, toca, haz». Me parece que nos vamos acumulando una empanada mental de mil demonios, en un momento dado, cuando estemos preparad@s hemos de ser valientes, mirarnos en el espejo para re—conocernos, quitarnos el antifaz y abrirnos, sólo así seremos dign@s de l@s demás y de nosotr@s mism@s.
Todo lo desconocido, hasta lo más insignificante nos da miedo, la mejor prueba es éste miedo a la muerte que es uno de los acontecimientos más naturales de la vida. Y nos pasamos la vida con miedos «nuestros» sin contar los que nos van añadiendo a lo largo de nuestro crecimiento desde chiquitos «no toques, no hagas, toca, haz». Me parece que nos vamos acumulando una empanada mental de mil demonios, en un momento dado, cuando estemos preparad@s hemos de ser valientes, mirarnos en el espejo para re—conocernos, quitarnos el antifaz y abrirnos, sólo así seremos dign@s de l@s demás y de nosotr@s mism@s.