La central nuclear de Sellafield, situada en la costa oeste del Reino Unido no cumple el estándar de seguridad para los miembros del personal, según los Observadores de la Seguridad Nuclear.
La Oficina de Reglamento Nuclear (ONR, por sus siglas en inglés), brazo de la Dirección de Salud y Seguridad (HSE), ha declarado que “cualquier error por parte de los bomberos podría causar en un acto preparatorio retrasos a la hora de actuar en casos de emergencia nuclear y también durante una liberación de material radiactivo fuera del centro”.
Los expertos de extinción de fuego, en 2011 habían realizado un ejercicio en Sellafield, para examinar la capacidad de la unidad de bomberos y de rescate en caso de desastres para salvar a las personas, en un derrame de líquido radioactivo y también la propagación de radioactividad en el aire.
Estas informaciones han llegado en un momento que la industria nuclear británica con el fin de construir una nueva generación de plantas nucleares en el Reino Unido, trata de conseguir la confianza pública después de que la crisis de planta nuclear de Fukushima, por el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo en Japón, causara un escepticismo hacia la seguridad de las plantas nucleares.
Los activistas británicos al principio de este mes en curso, habían criticado la decisión del Gobierno británico a mantener funcionando las ya antiguas centrales nucleares del país hasta 2023.