¿Qué podemos hacer con tanto dinero?
¿Qué podemos hacer con las ventajas sociales?
Vamos dejando nuestra alegre juventud.
¡Qué más se puede pedir!
¡Nuestra alegre juventud!
La polla records, (grupo punk) ”Nuestra alegre juventud”.
“El joven fue inventado al mismo tiempo que la máquina de vapor. El principal inventor de la máquina de vapor fue Watt, en 1765. El del joven, fue Rousseau, en 1762.”
La juventud es una «construcción cultural»: cada sociedad organiza la transición de la infancia a la vida adulta. Aunque este proceso tiene una base biológica, lo importante es la percepción social de estos cambios: no en todos los sitios significa lo mismo que a las muchachas les crezcan los pechos y a los muchachos el bigote. También dependen de los valores asociados a este grupo de edad: no todas las sociedades reconocen la adolescencia.
En el amplio abanico de sociedades y tribus sin Estado, para los muchachos, la pubertad incrementa la fuerza muscular y para las muchachas conlleva la formación de agentes reproductivos. Ambos procesos son esenciales para la supervivencia material y social del grupo.
Para los pigmeos, en el elima, un rito de pubertad, el varón tiene que demostrar valor considerable para abrirse paso hacia el interior de la casa de las muchachas, después de haber sido invitado…además de matar un animal auténtico. Aunque en realidad, la ceremonia da comienzo cuando a una muchacha le aparece la primera sangre menstrual. Entonces inicia un período de reclusión en una choza especial, acompañada de sus coetáneas y de una pariente mayor y respetada que les enseñará las artes, habilidades y canciones de las mujeres adultas. Después de un mes de cánticos y festejos, que incluyen incursiones en broma al campamento para atacar a los chicos, las muchachas se reintegran a la vida del grupo como mujeres adultas.
El ejemplo más emblemático es, sin duda, el de los masai. Los varones pasaban por cinco estadios a lo largo de su vida: Il murran(joven guerrero) se dedicaba a la actividad militar; Il moruak (adulto casado) se centraba en la actividad doméstica; Il piran (mayor) ostentaba el poder de toma de decisiones; JI dasat (anciano) consistía en el poder ritual y simbólico. Lo esencial del sistema masai es que la iniciación no tiene un sentido individual sino social: todo el grupo de edad se inicia al mismo tiempo, lo que conlleva unos vinculas afectivos que perdurarán durante toda la vida.
Efebos. La juventud en la sociedad antigua.
El término efebo significa «el que ha llegado a la pubertad». La efebía se inspiraba en el modelo de la agoghé espartana, la institución militar donde eran educados los jóvenes guerreros para una formación al servicio de la polis, de preparación para la guerray una educación en el plano erótico que conllevaba relaciones de carácter homosexual con guerreros mayores.
Con el tiempo, se enfatizó su aspecto educativo: la educación del ciudadano independiente y de posición preeminente en la sociedad. Surge así la noción de paideia (o educación): los jóvenes pasaban a ser identificados con el amor erótico, con el ansia de saber, el deseo de reforma y belleza, cantando al mismo tiempo el vigor de su cuerpo y de su mente. Es el símbolo de cultura, sin más. Eso sí, el modelo del efebo no se aplicaba ni a las muchachas ni a los jóvenes plebeyos o esclavos.
Durante el siglo II d. C. se produce el acaparamiento de recursos y capitales por parte de una minoría dominante, y los jóvenes fueron perdiendo sus derechos, aumentando las formas de control familiar, escolar, moral y penal sobre ellos con la excusa de ofrecerles una mayor protección. Su rebelión se pondría de manifiesto en las bacanales: diversas corrientes de protesta social que unían a jóvenes, mujeres y otros grupos marginados. Los grupos dominantes, amenazados en sus privilegios, fueron los que tildaron estas protestas como ”orgías”.
Mozos. La juventud en la Europa medieval y moderna.
No es extraño el hecho de que los niños en esa época sean representados como «adultos en miniatura». Desde los siete o nueve años, tanto los chicos como las chicas dejaban su hogar para ir a residir en casa de otra familia, donde llevarían a cabo las tareas domésticas y aprenderían los oficios y habilidades como aprendiceshasta los catorce o dieciocho años. También era normal ver mezclados a menores con adultos en tabernas y lugares de mala fama: las cosas de la vida (como la sexualidad) se aprendían por observación directa. La institución escolar acogía entonces a gente de todas las edades (la noción de separación por cursos según edades es muy reciente). También en el plano religioso los menores son considerados adultos capaces de distinguir el bien y el mal y, claro, para morir en la hoguera por los inquisidores.
Muchachos. La juventud en la sociedad industrial.
Con un cierto tono metafórico, Frank Musgrove (1965: 33) ha afirmado que «el joven fue inventado al mismo tiempo que la máquina de vapor. El principal inventor de la máquina de vapor fue Watt, en 1765. El del joven fue Rousseau, en 1762». Este pensador la entendía como estadios naturales de la vida al igual que su mito del “buen salvaje”.
La primera institución en cambiar fue la familia, más responsable y afectiva respecto a los jóvenes. La segunda institución fue la escuela, que responde a un nuevo deseo de rigor moral: el de aislar por un tiempo a los jóvenes, clasificarlos según sus edades y, según Foucault, como si de un sistema penitenciario se tratara, ir parejas a las condiciones delcapitalismo industrial. Ello se pone de manifiesto en la noción del examen:
“El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigila y las de la sanción que normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona. A esto se debe que, en todos los dispositivos de disciplina, el examen se halle altamente ritualizado… La superposición de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notoriedad visible.” (Foucault, 1990: 189).
La tercera institución influyente, aunque en este caso sólo para los varones, es el ejército. Con la Revolución francesa se instituye el servicio militar obligatorio que va generando una cultura propia. La cuarta institución es el mundo laboral: en la primera industrialización comienza con el trabajo infantil, hasta que en la segunda Revolución Industrial, por sus avances técnicos y el reclamo de una mayor preparación técnica, los muchachos no fueron necesarios. Aunque hoy día la explotación infantil todavía existe.
Entonces surge el redescubrimiento de la adolescencia, las primeras asociaciones juveniles modernas y también el gamberrismo y el crimen juvenil. Pero, sobre todo, una legislación especial, que con el argumento de proteger a la juventud estaba de hecho recortando su independencia (al igual que en Roma): cárceles y tribunales para jóvenes, internados, etc.
Él periodo de entreguerras marca una fase de politización creciente de la juventud. Las primera instituciones en percibir la capacidad movilizadora de los jóvenes no sólo fue la Iglesia y el comunismo, sino sobre todo el fascismo y el nazismo: no en vano Hitler y Mussolini tuvieron en las Juventudes Hitlerianas y en los Barilla italianos sus apoyos más firmes. Ésto tuvo su trágica resolución en los campos de batalla.
Jóvenes. La juventud en la sociedad postindustrial.
Tras la segunda guerra mundial, después de un modelo conformista de la juventud, políticamente pasiva y dócil, que arrastraban las secuelas de la guerra y el desencanto, la modernización económica y política trajo una modernización cultural, especialmente en el culto a lo joven como “rebelde sin causa“. Al ser uno de los sectores más beneficiados por las políticas del bienestar, nació un espacio de consumoespecíficamente destinado a los jóvenes ya que se habían convertido en un grupo con creciente capacidad adquisitiva: moda, adornos, locales de ocio, música, revistas, etc. Los medios de comunicación de masas permitió la creación de una cultura juvenil internacional-popular.
La reaparición del activismo político y el compromiso social durante los años sesenta hizo que en todas partes los jóvenes reclamaran los derechos y deberes de la adultez. Pero otra reestructuración socio-económica volvería a traer el conformismo social a la juventud, e incluso las drogodependencias y nuevas formas de violencia juvenil gracias al crecimiento galopante del paro y la consiguiente demora en la inserción social. Apalancados en casa y desencantados, la generación de los ochenta aguardaría pacientemente en la cola de espera para entrar en la vida adulta.
Los años noventa y los siguientes han presenciado tendencias contradictorias, capitalista e individualista pero marcada por las nuevas tecnologías y los mass media, que comenzó con un epíteto: «generación X».
“Pasas por cantidad de movidas culturales y estéticas. Te quedas con algunas, ¿no? Yo he pasado, pues yo qué sé: jipis, jevis, punkis, … Bueno, vas pasando por todas las movidas. Sí. no sé, es una cosa yo creo que lógica. Más que movidas son gustos musicales y que relacionas con una estética, una filosofía. Al final te das cuenta de que intentan romper con una sociedad cantidad de podrida. Todo lo que sale en contra de algo es el espejo de ese algo. Lo he oído, no sé de quién es, pero me suena muy bien. O sea, una sociedad que salen grupos cantidad de decadentes, pues eso será por algo, quizás es un espejo de lo que obliga la sociedad.” Felix, mutante.
“De ese tiempo para acá he estado pensando si soy o no soy punk. Antes iba yo más monstruoso, ahorita ya he cambiado, como que el casamiento hizo que cambiara un poco y la paternidad. Pero de repente también me vienen
depresiones. Me quiero alejar del barrio, quisiera irme a provincia. No tengo miedo pero sí me gustaría desaparecer de este mundo. Tengo unos pensamientos bien locos. Me daría gusto que todo se acabara, pero que los primeros que se fueran fueran los de arriba. Pero luego me da miedo porque tengo un hijo y quisiera que él conociera más de esta vida.
Ahorita no sé qué rumbo vaya a tomar mi vida, mi mente está echa un caos: mi esposa, ser punk, el eclipse que ya se puso muy de moda, el bebé. La neta, no hay futuro, pero sí quisiera que mi hijo lo tuviera…” Pablo, padre.
“Las mantis religiosas, el miedo nuclear, sentido de contradicción.
La cara del poder, la carga policial, y en la ruleta rusa, yo.
Pregúntale a tu hermano cómo se enredó. Su sangre es de plutonio y de morfina.
La nube radiactiva fue como un spray, tiñó tu piel de carmesí.
La luna es fluorescente, el río un barrizal y el bosque es sólo un video clip.
El centro de tu vida un televisor, imágenes de guerra en las noticias.
Hileras de ciudades desde el autobús y puestos militares.
Miradas de mercurio, tú ya no eres tú, la disciplina del robot.
No hay niños jugando en la calle, ni flores para los amantes.
No soy como tú, no soy como tú.
¿A qué lugar le llamas cielo?.”
Amaral. Enrique Morente.
Fuente:
“Antropología de la juventud”. Carles Feixa.
Libro completo aquí: http://www.mediafire.com/?yyqdfjvymy2
http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2012/12/antropologia-de-la-juventud-bacanales-y.html
Una juventud muy bien retratada. Estoy ahora desconectada de ella pero la observo en el pueblo pues me llevo de maravilla con tod@s, vienen a casa a «contarme», saben que no saldrá ni una palabra por la puerta. Que estudien una carrera, un oficio o trabajen puedo asegurar que la mayoría es majísima de verdad. Claro que siempre hay los típicos descarriados o simplemente los que están un poco perdidos y esos son lo que se hacen notar, los otros tienen las mismas experiencias que las que hemos vivido nosotros o ¿poseemos una memoria tán selectiva que no queremos acordarnos? Las formas superficiales cambian con las épocas pero un humano joven de hoy será el mismo que hace mil años.